Los seres humanos comenzaron a usar el el fuego hace unos 164.000 años para crear herramientas de piedra en lo que constituyó su primer avance tecnológico, según un estudio que publica hoy la revista Science.
"Esta tecnología exigió conocer la relación entre el fuego, el calor y su efecto sobre el cambio estructural de la piedra,” indicó Kyle Brown, del Departamento de Arqueología en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Brown y científicos de Australia, el Reino Unido, Estados Unidos y Francia afirman en el estudio realizado en el extremo sur de Africa que los antepasados del hombre hacían mediante el fuego marcas simbólicas, adornos y otros indicios de conducta humana "moderna.”
"Hemos demostrado que esos primeros seres humanos, hace 72.000 años y hasta 164.000 años, usaban en la zona costera del sur de Africa fogatas controladas en un complejo proceso para calentar la piedra y alterar sus propiedades,” añadió Brown.
"La tecnología del calor comienza con una genialidad... alguien descubre que la aplicación de mayores temperaturas sobre la piedra produce su fragmentación,” señaló Curtis Marean, antropólogo director del proyecto.
"Este conocimiento se transmitió a través de las generaciones y en una forma que es única entre los seres humanos se fue perfeccionado poco a poco,” añadió.
Eso crea una larga cadena de procesos tecnológicos que, según los investigadores, requiere de una capacidad intelectual compleja y, probablemente, un lenguaje para enseñarlo y aprenderlo.
Para su estudio los autores recogieron los restos de herramientas de silcreta encontrados en sitios arqueológicos y mostraron, usando técnicas diferentes, que las rocas fueron transformadas deliberadamente por calentamiento.
La silcreta es una solidificación superficial que ocurre cuando el sílice de una roca se derrite por efecto del fuego y vuelve a solidificarse.
Es un material duro y resistente que, aunque tiene origen y naturaleza diferentes, parece similar a la cuarcita.
En Australia los pueblos aborígenes usaron ampliamente la silcreta para la fabricación de herramientas. En África se han encontrado dos tipos de herramientas de silcreta desarrolladas hace entre 60.000 y 80.000 años.
"El uso controlado del fuego fue una adaptación clave en la evolución humana,” señala el artículo de Science.
"El fuego primero dio calor. Después, permitió la manipulación de las propiedades físicas de los materiales para la producción de cerámicas y metales.”
"El análisis de las herramientas encontradas en múltiples sitios muestra que la piedra original fue manipulada sistemáticamente para mejorar sus propiedades de fractura controlada,” añade el artículo.
El tratamiento por calor “exige un conocimiento avanzado del fuego y una elevada capacidad cognitiva, y aparece aproximadamente al mismo tiempo que las muestras generalizadas de comportamiento simbólico,” según los autores.
"Este fue el origen de la pirotecnología y el puente hacia la tecnología de la cerámica y la metalurgia más recientes,” manifestó Brown.
Más aún, según Marean, la complejidad del conocimiento que ya tenían estos hombres en el sur de Africa es “una prueba más de que este lugar pudo haber sido el punto de origen de la línea que conduce a los seres humanos modernos, que aparecieron hace entre 100.000 y 200.000 años” en ese continente.
"Esta tecnología exigió conocer la relación entre el fuego, el calor y su efecto sobre el cambio estructural de la piedra,” indicó Kyle Brown, del Departamento de Arqueología en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Brown y científicos de Australia, el Reino Unido, Estados Unidos y Francia afirman en el estudio realizado en el extremo sur de Africa que los antepasados del hombre hacían mediante el fuego marcas simbólicas, adornos y otros indicios de conducta humana "moderna.”
"Hemos demostrado que esos primeros seres humanos, hace 72.000 años y hasta 164.000 años, usaban en la zona costera del sur de Africa fogatas controladas en un complejo proceso para calentar la piedra y alterar sus propiedades,” añadió Brown.
"La tecnología del calor comienza con una genialidad... alguien descubre que la aplicación de mayores temperaturas sobre la piedra produce su fragmentación,” señaló Curtis Marean, antropólogo director del proyecto.
"Este conocimiento se transmitió a través de las generaciones y en una forma que es única entre los seres humanos se fue perfeccionado poco a poco,” añadió.
Eso crea una larga cadena de procesos tecnológicos que, según los investigadores, requiere de una capacidad intelectual compleja y, probablemente, un lenguaje para enseñarlo y aprenderlo.
Para su estudio los autores recogieron los restos de herramientas de silcreta encontrados en sitios arqueológicos y mostraron, usando técnicas diferentes, que las rocas fueron transformadas deliberadamente por calentamiento.
La silcreta es una solidificación superficial que ocurre cuando el sílice de una roca se derrite por efecto del fuego y vuelve a solidificarse.
Es un material duro y resistente que, aunque tiene origen y naturaleza diferentes, parece similar a la cuarcita.
En Australia los pueblos aborígenes usaron ampliamente la silcreta para la fabricación de herramientas. En África se han encontrado dos tipos de herramientas de silcreta desarrolladas hace entre 60.000 y 80.000 años.
"El uso controlado del fuego fue una adaptación clave en la evolución humana,” señala el artículo de Science.
"El fuego primero dio calor. Después, permitió la manipulación de las propiedades físicas de los materiales para la producción de cerámicas y metales.”
"El análisis de las herramientas encontradas en múltiples sitios muestra que la piedra original fue manipulada sistemáticamente para mejorar sus propiedades de fractura controlada,” añade el artículo.
El tratamiento por calor “exige un conocimiento avanzado del fuego y una elevada capacidad cognitiva, y aparece aproximadamente al mismo tiempo que las muestras generalizadas de comportamiento simbólico,” según los autores.
"Este fue el origen de la pirotecnología y el puente hacia la tecnología de la cerámica y la metalurgia más recientes,” manifestó Brown.
Más aún, según Marean, la complejidad del conocimiento que ya tenían estos hombres en el sur de Africa es “una prueba más de que este lugar pudo haber sido el punto de origen de la línea que conduce a los seres humanos modernos, que aparecieron hace entre 100.000 y 200.000 años” en ese continente.
Fuente: lasegunda.com
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