El Hobbit de la isla de Flores vuelve al ataque. Hacía tiempo que no salían noticias sobre el famosos y controvertido Homo floresiensis. Un nuevo estudio asegura que a pesar de que el LB1, único individuo completo, tiene un cráneo diminuto, eso no significa que no tuviese una inteligencia compleja.
Homo floresiensis El cerebro de este diminuto homínido que vivió hace unos 18 mil años, era del tamaño del de un chimpancé. Pero un análisis de la superficie interior del cráneo descubierto en 2003, muestra marcas que evidencian que poseía un cerebro complejo, con las capacidades intelectuales necesarias como para realizar herramientas líticas complejas.
El estudio fue realizado por el antropólogo Dean Falk de la Universidad estatal de Florida en Tallahassee, y fue dado a conocer el dos de abril en la reunión anual de la American Association of Physical Anthropologists. También fue publicado en el Journal of Human Evolution de febrero.
Lo que hizo Falk, fue comparar la superficie interior del cráneo del LB1, con cráneos de humanos modernos, y otros homínidos fósiles. La superficie interior del cráneo queda marcada por la anatomía del cerebro. “LB1 revela que la reorganización cortical se sostenía en cerebros del tamaño del de un mono al menos en una especia de homínidos”, dijo Falk. Obviamente, se refiere al floreciensis.
Hoy en día no se sabe cual es el origen de estos homínidos diminutos descubiertos en Indonesia, se ha propuesto que provienen directamente de los Homo erectus, o que son una especie que se ha vuelto enana a partir del Homo sapiens, y también se dijo que eran descendientes directos de los Australopitecos.
Pero el cerebro, aunque pequeño, es de tipo humano, si bien también es similar al de Australopithecus africanus, homínido de hace unos 3 millones de años. Según Falk, la superficie interior del cráneo de estos dos homínidos es similar. Si bien, la diferencia principal con los africanus es que el Hobbit posee características cerebrales que otros estudios han vinculado con formas complejas de pensamiento.
Características tales como el lóbulo frontal expandido, y otras regiones relacionadas en la actualidad con la integración de la información apoyarían un pensamiento creativo e innovador entre los Homo floresiensis.
Este estudio también descarta ya por completo la hipótesis que decía que el Hobbit no era más que un Homo sapiens con microcefalia.
Homo floresiensis El cerebro de este diminuto homínido que vivió hace unos 18 mil años, era del tamaño del de un chimpancé. Pero un análisis de la superficie interior del cráneo descubierto en 2003, muestra marcas que evidencian que poseía un cerebro complejo, con las capacidades intelectuales necesarias como para realizar herramientas líticas complejas.
El estudio fue realizado por el antropólogo Dean Falk de la Universidad estatal de Florida en Tallahassee, y fue dado a conocer el dos de abril en la reunión anual de la American Association of Physical Anthropologists. También fue publicado en el Journal of Human Evolution de febrero.
Lo que hizo Falk, fue comparar la superficie interior del cráneo del LB1, con cráneos de humanos modernos, y otros homínidos fósiles. La superficie interior del cráneo queda marcada por la anatomía del cerebro. “LB1 revela que la reorganización cortical se sostenía en cerebros del tamaño del de un mono al menos en una especia de homínidos”, dijo Falk. Obviamente, se refiere al floreciensis.
Hoy en día no se sabe cual es el origen de estos homínidos diminutos descubiertos en Indonesia, se ha propuesto que provienen directamente de los Homo erectus, o que son una especie que se ha vuelto enana a partir del Homo sapiens, y también se dijo que eran descendientes directos de los Australopitecos.
Pero el cerebro, aunque pequeño, es de tipo humano, si bien también es similar al de Australopithecus africanus, homínido de hace unos 3 millones de años. Según Falk, la superficie interior del cráneo de estos dos homínidos es similar. Si bien, la diferencia principal con los africanus es que el Hobbit posee características cerebrales que otros estudios han vinculado con formas complejas de pensamiento.
Características tales como el lóbulo frontal expandido, y otras regiones relacionadas en la actualidad con la integración de la información apoyarían un pensamiento creativo e innovador entre los Homo floresiensis.
Este estudio también descarta ya por completo la hipótesis que decía que el Hobbit no era más que un Homo sapiens con microcefalia.
Fuente: ScienceNews, neanderthalis.blogspot.com
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