Un estudio de científicos valencianos analizará los sedimentos marinos en el Golfo de Valencia
Hace 18.000 años, el mar se retiró hasta quedar a 120 metros por debajo del nivel actual y a casi 40 kilómetros de las actuales playas de Valencia. No fue culpa de un fenómeno geológico extremo, de un cataclismo súbito, sino de un clima extremadamente frío, un reino de hielo que dejó a los mares casi sin agua y que fue corrigiéndose en épocas posteriores, aunque nunca en un proceso uniforme o sostenido. Mientras tanto, los ríos y la propia vida marina fueron generando sedimentos en el Golfo de Valencia que vistos con ojos expertos pueden transformarse en una fotografía, un retrato exacto de cómo era el clima en cada época.
Un equipo de investigadores dirigido por Javier Alcántara, profesor de Geología Marina y Oceanografía Física de la Universitat Católica de Valencia iniciará en unas semanas la exploración de los sedimentos a bordo del buque oceanográfico Isla de Alborán.
Está previsto realizar hasta 40 "perfiles" que incluyen la columna de agua y un sondeo para obtener testigos del sedimento, del que se obtendrán muestras en cada centímetro de la vertical.
Javier Alcántara espera así poder reconstruir el paleoclima valenciano con un mínimo margen de error, incluso cuando investiguen los depósitos generados hace 20.000 años.
El investigador admite que es "inevitable" que se asocie su trabajo a la polémica que rodea al cambio climático, aunque la distancia es obvia: "La variabilidad del clima ha existido siempre, pero no es lo mismo centrarse en un fenómeno reciente, de entre 100 y 200 años, que introducirnos en un rango de 20.000 años, aunque a escala geológica no significan apenas nada", explica.
No obstante, analizar la columna sedimentaria en épocas de subida brusca de las temperaturas como la actual puede "ofrecer pistas sobre lo que está pasando ahora y enseñarnos los cambios producidos en las condiciones ambientales para cada variación de la temperatura".
Los sedimentos obtenidos recibirán un doble tratamiento: por un lado se trata de obtener su composición mineralógica para conocer detalles "sobre la intensidad de los aportes continentales, especialmente de los procedentes de los ríos", apunta el profesor, y, de otro, identificar y caracterizar la presencia de pequeños microfósiles de apenas unas micras-cocolitos- y de los restos de foraminíferos con un tamaño aproximado de 0,25 milimetros.
Los investigadores conocen series de estos organismos que se identifican con un clima concreto y actúan como testigos, tanto en la columna actual de agua, como en sondeos similares realizados en otros lugares del mundo. La posibilidad de establecer comparaciones añadida a la datación de los sedimentos mediante la técnica del Carbono 14 van a facilitar una lectura muy ajustada de la secuencia climática registrada en la C. Valenciana en los últimos 20.000 años.
Fuente: levante-emv.com
Un equipo de investigadores dirigido por Javier Alcántara, profesor de Geología Marina y Oceanografía Física de la Universitat Católica de Valencia iniciará en unas semanas la exploración de los sedimentos a bordo del buque oceanográfico Isla de Alborán.
Está previsto realizar hasta 40 "perfiles" que incluyen la columna de agua y un sondeo para obtener testigos del sedimento, del que se obtendrán muestras en cada centímetro de la vertical.
Javier Alcántara espera así poder reconstruir el paleoclima valenciano con un mínimo margen de error, incluso cuando investiguen los depósitos generados hace 20.000 años.
El investigador admite que es "inevitable" que se asocie su trabajo a la polémica que rodea al cambio climático, aunque la distancia es obvia: "La variabilidad del clima ha existido siempre, pero no es lo mismo centrarse en un fenómeno reciente, de entre 100 y 200 años, que introducirnos en un rango de 20.000 años, aunque a escala geológica no significan apenas nada", explica.
No obstante, analizar la columna sedimentaria en épocas de subida brusca de las temperaturas como la actual puede "ofrecer pistas sobre lo que está pasando ahora y enseñarnos los cambios producidos en las condiciones ambientales para cada variación de la temperatura".
Los sedimentos obtenidos recibirán un doble tratamiento: por un lado se trata de obtener su composición mineralógica para conocer detalles "sobre la intensidad de los aportes continentales, especialmente de los procedentes de los ríos", apunta el profesor, y, de otro, identificar y caracterizar la presencia de pequeños microfósiles de apenas unas micras-cocolitos- y de los restos de foraminíferos con un tamaño aproximado de 0,25 milimetros.
Los investigadores conocen series de estos organismos que se identifican con un clima concreto y actúan como testigos, tanto en la columna actual de agua, como en sondeos similares realizados en otros lugares del mundo. La posibilidad de establecer comparaciones añadida a la datación de los sedimentos mediante la técnica del Carbono 14 van a facilitar una lectura muy ajustada de la secuencia climática registrada en la C. Valenciana en los últimos 20.000 años.
Fuente: levante-emv.com
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