El asentamiento paleolítico del monte de Valverde, en Monforte, fue un mirador privilegiado que permitía a los primitivos habitantes de la zona controlar visualmente una gran porción de este territorio. La visibilidad que disfrutaban desde este punto ha podido ser reconstruida con precisión gracias a una técnica que se aplica por primera vez a un yacimiento paleolítico gallego, aunque ya se utilizó para el estudio de algunos yacimientos castreños.
Para delimitar el territorio que puede avistarse desde el monte de Valverde se utilizaron los llamados sistemas de información geográfica (SIG), unos programas informáticos que se emplean para la investigación científica y arqueológica, para la planificación urbanística y para evaluaciones de impacto ambiental, entre otros usos. Con este sistema se confeccionó un mapa en el que se detalla la superficie visible desde el referido asentamiento paleolítico. La imagen situada junto a estas líneas fue elaborada a partir de este mapa, que se publicó dentro de un trabajo editado por la revista científica Cuaternario y Geomorfología -también difundido en Internet-, en el que se resumen las investigaciones de los yacimientos paleolíticos del sur lucense que coordina desde el 2006 la USC.
Seguimiento de rebaños
La amplia visibilidad que proporciona este paraje permitía a sus pobladores seguir de lejos los movimientos de los rebaños de herbívoros, cuya caza era para ellos una fuente principal de subsistencia. El monte de Valverde se halla además estratégicamente situado junto a una vaguada -por la que ahora discurre la carretera LU-546- que constituye el principal paso natural entre las depresiones de Monforte y Bóveda.
El asentamiento, según explica el arqueólogo Arturo de Lombera, responde a un patrón característico de las etapas avanzadas del Paleolítico, una época en la que los grupos de cazadores-recolectores escogían lugares elevados y provistos de gran visibilidad, con peñascos que pudiesen servir de abrigo. «Otros yacimientos más primitivos que se encontraron en la zona, como los de As Lamas, responden a otro patrón de asentamiento muy diferente», señala. «En esos períodos, los grupos humanos no se preocupaban tanto por el control visual del territorio y preferían asentarse sobre todo en las zonas húmedas, cerca de los ríos y lagunas. Es decir, que ocupaban sobre todo tierras bajas», añade.
Los responsables de este proyecto de investigación tienen previsto realizar estudios similares en otros asentamientos del sur lucense. En esta parte de la labor cuentan con la colaboración de científicos de la Universidad de Arizona, que destacan especialmente en el uso de los programas SIG para las investigaciones arqueológicas.
Relaciones con O Xistral
Los arqueólogos creen, por los materiales hallzados, la existencia de posibles relaciones de intercambio entre los antiguos pobladores de esta zona y los de la sierra de O Xistral, donde existen afloramientos de este mineral y donde se conocen numerosos asentamientos del mismo tipo que el de Valverde.
La mayoría de estas piezas, que aún no se pudieron datar con más precisión, aparecieron en la superficie del terreno y seguramente fueron desenterradas hace pocos años debido a la construcción de una pista forestal. El año pasado se efectuó en la zona una pequeña cata arqueológica, pero todavía no se ha realizado una excavación, algo que los arqueólogos esperan llevar a cabo más adelante.
Fuente: lavozdegalicia.es
Para delimitar el territorio que puede avistarse desde el monte de Valverde se utilizaron los llamados sistemas de información geográfica (SIG), unos programas informáticos que se emplean para la investigación científica y arqueológica, para la planificación urbanística y para evaluaciones de impacto ambiental, entre otros usos. Con este sistema se confeccionó un mapa en el que se detalla la superficie visible desde el referido asentamiento paleolítico. La imagen situada junto a estas líneas fue elaborada a partir de este mapa, que se publicó dentro de un trabajo editado por la revista científica Cuaternario y Geomorfología -también difundido en Internet-, en el que se resumen las investigaciones de los yacimientos paleolíticos del sur lucense que coordina desde el 2006 la USC.
Seguimiento de rebaños
La amplia visibilidad que proporciona este paraje permitía a sus pobladores seguir de lejos los movimientos de los rebaños de herbívoros, cuya caza era para ellos una fuente principal de subsistencia. El monte de Valverde se halla además estratégicamente situado junto a una vaguada -por la que ahora discurre la carretera LU-546- que constituye el principal paso natural entre las depresiones de Monforte y Bóveda.
El asentamiento, según explica el arqueólogo Arturo de Lombera, responde a un patrón característico de las etapas avanzadas del Paleolítico, una época en la que los grupos de cazadores-recolectores escogían lugares elevados y provistos de gran visibilidad, con peñascos que pudiesen servir de abrigo. «Otros yacimientos más primitivos que se encontraron en la zona, como los de As Lamas, responden a otro patrón de asentamiento muy diferente», señala. «En esos períodos, los grupos humanos no se preocupaban tanto por el control visual del territorio y preferían asentarse sobre todo en las zonas húmedas, cerca de los ríos y lagunas. Es decir, que ocupaban sobre todo tierras bajas», añade.
Los responsables de este proyecto de investigación tienen previsto realizar estudios similares en otros asentamientos del sur lucense. En esta parte de la labor cuentan con la colaboración de científicos de la Universidad de Arizona, que destacan especialmente en el uso de los programas SIG para las investigaciones arqueológicas.
Relaciones con O Xistral
Los arqueólogos creen, por los materiales hallzados, la existencia de posibles relaciones de intercambio entre los antiguos pobladores de esta zona y los de la sierra de O Xistral, donde existen afloramientos de este mineral y donde se conocen numerosos asentamientos del mismo tipo que el de Valverde.
La mayoría de estas piezas, que aún no se pudieron datar con más precisión, aparecieron en la superficie del terreno y seguramente fueron desenterradas hace pocos años debido a la construcción de una pista forestal. El año pasado se efectuó en la zona una pequeña cata arqueológica, pero todavía no se ha realizado una excavación, algo que los arqueólogos esperan llevar a cabo más adelante.
Fuente: lavozdegalicia.es
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