Las investigaciones del yacimiento confirman la ocupación humana del refugio hace al menos 20.000 años
Los investigadores consideran que la cueva del Hueso, situada en Pillarno, es un referente para estudiar la transición entre el Paleolítico Medio y el Superior, en la zona de la costa central de Asturias. La cueva del Hueso, en Pillarno, es uno de los elementos del patrimonio cultural de Castrillón que, junto con el arrecife Devónico y el conjunto histórico industrial de Arnao y el castillo de Gauzón, quiere recuperar el Gobierno local (IU-PSOE). Hace un año se acometió un trabajo de campo de un mes en el que los arqueólogos Alejandro García e Iván Muñiz realizaron un reconocimiento de la zona y recogieron algunos materiales para su estudio. Los primeros resultados de esa investigación desvelan que la cueva tuvo una ocupación hace 20.000 años, tal y como demuestran las dataciones del carbono 14.
«Además es muy importante otro resultado que habla de ocupación hace 32.000 años: investigaremos si son restos asociados a ocupación humana», explica Alejandro García. Y resume: «Conseguir datos es ir juntando las piezas de un puzle».
La cueva del Hueso está siendo estudiada por un amplio equipo de expertos del laboratorio del Cuaternario del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo. Junto con García y Muñiz , Miguel Arbizu, Diego Álvarez-Lao, Pablo Turrero y Gema Adán están analizando el material encontrado en las excavaciones realizadas en la primavera de 2008, en la que se recuperaron 620 restos óseos correspondientes a macromamíferos.
El conjunto paleontológico de la cueva del Hueso pertenece al Pleistoceno Superior (hace entre 120.000 y 10.000 años). También se la conoce por los nombres populares de cueva del Güeso o de la Peña de Tante. Tiene una longitud de 21 metros y consta de dos sectores, un pasillo recto y una sala o camarín, al fondo de la cavidad. El pasillo ha sido una de las zonas más saqueadas por su fácil acceso y en las excavaciones de hace un año, entre los restos encontrados, destacan dientes de rinoceronte de estepa (»Stephanorhinus hemitoechus»); un material que el equipo del laboratorio del Cuaternario de Oviedo considera que tiene «un gran interés dado que esta especie es muy escasa en los yacimientos asturianos». Se han identificado con seguridad restos de rinoceronte en la Cueva del Conde (Santo Adriano). Hay controlados 34 yacimientos en la Península Ibérica con restos de esta especie, seis de los cuales corresponden al Pleistoceno Medio y los 28 restantes al Pleistoceno superior. El ejemplar de la cueva del Hueso, según el equipo de la Universidad de Oviedo, tiene más de 42.650 años.
En un nivel inferior del pasillo se han encontrado también restos de industria lítica, entre ellos una azagaya con monobisel lateral propio de los inicios del Paleolítico Superior, unos materiales que permiten detectar la presencia de humanos, posiblemente cazadores. «Es posible que la ocupación humana de la cavidad fuese estacional, por lo que humanos y carnívoros podrían no haber coincidido», sostiene el equipo de Miguel Arbizu.
En el camerín del fondo de la cueva se han identificado cinco niveles. El de mayor desarrollo, el número tres, acogía restos óseos de lobos, ciervos, caballos y zorros, entre otros mamíferos. Los expertos consideran que era «un cubil de carnívoros y no se han encontrado vestigios de presencia humana». El estudio de la Universidad de Oviedo concluye que «los conjuntos faunísticos presentes en todos los niveles de la cueva indican unas condiciones climáticas reinantes templadas».
«Un yacimiento como el de la cueva del Hueso nos merece prestarle gran atención y vamos a proteger la zona y potenciar los estudios», explicó Ramón Martínez Campo. El concejal de Hacienda y patrimonio de Castrillón destacó que Miguel Arbizu también está realizando un gran trabajo en el estudio del arrecife Devónico de Arnao, de 400 millones de años.
Fuente: lne.es
«Además es muy importante otro resultado que habla de ocupación hace 32.000 años: investigaremos si son restos asociados a ocupación humana», explica Alejandro García. Y resume: «Conseguir datos es ir juntando las piezas de un puzle».
La cueva del Hueso está siendo estudiada por un amplio equipo de expertos del laboratorio del Cuaternario del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo. Junto con García y Muñiz , Miguel Arbizu, Diego Álvarez-Lao, Pablo Turrero y Gema Adán están analizando el material encontrado en las excavaciones realizadas en la primavera de 2008, en la que se recuperaron 620 restos óseos correspondientes a macromamíferos.
El conjunto paleontológico de la cueva del Hueso pertenece al Pleistoceno Superior (hace entre 120.000 y 10.000 años). También se la conoce por los nombres populares de cueva del Güeso o de la Peña de Tante. Tiene una longitud de 21 metros y consta de dos sectores, un pasillo recto y una sala o camarín, al fondo de la cavidad. El pasillo ha sido una de las zonas más saqueadas por su fácil acceso y en las excavaciones de hace un año, entre los restos encontrados, destacan dientes de rinoceronte de estepa (»Stephanorhinus hemitoechus»); un material que el equipo del laboratorio del Cuaternario de Oviedo considera que tiene «un gran interés dado que esta especie es muy escasa en los yacimientos asturianos». Se han identificado con seguridad restos de rinoceronte en la Cueva del Conde (Santo Adriano). Hay controlados 34 yacimientos en la Península Ibérica con restos de esta especie, seis de los cuales corresponden al Pleistoceno Medio y los 28 restantes al Pleistoceno superior. El ejemplar de la cueva del Hueso, según el equipo de la Universidad de Oviedo, tiene más de 42.650 años.
En un nivel inferior del pasillo se han encontrado también restos de industria lítica, entre ellos una azagaya con monobisel lateral propio de los inicios del Paleolítico Superior, unos materiales que permiten detectar la presencia de humanos, posiblemente cazadores. «Es posible que la ocupación humana de la cavidad fuese estacional, por lo que humanos y carnívoros podrían no haber coincidido», sostiene el equipo de Miguel Arbizu.
En el camerín del fondo de la cueva se han identificado cinco niveles. El de mayor desarrollo, el número tres, acogía restos óseos de lobos, ciervos, caballos y zorros, entre otros mamíferos. Los expertos consideran que era «un cubil de carnívoros y no se han encontrado vestigios de presencia humana». El estudio de la Universidad de Oviedo concluye que «los conjuntos faunísticos presentes en todos los niveles de la cueva indican unas condiciones climáticas reinantes templadas».
«Un yacimiento como el de la cueva del Hueso nos merece prestarle gran atención y vamos a proteger la zona y potenciar los estudios», explicó Ramón Martínez Campo. El concejal de Hacienda y patrimonio de Castrillón destacó que Miguel Arbizu también está realizando un gran trabajo en el estudio del arrecife Devónico de Arnao, de 400 millones de años.
Fuente: lne.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario