miércoles, 28 de octubre de 2009

Neandertales en el Valle Alto del Lozoya

Excavación en el Abrigo de Navalmaíllo (Madrid)- E.B.

Al iniciar, en el año 2002, el estudio del poblamiento prehistórico en el Valle Alto del río Lozoya, en la sierra madrileña, no podíamos ni sospechar, aunque éramos muy optimistas, el ritmo que adoptarían los acontecimientos. En efecto, la idea inicial consistía en intervenir en un yacimiento paleontológico de Pinilla del Valle al objeto de conseguir su protección física y jurídica, su limpieza y acondicionamiento para la visita, y, de paso, su revisión científica.

Dicho yacimiento se conocía desde 1979 y en él, hasta 1989, un equipo de paleontólogos de la Universidad Complutense, con Alférez, Maldonado, Molero e Iñigo a su cabeza, descubrió una gran cantidad de restos faunísticos fósiles y, entre ellos, dos molares humanos que colocaron este yacimiento en el escaso listado de lugares con restos humanos anteriores a nuestra especie en la Península Ibérica, y el único en la Comunidad de Madrid.

Pero tanto la cronología como, sobre todo, el origen tafonómico de esta excepcional acumulación de fósiles fueron discutidos desde el primer momento en el seno de la comunidad científica.

Así es, Alférez y su equipo, con mucho voluntarismo y los escasos medios económicos y técnicos de entonces, atribuyeron el yacimiento a un origen antrópico de fines del Pleistoceno Medio, hace unos 200.000 años.

Ilustración de un grupo de neandertales en el Abrigo de Navalmaíllo (Madrid)- DIONISIO ÁLVAREZ / ENRIQUE BAQUEDANO

Las nuevas campañas de excavación y prospección en la zona de los Calveros y, singularmente, en el Calvero de la Higuera, nos han permitido determinar que el yacimiento de la Cueva del Camino es un cubil de hienas formado en el último interglaciar, el Eemiense, (durante el estadio isotópico 5), entre 100.000 y 90.000 años. Pero, al tiempo que esta revisión nos producía, a qué negarlo, una gran decepción, comenzó a producirse una serie de hallazgos cada campaña más excepcionales, que nos llevan a un balance provisional verdaderamente espectacular.

Conformando un equipo interdisciplinar dirigido por Juan Luis Arsuaga, Enrique Baquedano y Alfredo Pérez-González, que ha aprovechado la gran capacidad científica de nuestro país en esta materia, hemos podido descubrir que el Calvero de la Higuera contiene una formación kárstica en la roca dolomítica que la convierte en una especie de queso gruyere, con un sinfín de cavidades, galerías, torcas y dolinas que se conectan entre ellas. Las bocas de estas cuevas y abrigos están repletas de hallazgos arqueológicos en forma de campamentos humanos, cubiles de carnívoros o ambos casos alternativamente.

Dos son los yacimientos más interesantes, a expensas de que la Cueva Des-Cubierta este verano nos depare nuevos hallazgos: el Abrigo de Navalmaíllo y la Cueva de la Buena Pinta.

El yacimiento del Abrigo de Navalmaíllo descubierto en 2002 tiene tres niveles, al menos, de ocupación: el inferior (H) sólo testimoniado por el momento, el intermedio (F + D) y el superior (Alfa + Beta).

El nivel intermedio, datado en 77.000 años, contiene uno de los mayores campamentos de neandertales, Homo neanderthalensis, de la Península Ibérica con unos 350 metros cuadrados de extensión. Conserva íntegra la disposición de hogares y distintas zonas de actividad, así como restos de los animales consumidos (rinocerontes de estepa, uros, caballos, ciervos, etcétera) y sus instrumentos (lascas, denticulados, raederas, puntas, etcétera) tallados en cuarzo, sílex, cuarcita, pórfido y cristal de roca, salvo una pequeña zona alterada por la excavación de un horno para hacer cal, una calera, en el siglo XIV.

El nivel superior, con más de 40.000 años de antigüedad, se trata de una ocupación menor entre los bloques desprendidos de la cornisa del abrigo. La industria lítica y las faunas aprovechadas no difieren mucho del nivel intermedio, en lo que constituyen manifestaciones claras del complejo tecnológico llamado musteriense, propio de los neandertales clásicos.

El yacimiento de la Cueva de la Buena Pinta, descubierto en 2003, además de un enterramiento de la Edad del Bronce, de hace 3.500 años, contiene un cubil de hienas de hace 63.000. Aquí las hienas, en un ambiente bastante más frío que los yacimientos antes comentados, se refugiaron y aportaron el fruto de su predación, caza y carroñeo, para alimentar a sus crías. Las hienas también predan sobre otros carnívoros, no como sus competidores los neandertales, que se alimentan de herbívoros en exclusiva y, preferentemente, de gran tamaño.

Pero las hienas, excelentes aliados de los arqueozoólogos, nos aportan una representación bastante completa de la fauna de su entorno. Nos han ofrecido, en Buena Pinta: faunas más frías como castor y marmota y sobre todo la pika o liebre silbadora, el único ejemplar en la Península Ibérica, y, la estrella, otros dos molares que amplían la lista de fósiles humanos.

En el Calvero de la Higuera, a escasos 130 metros de distancia entre ellos (y 30.000 años de separación en el tiempo), tenemos dos yacimientos con restos humanos anteriores a nuestra especie. Caso único, junto a Atapuerca, en la Península Ibérica.

En 2004 descubrimos otra madriguera de hienas en el Abrigo del Ocelado y este verano de 2009 hemos localizado la Cueva Des-Cubierta que auguran más y más antiguos hallazgos.

En definitiva, un trabajo continuado y sistemático durante ocho años nos permite reconstruir la vida (y la muerte) durante al menos 100.000 años en ese refugio excepcional del Valle del Lozoya en que, a finales de verano, se conservan los mejores pastos en pos de los cuales subían las manadas de herbívoros ya citados, y los grandes depredadores (leones, leopardos, cuones, o perros rojos, lobos, osos e hienas), entre los cuales, se encontraban los homínidos neandertales.

Reconstruir las escenas que se produjeron en este valle recoleto antes del máximo glaciar, al final de la glaciación würmiense (entre 30.000 y 11.500 años), es uno de los retos más apasionantes que nos hemos propuesto cuantos, verano tras verano, con tanta emoción como respeto, hurgamos en las entrañas de la tierra a la caza de elementos que nos ayuden a desenterrar esta maravillosa historia.


Fuente: elpais.com


Hallan en México el sitio de cultura más antigua en América


El sitio localizado en Sonora, tiene la más amplia evidencia de la presencia de la Cultura Clovis. Los arqueólogos descubrieron encontrados vestigios de la caza y destazo de mastodontes y otros animales del Pleistoceno

Arqueólogos mexicanos y estadounidenses descubrieron un sitio que contiene la más amplia evidencia registrada en México de la presencia de la Cultura Clovis, la más antigua identificada hasta ahora en América.

El sitio, en el noroeste del estado mexicano de Sonora, extiende al norte de México el campo de acción de dicha cultura que vagó por Norteamérica hace unos 13 mil años.

El hallazgo fue hecho por un equipo de arqueólogos encabezado por Vance Holliday, de la Universidad de Arizona en Tucson; y por Guadalupe Sánchez Miranda, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.

El descubrimiento fue expuesto en la reunión anual de la Sociedad Geológica de América, celebrada la semana pasada en Portland, Oregon, y difundidos por "Nature Journal" , un semanario especialización en ciencias.

En el sitio, fueron encontrados vestigios de la caza y destazo de mastodontes americanos y otros animales del periodo Pleistoceno, que comprende las últimas glaciaciones.

En el lugar, denominado por los arqueólogos "El Fin del Mundo" , ubicado a unos 230 kilómetros al noroeste de Hermosillo, se descubrieron vestigios de los animales, y muy cerca de ahí, un yacimiento de cristal de cuarzo que fue usado para hacer puntas de proyectil y otros artefactos.

Los arqueólogos encontraron instrumentos para raspar y cortar, entre otros artefactos de caza.

Destaca el hallazgo de una punta Clovis de sílex blanco. La punta de lanza de piedra Clovis tiene un grado de perfección y belleza no habitual en épocas prehistóricas.

Análisis de radiocarbono de los artefactos y huesos localizados sugieren que fueron dejados ahí hace casi 13 mil años y que el sitio estuvo alguna vez cerca de un arroyo.

Los arqueólogos, que encontraron el lugar en febrero de 2007, han realizado dos temporadas de investigación de campo y muchos de los estudios de contextos arqueológicos, paleontología y otros están aún en proceso.

De acuerdo con Sánchez Miranda, éste es el primer sitio de caza y destazamiento de mastodontes y otros animales del Pleistoceno que se descubre en México desde 1957.

Sitios de la Cultura Clovis han sido localizados a lo largo de Estados Unidos, con la mayor concentración de ellos al norte de la frontera mexicana, en la cuenca del Río San Pedro, en el sureste de Arizona.

Sin embargo, los arqueólogos conocen muy poco sobre las actividades de esta cultura en lo que ahora es México.

El nombre de esta cultura proviene de la localidad de Clovis, Nuevo México, comunidad próxima al lugar donde en 1929 fueron encontradas por primera vez las piezas que la caracterizan.

La teoría de que los Clovis fueron los primeros habitantes de América, había sido ampliamente aceptada por los arqueólogos hasta hace unos años.

No obstante, descubrimientos recientes como los de Monte Verde en Chile y otros en Argentina y Brasil están replanteado completamente dicha teoría.

Fuente: eluniversal.com.mx

martes, 27 de octubre de 2009

La hipotesis de si los “Neandertales tuvieron sexo con humanos”, aun esta por verse.

Svante Pääbo, experto en genomas de ambas especies

Hace alrededor de 30 mil años, en algún rincón de Europa, dos grupos en competencia se encontraron: eran los humanos modernos, Homo sapiens sapiens, que habían iniciado su inexorable expansión por el mundo, y que se toparon con un continente habitado por los neandertales, Homo sapiens neanderthalensis. Estos últimos no sobrevivieron al encuentro y eventualmente fueron barridos del mapa. Pero antes de ello ocurrió algo imaginable pero muy difícil de comprobar: los humanos tuvieron relaciones sexuales con los neandertales.

La afirmación no la hizo un científico novato con ansias de ascender a la popularidad. La hizo Svante Pääbo, un connotado investigador que dirige el área de genética en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig.

Pääbo soltó su bomba en una conferencia que impartió en el legendario Laboratorio Cold Spring Harbor, cercano a Nueva York, donde además de decirse seguro de que hubo el cruce de la barrera entre especies, matizó el asunto señalando que aún estaba por verse cuán “productivo” había sido el encuentro sexual.

Para explorar esta peculiar pregunta, Pääbo está analizando el ADN de varios especímenes fósiles de toda Europa, explorando los genomas de los neandertales para compararlos con los de humanos modernos y los de chimpancés. La idea es poder trazar con gran detalle el pasado de las tres especies para encontrar el punto en que nacieron de algún ancestro común.

El informe sobre la revelación de Pääbo lo publicó The Sunday Times, el cual recapituló lo conocido sobre los neandertales y su destino. Conforme a lo que se sabe, hace alrededor de 40 mil años grupos de humanos modernos salieron de África y se movieron hacia Europa y Asia. En Europa se encontraron bien asentados a los neandertales, y durante entre diez mil y 12 mil años, ambas especies coexistieron en el gélido ambiente europeo hasta que los neandertales simplemente se extinguieron. Pero quedaba la duda: ¿se mezclaron? ¿Superaron la reticencia biológica y tuvieron sexo?

Pääbo cree que sí, y tiene dudas prácticas qué perseguir. “En lo que realmente estoy interesado es en saber si tuvimos descendencia entonces y si aquellos niños aportaron para nuestra variación hoy”, dijo. “Estoy seguro de que tuvieron sexo pero, ¿produjo eso progenie que contribuyó para hacernos? Podremos responder con bastante rigor con la nueva secuencia” del genoma de un neandertal.

Las aclaraciones urgen, porque en los últimos años los hallazgos de ejemplares de la especie desaparecida ofrecen resultados contradictorios que no han hecho sino alimentar más dudas. Según The Sunday Times, algunos fósiles presentan características tanto humanas como propias de los neandertales; esto sugeriría que se cruzaron y que ambos aportaron rasgos a la descendencia.

Pero los estudios puramente genéticos indican que los genes de los neandertales no se parecían mucho a los del hombre moderno.

Hace unos días, otro de los protagonistas de estos estudios, el británico Chris Stringer, jefe de Orígenes Humanos en el Museo de Historia Natural de Londres, sugirió ante la Royal Society una idea lo suficientemente amplia como para aceptar los dos tipos de evidencias.

“Es posible que los neandertales y los humanos fueran genéticamente incompatibles, de modo que pudieron haberse cruzado, pero sus hijos habrían sido menos fértiles”, dijo Stringer.

Su idea no es precisamente nueva, y puede apreciarse en las cruzas de otras especies: leones con tigres, caballos con cebras...

“Yo solía creer que los neandertales eran primitivos”, declaró Stringer, “pero en los últimos 10 mil a 15 mil años antes de que desaparecieran, hace unos 30 mil años, los neandertales ofrecían a sus muertos funerales complejos, y fabricaban herramientas y joyas, como cuentas perforadas, tal como los humanos modernos”.

Parte del problema que enfrenta Pääbo en su intento por probar sus palabras es el hecho de que ha transcurrido mucho tiempo desde la extinción de los neandertales. Esto significa que si aportaron algo al genoma de los humanos modernos, su contribución pudo haberse diluido en el tiempo hasta quedar por debajo del umbral de detección. Pero el científico no pierde la esperanza, y buscará genes específicamente humanos en el genoma de los neandertales.

El otro genoma

Svante Pääbo hizo su primera aportación a la conexión entre humanos modernos y neandertales en 1997, cuando secuenció ADN mitocondrial de varios de estos últimos.

En 2006, el grupo de Pääbo publicó que con la tecnología de la firma 454 Sciences era posible recuperar material genético de mamuts y otros animales cuaternarios.

El 12 de febrero de este año, todo el equipo anunció un hito clave: el primer borrador de un genoma de neandertal completo. Más de 60 por ciento del código, más de 3 mil millones de pares de bases.

Fuente: milenio.com

lunes, 26 de octubre de 2009

En la gruta de los neanderthales

HALLAZGO. Saca a la luz un hueso de ciervo. /LOSAS

Nuevos hallazgos en la excavación del Tossal de la Font ratifican la reconocida importancia arqueológica de Vilafamés

Son las cuatro de la tarde. El municipio de Vilafamés duerme la siesta y las calles, que permanecen desiertas, todavía huele a 'olla' y a 'tombet'. Hemos quedado con el grupo arqueológico que durante estas dos semanas excavan en el yacimiento del Tossal de la Font. Tras un café, el equipo científico nos guía por las vías del pueblo hasta que, después de ascender un barranco pétreo, nos topamos con lo que parecen las fauces de la montaña. Éstas, dentadas con una empalizada metálica, ocultan en su interior un tesoro: uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del oriente peninsular.

Alrededor de la cavidad se esparcen carretillas, pinceles, brochas, martillos, formones y botellas de agua. Su corazón está vertebrado por andamios que hacen de arterias, comunicando el interior de las distintas partes de la abertura. Pese a que ésta es muy profunda y «forma parte de una red de galerías de más de dos kilómetros», según estudios del Club de Espeleología de Castellón, el equipo indaga en apenas cinco metros cuadrados buscando huellas del paso del Hombre Neanthertal.

Bajo el ruido de los martillazos y venciendo a la penumbra mediante barras de luz Andreu Ollé, investigador del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (ICPHE), explica como se formó el yacimiento. «La brecha se produjo por un movimiento tectónico que, poco a poco se saturó con el sedimento arcilloso arrastrado por el agua. Mediante este arrastre, los restos animales y humanos se fosilizaron junto a la masa arcillosa en la hendidura».

El yacimiento del Tossal de la Font se intervino por primera vez en los años ochenta bajo la dirección de Francesc Gusi. Fue entonces cuando se descubrieron los tres restos óseos que impregnaron al cerro de la exclusividad de la que goza. «Ni en Cataluña hemos encontrado restos de neanderthales de esta datación, tan sólo la Cueva de Bolomor en Valencia se asemeja a ésta». Y es que «los fragmentos de humero, coxal y molar son la prueba fehaciente de que hace unos 90.000 años, los antepasados neandertales habitaban este territorio», comenta el paleoantropólogo de la expedición, mientras intenta extraer un hueso fosilizado que acaba de hallar.

En 2004, con la colaboración del ICPHE, la UJI y el Servei de d'Investigacions Arqueològiques i Prehistòriques de la Diputación, se reprendieron las investigaciones en la Cova Dalt del Tossal de la Font. En la actualidad, según detalla Andreu Ollé «se han extraído mas de 200 huesos, en su mayoría de ciervos. También hemos encontrado restos de caballos, tortugas, linces, hienas e incluso el colmillo de un rinoceronte, que también habitaban por aquí».

Por ahora, el objetivo principal del grupo de especialistas es «realizar un estudio detallado que nos ayude a reproducir un fotograma de la manera en que vivían los homínidos que moraron esta tierra, saber como se alimentaban y en que clima se desarrollaban».

Para ello, realizan un trabajo casi de cantera. En un hormigueo constante, sacan cubos de sedimento que criban en el exterior para que posteriormente sean analizados en el laboratorio. A través de este método ya han descubierto fragmentos de sílex y lascas que sirvieron de intrumentos para rasgar la piel de los animales. Por otro lado, se han advertido pequeños cortes lineales en la osamenta examinada bajo el microscopio, que corroboran la manipulación por parte de los antiguos moradores.

Así, no es descabellado pensar que las comarcas de interior de la provincia de Castellón fueron un espacio importantísimo para la evolución de la especie humana, desde los neanderthales más arcaicos hasta nuestro familiar más reciente, el hombre de cromagnon. Sobretodo si se atiende a los numerosos yacimientos que hasta ahora se han explorado. Sin ir más lejos, a tan solo veinte metros bajo este 'tossal', se ubica la Cova Matutano, de una antigüedad de 14.000 años, en cuyo interior se halla una de las mejores representaciones de arte mueble epipaleolítico de la Península. Se confirma pues, como manifestó la arqueóloga de la UJI Carmen Olaria, una de las mayores expertas en este otro yacimiento, que «Vilafamés és un bressol de la història».

Fuente: lasprovincias.es

lunes, 19 de octubre de 2009

El trozo de carne que cambió la evolución del ser humano


¿Qué papel desempeñó la comida en la evolución de las sociedades humanas? Resulta clara la función de la agricultura y la ganadería en el establecimiento de los primeros grupos organizados de individuos pero poco se sabe sobre cómo se fueron dando los avances en ambas materias.

Un grupo de científicos de la Universidad de Tel Aviv acaba de presentar una investigación que aporta nuevas pistas sore cómo y cuándo se desarrollaron los hábitos comunales de despiece y corte de la carne. Los resultados de su investigación pueden cambiar el modo en el que tanto antropólogos como arqueólogos y zoólogos piensan sobre el desarrollo evolucionario, la economía y los comportamientos sociales a lo largo de milenios.

Durante el fin del Paleolítico inferior (un periodo entre 400.000 y 200.000 años atrás) los humanos comenzaron a cazar y a compartir la carne de un modo diferente a como lo habían hecho hasta el momento. Los resultados de las exploraciones arqueológicas realizadas en la cueva de Qesem, en Israel, han sido publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS).

Avances en la organización social

“Las marcas de corte que estamos encontrando son más abundantes y orientadas de un modo aleatorio que aquellas observadas en momentos posteriores, como en el Paleolítico medio y el superior”, explica Avi Gopher, profesor del departamento de Arqueología de la universidad israelí. “Lo que esto podría significar”, continúa, “es que o bien una persona del clan cortaba la carne para el grupo en varios episodios a lo largo del tiempo o bien múltiples personas se encargaban de cortarlas en equipos”. Los resultados permiten avanzar en cuestiones relativas a la organización social y las estructuras en esos grupos de cazadores y recolectores.

De África a Canadá en los últimos 200.000 años “hay patrones distintivos sobre cómo se cazaba, quién poseía las piezas conseguidas y cómo se cortaba y compartía la carne de los animales”, en palabras de Gopher. En este período reciente “los patrones de reparto de la carne y la caza responden a una línea clara. Pero en la cueva de Qesem estaba ocurriendo algo diferente: Hubo un cambio distintivo hace 200.000 años y tanto arqueólogos como antropólogos podrían tener que reinterpretar los rituales de caza y el reparto de alimentos.

Las prácticas de pitanza pueden, de acuerdo con el profesor Gopher, explicar cómo los humanos se enfrentaban al peligro y de qué modo organizaban sus sociedades. Los hallazgos en la cueva de Qesem demuetran que el hombre ya se encontraba en la cima de la cadena alimenticia durante este periodo. Tanto el equipo israelí como la profesora Mary Stiner, de la Universidad de Arizona en Tucson, creen que los habitantes de Qesem cazaban en cooperativa, trasladando posteriormente las mejores piezas a la cueva donde se cortaban usando herramientas de piedra afiladas y eran puestas al fuego para cocinarlas.

“Creemos que estos datos reflejan un modo diferente de cazar y compartir”, afirma Gopher. “El asunto es que hace unos 200.000 años o antes hubo un cambio en el comportamiento. ¿Qué significa? Habrá que esperar un tiempo y realizar más excavaciones para encontrar una respuesta”, asegura.

Fuente: elconfidencial.com

Imágenes de los lucenses primitivos

Neandertales en Cova Eirós (Triacastela), donde se encontró el yacimiento gallego más importante de la especie

El arqueólogo y dibujante Xurxo Constela realizó las reconstrucciones de los hábitats paleolíticos de Lugo

La reconstrucción artística de los hábitats en que se vivieron los pobladores primitivos de las tierras lucenses ha dado sus primeros pasos de la mano del arqueólogo y dibujante Xurxo Constela, que ha proporcionado una imagen a los habitantes paleolíticos de este territorio basándose en las investigaciones realizadas hasta la fecha. La ilustración que figuran en esta página es la primeras que reflejan los descubrimientos realizados en la zona sur de la provincia desde el 2006, dentro del conocido proyecto científico que coordina la USC.

Las imágenes recrean las especies humanas características de cada uno de los tres grandes períodos del Paleolítico, ubicadas en tres tipos muy diferentes de asentamientos. La más antigua corresponde al yacimiento del Paleolítico Inferior descubierto en As Lamas, en las afueras de Monforte, que fue excavado por primera vez la pasada primavera. Los artefactos encontrados en esta zona aún no han sido datados con exactitud, pero por su tipología corresponden sin duda a la industria achelense, característica de ese período. Las industrias líticas localizadas en esta zona proceden de campamentos al aire libre, un tipo de poblamiento más común en esos tiempos que las cavernas.

Le sigue en antigüedad el yacimiento neandertal encontrado el año pasado en Cova Eirós (Triacastela), el más importante asentamiento de esta especie que se ha descubierto hasta ahora en Galicia. En este caso, sí se conoce con bastante precisión la edad de los numerosos restos arqueológicos localizados en el lugar, que según las mediciones realizados con los métodos del carbono 14 y la termoluminiscencia del cuarzo tienen en torno a 84.000 años.

La tercera de estas reconstrucción gráficas corresponde a una etapa mucho más reciente de la prehistoria, en la que el hombre de Neandertal ya se había extinguido y en la que el continente estaba habitado únicamente por el hombre de Cromañón, es decir, nuestra propia especie.

El escenario está en este caso en la sierra de O Xistral, en un yacimiento típico del Paleolítico Superior final que fue investigado ya hace años por el arqueólogo José Ramil Soneira. El asentamiento corresponde a los patrones característicos de la época, en la que los campamentos se situaban en abrigos rocosos situados en zonas altas desde los que se podían divisar a largas distancias los rebaños de herbívoros que constituían una de las fuentes básicas de alimentación.

En las afueras de Monforte se ha localizado otro asentamiento de este mismo tipo, situado en el monte de Valverde, donde no se han realizado excavaciones, pero se han encontrado abundantes muestras.

Fuente:lavozdegalicia.es

martes, 13 de octubre de 2009

Encuentran Fósil que explicaría la evolución del Oído Humano

Perteneció a un mamífero, el cual vivió en la época de los dinosaurios,sus oídos eran similares a los de mamíferos modernos.


Uno de los grandes dilemas de la ciencia era la evolución del oído humano, el cual, si lo confirman las investigaciones futuras, podría ser resuelto con el descubrimiento este jueves 8 de octubre, por parte de paleontólogos estadounidenses y chinos, de un fósil,en excelente estado de preservación,perteneciente a una especie de mamífero desconocida hasta la actualidad.Fueron encontrados en la provincia china Liaoning, cerca de la frontera con Corea del Norte.

El nuevo mamífero fue llamado Maotherium asiaticus,medía 15 centímetros de largo, pesaba entre 70 y 80 gramos.En cuanto a su ubicación cronológica,vivió en la época de los dinosaurios hace 123 millones de años, se le asocia con con los marsupiales contemporáneos.

"Lo más sorprendente y por eso científicamente interesante es la oreja de este animal", comentó Zhe-Xi Luo, conservador del departamento de paleontología de los vertebrados y director de investigación del Museo de Historia natural Carnegie en Pittsburgh (Pensilvania, este), uno de los coautores del hallazgo,mencionado en la revista estadounidense "Science".

"Los mamíferos tienen un oído muy sensible, claramente más sensible que el de todos los otros vertebrados, lo que ha sido fundamental en su manera de vivir" y para sobrevivir,indicó y agregó el especialista:"Y la evolución de la oreja de los mamíferos es por eso importante para comprender los orígenes de sus principales adaptaciones", dijo el investigador.

Cabe señalar que producto de la estructura particular del oído medio, los mamíferos, los humanos también, tenemos la posibilidad de elegir entre una gama de sonidos, situación que marca una diferencia con respecto a los otros vertebrados.Esto permitió, indica el estudio,a los mamíferos ser activos en la oscuridad, pudiendo sobrevivir en la era de los dinosaurios.

Esta sensibilidad del oído fue una adaptación crucial que permitió a los mamíferos ser activos en la oscuridad y sobrevivir a la era de los dinosaurios, según los autores del estudio.La adaptación fue posible gracias a los tres pequeños huesecillos en el interior del oído medio, el martillo (malleus), el yunque (incus) y el estribo (stapes), así como el anillo óseo sobre el cual está el tímpano.

Como toda las cosas, los huesos evolucionaron desde la mandíbula de sus ancestros reptiles.Saber el proceso de como estos huesos se independizaron de la mandíbula para irse al oído medio de los mamíferos moderno,es uno de los grandes sueños de los paleontólogos el cual podría ser realidad.

La nueva especie tenía los huesos del oído medio en parte similares a los de los mamíferos modernos, excepto una unión cartilaginosa con la mandíbula inferior.El cartílago llamado Meckel, no está presente actualmente en los mamíferos adultos.

Las tareas futuras serán dilucidar si lo anterior es una nueva característica de la especie producto de la evolución o una adaptación de este hermano menor, es decir, una mutación de genes. Una respuesta que la ciencia nos dará en un futuro.

Fuente: elmartutino.cl

viernes, 9 de octubre de 2009

Pegados a la teta de la madre desde el principio

José Ma Bermúdez de Castro asegura que en Atapuerca los bebés tomaban leche materna hasta los cuatro años

En Atapuerca las madres daban de mamar a sus criaturas desde su nacimiento hasta los tres o cuatro años, lo mismo que los chimpancés y los gorilas: «Son hipótesis de trabajo en función de los datos que manejamos y estos datos nos sugieren que había este periodo de lactancia, seguro, lo que quiere decir que el intervalo entre nacimientos era de ese tiempo porque la lactancia materna de cualquier mamífero es prácticamente el único alimento que recibe en ese tiempo y sus madres no pueden ovular porque la prolactina, la hormona que hace que se segregue la leche materna, impide la ovulación».

Son palabras de José María Bermúdez de Castro, codirector de los yacimientos de Atapuerca y director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) que ofreció ésta y otras interesantes explicaciones ayer en la conferencia ‘Nacer y crecer: Descubriendo a los lactantes del pasado’ que compartió con la investigadora Ana Mateos dentro de los actos organizados por la Junta de Castilla y León en Burgos con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Mateos trabaja en una línea de investigación, Fisiopatología de los Homínidos, que tiene que ver con la gestación, la maternidad y la lactancia y el gasto energético que esto suponía para las hembras.

Este espacio de tiempo de tres o cuatro años entre el nacimiento de las criaturas resultaba fundamental, según Bermúdez de Castro, para regular el crecimiento demográfico «y que una madre no se encontrara en el Pleistoceno cargada con tres hijos de muy cortas edades al mismo tiempo».

El tema de la primera alimentación está muy relacionado con el cerebro: «El de los humanos se termina de formar, en tamaño, a los siete años, aproximadamente, y en cambio, los chimpancés, a los dos y medio ya lo tienen prácticamente terminado y esto es muy importante porque el cerebro es un gran consumidor de energía, tanto que se lleva el 20% de toda la que se gasta. Esto tiene repercusiones a la hora de estudiar los modelos de vida en el pasado y, sobre todo, el gasto de energía».

Bermúdez de Castro contó también que el crecimiento y desarrollo ha aumentado su duración en los últimos dos millones de años: «Los homininos anteriores a ese tiempo tenían todos ellos un periodo de crecimiento y desarrollo idéntico o muy parecido al de los chimpancés con quienes compartimos un ancestro común que vivió hace seis millones de años en África y el 99% de nuestro genoma, por lo que podemos asimilarles a ellos en los temas de lactancia y crecimiento».

Fuente: diariodeburgos.es

jueves, 8 de octubre de 2009

Halladas en una cueva de Deba (Guipúzcoa) pinturas rupestres del paleolítico que podrían ser las más antiguas de Euskadi


Un grupo de expertos arqueológicos y de miembros de la Asociación Munibe han hallado en la cueva de Astigarraga de Deba, descubierta en l967, una serie de pinturas del paleolítico que son las más antiguas de Guipúzcoa y uno que se trata de uno de los conjuntos más "viejos" hallados en Euskadi con una cronología de entre 20.000 y 22.000 años.

La diputada de Cultura y Euskera, María Jesús Aranburu, compareció hoy en San Sebastián junto al doctor en Historia Marcos García Díez, el director de la actual excavación, José Antonio Mujika Alustiza, y el descubridor de la cueva y fundador de la asociación Munibe, Miguel Sasieta, para explicar los detalles de este descubrimiento que supone "uno de los hallazgos más importante de los últimos años desde Ekain y Altxerri, aunque no se pueda comparar con ellos.

El descubrimiento se produjo el pasado mes de agosto en la cueva de Astigarraga de Deba. El grupo que lleva a cabo las excavaciones arqueológicas desde 2005, formado por José Antonio Mujika Alustiza, Juan Mari Arruabarrena y Miguel Sasieta, halló las pinturas ocultas, tras la retirada de un plástico que cubría el área de las excavaciones.

De este modo, se ha encontrado un conjunto de al menos 16 pares de trazos pareados rojos en la pared izquierda, a escasos metros de la entrada, que en el extremo derecho están cubiertos de concreción de calcita. Desde el punto de vista científico tienen una "importancia tremenda", según el experto en arte parietal Marcos García Díez.

Asimismo, al otro lado de la sala de entrada, existe una concentración de color negro cubierta por concreciones de calcita que, según los expertos, podría esconder la figura de un caballo y a su derecha, aproximadamente a un metro, también pueden verse unas líneas grabadas en sentido y dirección variable.

ARTE ESQUEMATICO

La cavidad cuenta también con pequeñas líneas probablemente relacionadas con el arte esquemático abstracto, un poco más moderno que el resto de pinturas, que consiste en marcar determinadas partes de las paredes con líneas negras y que "podría vincularse al mundo religioso".

Tras hallar las pinturas, el equipo de excavación dio aviso a la Diputación de Gipuzkoa, que desplazó hasta la cueva un técnico arqueológico para ver los dibujos. Posteriormente, se organizó una visita con Marcos García Díez para peritar las punturas y hacer un informe pericial. Las pinturas están "sin mirar con carácter detenido" por lo que es probable que se encuentre aún alguna nueva.

García Díez señaló que la zona en que se encuentra la cueva tiene ya una importancia determinada, ya que se halla al lado de la cueva de Ekain. En ese sentido, consideró que este descubrimiento "abre un paso a localizar nuevos conjuntos arqueológicos" en este valle.

El experto detalló que Euskadi era "anormal" en lo que se conocía en el arte rupestre porque comunidades autónomas con Cantabria y Asturias tienen un número mayor de conjuntos que el País Vasco aunque estos son "mas pequeños o modestos". "Euskadi tenía grandes conjuntos pero faltaban los pequeños", apuntó.

En esa línea, afirmó que el conjunto de Astigarraga es "modesto" desde el punto de vista visual pero "importante" desde el científico porque funciona como "clave en la ordenación del arte rupestre que se conoce en Europa".

ANTIGÜEDAD

Además, señaló que se trata de uno de los conjuntos "más viejos de lo que se conocía en Gipuzkoa y en el País Vasco". "La mayoría de ellos tenía una cronología de 15.000 años y este casi se puede asegurar al 99 por ciento que tiene una cronología entre 20.000 y 22.000 años", añadió.

García Díez destacó la importancia de los motivos en sí de la cueva porque "son muy raros" y destacó la existencia en la cavidad de "huesos clavados en las paredes". "Esto tiene una importancia tremenda porque son muy pocos conjuntos los que los contienen, en los que se vincula el arte rupestre a este tipo de cosas rituales", apuntó.

En la cueva de Astigarraga se han llevado a cabo, además, un sondeo estratigráfico que ha alcanzado los seis metros de profundidad en el que han aparecido niveles de la edad de bronce, epipaleolítico y paleolítico superior, medio e inferior. Estos dos últimos serían los más importantes.

La Diputación de Guipúzcoa ya ha procedido a cerrar el acceso a la cueva con una verja y ha notificado el hallazgo tanto al Ayuntamiento de Deba como al Gobierno vasco. Será el Ejecutivo socialista quien deba incoar el expediente de protección máxima de la cueva. En la misma, cerrada ya al público, continuarán las labores de investigación.

Fuente:adn.es

"Ardi" el Ardipithecus ramidus despierta controversia


Cada vez que se anuncia algún hallazago de importancia hemos podido ver controversias respecto a la verasidad o inclusive la invención o la modificacion de datos desde las grandes compañias que difunden y lucran con esta información, por otra parte el descargo de estos medios masivos de informacion es que en el mundo cientifico existiria un celo execivo por las investigaciones que ellos financian o por las que pagan derechos para su difucion, bueno las pruebas siempre con el tiempo quedan en evidencia solo que esto se da con muchisima menos difucion y ponposidad que los estrenos mundiales, donde como todos sabemos se muestra parcialmente el proceso de investigacion.

el conocido blog de Martín Cagliani, Mundo Neandertal, pone en el tapete parte de estos antecedentes:

" Varios paleontólogos y paleoantropólogos con blogs han expresado sus dudas y desconfianzas con la relación entre los 11 papers de Science sobre Ardipithecus ramidus y el documental de Discovery Channel que sale apenas una semana después de publicarse los papers. John Hawks, paleoantropólogo de la Universidad de Wisconsin, que tiene un blog excelente sobre el tema ya expresó sus dudas cuando vio que el documental "Discovering Ardi" se iba a emitir el día 11 de octubre. Lo más increíble es que en uno de los papers se hace algunas referencias a cosas que habría dicho Darwin que podrían haber predicho a Ardi, pero lo cierto es que Darwin nunca dijo nada de eso, y es que en su época la paleontología estaba en pañales. Pero… Hawks descubrió que esos dichos del paper podrían haber estado influenciados por Discovery Channel, ya que son las frases con las que promocionan el documental… Ya desde la primera noticia les comenté el parecido de la parafernalia con que salió a la luz todo el trabajo sobre Ardi y cómo lo hizo Ida, Darwinius. Pero marqué la diferencia, en que el caso de Ida fue apresurado por empresas de marketing y televisión, al grado que se cometieron muchos errores y se apresuró todo el trabajo científico. Con Ardi no parece haber pasado esto, ya que han transcurrido 17 años desde el descubrimiento. Pero ahora leo a Laelaps, que él habló con algunos de los integrantes del grupo que publicó los 11 papers, y le dijeron hace dos años que estaban buscando publicar todos los papers juntos en Science o Nature. O sea que ya tenían todo listo hace dos años… Habrá hecho el trato con Discovery en aquel momento? Así se podría explicar que ya tengan el documental listo unos pocos días después de la publicación. Sea lo que sea, no es nada bueno que los tiempos de la ciencia se apresuren o se enlentezcan en favor de los medios de comunicación. " (http://neanderthalis.blogspot.com/2009/10/ardipithecus-demorado-por-discovery.html)

otro blog, Conocer Ciencia, tambien menciona, el error en el que podemos caer producto de la informacion confusa o manipulada.

"Ardi no es el ancestro humano más antiguo conocido. Da igual que lo hayan leído en la Prensa, escuchado por la radio o visto en la televisión. Quien diga eso o no se ha leído ni siquiera la nota de prensa del hallazgo -aquí la tienen en español- o no la ha entendido, además de ignorar los avances en el estudio de nuestros orígenes de casi dos décadas.Ardipithecus ramidus, especie de la que ayer se presentó en la revista Science el fósil más completo conocido -el esqueleto de una hembra-, vivió en África hace 4,4 millones, bastante después de la separación de los linajes del hombre y el chimpancé, que la genética sitúa entre hace 6 y 7 millones de años. Además de su valor científico, Ardi puede ser un fósil que con el tiempo alcance tanta o más importancia simbólica que la pequeña Lucy, cuyos huesos, por cierto, tuve oportunidad de ver hace dos semanas en Nueva York. Los restos de Lucy, una Australopithecus afarensis, fueron descubiertos en Etiopía por Donald Johanson en 1974. Demostraba que ya hace 3,2 mllones de años había en África primates que caminaban erguidos, es decir, homínidos. Diecinueve años después, el equipo del paleoantropólogo Tim White encontró, también en Etiopía, huesos de un homínido muy primitivo, al que bautizó comoArdipithecus ramidus y que vivió hace 4,4 millones de años.

Ardi forma parte de esta especie. Era una hembra, que pesaba alrededor de 50 kilogramos y medía unos 120 centímetros de altura. Del estudio de sus restos -la mayor parte del cráneo, manos, pies, extremidades y pelvis-, White y sus colaboradores deducen que ya no podemos considerar al último ancestro común de chimpancés y homínidos -que vivió millones de años antes- más parecido a los primeros que a los primeros de los segundos.

En los últimos diecisiete años, los hallazgos de restos de homínidos más antiguos que Lucy han llegado varias a las primeras páginas de los periódicos. El más célebre es Toumaï, que vivió en lo que hoy es Chad hace entre 6 y 7 millones de años, fue bautizado científicamente como Sahelanthropus tchadensis y presentado al mundo en 2002; un año antes, Brigitte Senut dio a conocer los restos deOrrorin tugenensis, también conocido como El hombre del milenio y de unos 6 millones de años de antigüedad; y no podemos olvidar el hallazgo del también anterior Ardipithecus kadabba. Este saber no es esotérico, en el sentido de oculto. Está a alcance de cualquiera en los libros de divulgación científica sobre nuestros orígenes y, para contextualizar las extraordinarias conclusiones del estudio de Ardi, lo recordaba ayer Ann Gibbons en las páginas de Science, en un artículo que incluye un gráfico que, por lo que se ve, tampoco casi ningún periodista ha visto:




Titulado Fósiles de la familila humana, el gráfico deja claro que Ardi no es el más antiguo y que le preceden Sahelanthropus, Orrorin y A. kadabba. Además, al pie se lee: "Rellenando un hueco.Ardipithecus es un enlace entre los primeros homínidos y los posteriores, como se ve en esta línea temporal que muestra los fósiles y taxones homínidos más importantes".(http://pepascientificas.blogspot.com/2009/10/ardi-no-es-el-ancestro-humano-mas.html)

seguiremos estando expuestos a la necesidad del mercado y el marketing, que basados en el retorno economico motivarán al consumo de su producto en base a informaciones modificadas y procesadas no siempre de la mejor manera, pero del mismo modo simpre estara la premisa de los egos cientificos y el descarte de cualquier informacion que ellos no produscan, por ello creo lo mas recomendable siempre es postergar el juicio y recabar la maxima cantidad de informacion para de esa manera sacar nuetras propias ideas.

viernes, 2 de octubre de 2009

Antes de 'Lucy' fue 'Ardi', el ancestro común del hombre y el chimpancé; Ardipithecus ramidus

Portada de la revista Science, que recoge ampliamente los trabajos de investigación del homínidoSCIENCE

El Ardipithecus ramidus es una especie homínida que vivió hace 4,4 millones de años en lo que hoy es Etiopía. Su esqueleto ha sido descrito y analizado por primera vez por un equipo internacional de científicos en una investigación publicada en la revista Science.

Ardipithecus, una hembra más conocida entre los antropólogos como 'Ardi', no es el ultimo antepasado común compartido por humanos y chimpancés, aunque probablemente compartió varias de las características de este antecesor y dada su antigüedad nos acerca más a ese esquiva rama primigenia común entre ambas especies.

Lo más llamativo de 'Ardi' no son las similitudes que podamos encontrar en sus rasgos con el ser humano actual: sus manos, su cuerpo erguido, su forma de caminar... Lo sorprendente son las diferencias con los chimpancés y gorilas de hoy en día, lo que demuestra que tomamos caminos evolutivos muy diferentes.

'Ardi' pesaba alrededor de 50 kilogramos y medía unos 120 centímetros de altura y es un millón de años anterior a 'Lucy', el famoso esqueleto parcial femenino de Australopithecus afarensis.

El desenterramiento del esqueleto de este ejemplar en Etiopía terminó en 1994. Hasta el hallazgo de 'Ardi' el hito más importante en el estudio de la evolución del hombre había sido 'Lucy', encontrada en 1974 y bautizada así por la conocida canción de los Beatles Lucy in the sky with diamonds.

Los investigadores han analizado el cráneo, dientes, pelvis, manos, pies y otros huesos encontrados en Etiopía. 'Ardi' tiene una mezcla de rasgos primitivos que comparte con sus antecesores, los primates del Mioceno, y otros rasgos que se observan también en homínidos posteriores.

"En Ardipithecus tenemos una forma no especializada que no ha evolucionado mucho en la dirección de Australopithecus. Por lo que cuando vas de la cabeza a los dedos del pie, lo que ves es una criatura mosaico, que no es ni chimpancé, ni es humano. Es Ardipithecus", afirma Tim White de la Universidad de California Berkeley, uno de los principales autores de la investigación

Diferentes caminos evolutivos
Reconstrucción de cómo sería ’Ardi’, una hembra de 1,20 metros y 50 kilos de peso de hace 4,4 millones de años.JH MATTERNES

Sin embargo, varios de sus rasgos no aparecen en los simios africanos de nuestros días. Esto demuestra que es muy probable que los simios africanos hayan evolucionado ampliamente desde que compartimos ese último ancestro común, lo que los convierte en pobres modelos para entender nuestra propia evolución.

Hasta la fecha, los investigadores creían que los simios modernos conservaban rasgos del último antepasado que compartieron con los humanos. En otras palabras, se pensaba que este presunto ancestro era más tipo chimpancé que tipo humano. Por ejemplo, se habría adaptado para balancearse y colgarse de las ramas de los árboles, y quizá anduvo sobre sus nudillos mientras estaba en el suelo.

Sin embargo, 'Ardi' ha puesto patas arriba todos estos supuestos. Estos homínidos parecen haber vivido en un entorno boscoso, en donde treparon en cuatro patas a lo largo de las ramas de los árboles y caminaron, erguidos, sobre las dos patas en el suelo.

No andaban sobre sus nudillos, no se columpiaban y se colgaban en las ramas de los árboles como hacían los chimpancés.

'Ardi' nos cuenta millones de años después que los homínidos y los simios africanos siguieron cada uno senderos evolutivos diferentes y que ya no podemos considerar a los chimpancés como el 'sustituto' de nuestro último antepasado común, todavía por encontrar.

"Darwin fue muy sabio en este respecto", explica Tim White. "Dijo que tenemos que ser muy cuidadosos. La única manera en la que vamos a saber realmente a quién se parece este último antepasado común es ir y encontrarlo. Hemos encontrado algo bastante cercano, de 4,4 millones de años. Y, tal y como Darwin entendió, la evolución de los linajes de los simios y el linaje humano ha avanzado independientemente desde la época en que esas líneas se separaron, desde el último antepasado común que compartimos", concluye White.

Fuente: rtve.es