martes, 25 de diciembre de 2012

Hallan huellas fósiles de aves de la Antártica de hace 48 millones de años

La investigación, publicada este mes en la revista Antarctic Science, entrega relevantes antecedentes que, según los científicos, permiten reconstruir el entorno antártico antes que se separara hace 23 millones de años de la plataforma continental, donde actualmente se encuentra la Patagonia.

Se tratan de huellas de aves similares a zorzales, caranchos (halcones) y patos que se encontraron en la isla Rey Jorge, la mayor de las islas Shetland del Sur en la Antártida, confirmó INACH.

El descubrimiento, realizado por el científico chileno Héctor Mansilla, revela información sobre las características de una zona que hace millones de años se asemejaba a los pantanos costeros de Magallanes, en la Patagonia chilena.

De hecho, la investigación estima que el lugar donde se encontraron los fósiles podría corresponder a la orilla de un lago que se situaba dentro de un valle montañoso con sucesivas ondulaciones.

"Tenemos restos de tallos de plantas que viven en estos ambientes, y tenemos también ondulaciones dejadas por el agua en el sedimento y gotas de lluvia o paleogotas", explicó Mansilla.

Entre las huellas halladas destaca el primer registro en la Antártica de Avipeda, una especie similar al carancho, que se caracterizaba por tener el dedo hacia atrás y garras.

La Antártica se separó del continente americano hace unos 23 millones años tras la formación de el mar Drake y, según los científicos, es probable que hace 3 millones de años pudieran encontrarse árboles en zonas libres de hielo.

El análisis de estas muestras se hicieron en los laboratorios de la INACH y contó con la colaboración de investigadores extranjeros como la experta en huellas de aves de la Universidad Nacional de Río Negro (Argentina), Silvina de Valais, y el geólogo alemán Wolfgang Stinnesbeck, de la Universidad de Heidelberg.

Fuente: EFE.

La recuperación biológica tras la extinción del Pérmico fue más rápida

El clima después de la extinción masiva más grande hasta la fecha, hace 252 millones de años, era fresco, más tarde se hizo muy cálido y luego se volvió fresco de nuevo. Gracias a las temperaturas más frías, la diversidad de la fauna marina se disparó, tal y como paleontólogos de la Universidad de Zurich han reconstruido.

   El clima más cálido, junto con un alto nivel de CO2 en la atmósfera, en un principio dio origen a nuevas especies de vida corta. A más largo plazo, sin embargo, este cambio climático tuvo un efecto adverso sobre la diversidad biológica y causó especies en vías de extinción.

   Hasta ahora, siempre se asumió que a la flora y la fauna le llevó mucho tiempo recuperarse de la gran extinción masiva al final del período Pérmico, hace 252 millones de años. De acuerdo con el consenso científico, comunidades ecológicas complejas sólo comenzaron a reaparecer en el Triásico Medio, hace unos 247 millones años.

   Ahora, sin embargo, un equipo encabezado por el paleontólogo suizo Hugo Bucher, de la Universidad de Zurich, revela que grupos de animales marinos, como los amonites y conodontos (microfósiles) ya alcanzaron un máximo entre tres y cuatro millones de años antes, es decir, todavía durante el Triásico Temprano.

   Los científicos trazan las curvas de temperatura en detalle en la revista Nature Geoscience, demostrando que el clima y el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera fluctuaron mucho durante el Triásico Temprano y el impacto que esto tuvo sobre la biodiversidad marina y las plantas terrestres.
   Para la reconstrucción del clima, Bucher y sus colegas analizaron la composición de los isótopos de oxígeno en conodontos, los restos de los cordados que una vez vivieron en el mar. Según el estudio, el clima en el comienzo del Triásico hace 249 millones años fue muy benigno. Esta fase más fría fue seguida por una fase breve de clima muy cálido. A finales del Triásico Temprano, es decir, entre 247,9 y 245,9 millones años atrás, se reanudaron las condiciones más frías.

   Entonces, los científicos examinaron el impacto del clima sobre el desarrollo de la flora y la fauna. "La diversidad biológica aumentó más en las fases más frías", explica el paleontólogo Bucher. "La siguiente fase extremadamente cálida, sin embargo, dio lugar a grandes cambios en la fauna marina y a un cambio ecológico importante en la flora".

   Bucher y su equipo pueden revelar que esta disminución de la biodiversidad en las fases cálidas se correlaciona con fuertes fluctuaciones en la composición del isótopo de carbono en la atmósfera. Estos, a su vez, estaban directamente relacionadas con los gases de dióxido de carbono, derivados de las erupciones volcánicas en la gran provincia ígnea de Siberia.

   Bucher y sus colegas están convencidos de que el cambio climático y la emisión de gases volcánicos fueron motores clave de la recuperación biótica en los océanos durante el Triásico Temprano.

Fuente: europapress.es

jueves, 6 de diciembre de 2012

Descubierto un incisivo neandertal en Sitges

En las excavaciones que se están llevando a cabo en la Cova del Gegant  (Sitges) se ha localizado un diente incisivo inferior, perteneciente a un individuo que falleció entre los 8 y los 10 años. No se trata, pues, de una pieza de la mandíbula hallada en 2005, ya que este otro individuo murió habiendo cumplido ya los 15 años.

Este incisivo, que fue hallado en las excavaciones de 1974-1975, pudo ser identificada gracias a la revisión de las piezas de esta cueva expuestas en el Museo de Ciencias naturales de Barcelona, que están llevando a cabo un grupo interdisciplinario de arqueólogos. En estas intervenciones, que fueron coordinadas por J.F. Villalta, no se determinó si la pieza era o no de procedencia humana.

 Entre los miembros del equipo arqueológico que ha llevado a cabo la intervención se encuentran Juan Luis Arsuaga ( Universidad Complutense de Madrid), Montserrat Sanz, Joan Daura y Josep Maria Fullola (Universidad de Barcelona), Rolf Quam, de la Universidad de Nueva York o Laura Rodríguez y Rebeca García-González, de la Universidad de Burgos.

Fuente: Universitat de Barcelona