jueves, 20 de octubre de 2011

INAH descubre herramientas de 11 mil años en BCS

Artefacto. Este tipo de herramientas de piedra para corte y desgaste, fueron empleadas para trabajar fibras vegetales y madera. (Foto: Especial/INAH )

Investigadores del INAH descubrieron cientos de artefactos rudimentarios hechos por el hombre durante la época del Holoceno Temprano (11 mil a 8 mil años), hallazgo que además prueba la migración humana a América por vía costera, ya que las herramientas fueron encontradas en El Coyote, sitio ubicado en la región del Cabo, en Baja California Sur.

Los avances de esta investigación realizada desde hace tres años, fueron dados a conocer por los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Isaac Aquino, director; y Leticia Barajas, jefa de campo, quienes anotaron que por la extensión de El Coyote, la cantidad de artefactos y la continuidad cronológica que ofrecen, su estudio y análisis "apoyará de manera sustancial los antecedentes de ocupaciones humanas tempranas y tardías en la península", que diversos investigadores de la región han venido planteando tiempo atrás, destacan en un comunicado del INAH.

Se señala que a partir del análisis de los materiales arqueológicos hallados, los especialistas identificaron una tecnología en el proceso de elaboración y aplicación de las herramientas de piedra y concha, igual a la que se ha encontrado en otros sitios de la región de El Cabo, y que tienen la misma temporalidad, entre los que destaca la Isla de Espíritu Santo, por lo que proponen que se trata del mismo grupo cultural aún no identificado, que bajó por la costa del Golfo de California desde la parte norte de la península hacia el sur, hasta incursionar en islas y ocupar una porción de esa región.

Isaac Aquino y Leticia Barajas detallaron que del periodo más antiguo descubrieron cientos de conchas de la especie Dosinia ponderosa, que fueron usadas por hombres primitivos como herramientas; se trata de un objeto recurrente en todos los puntos excavados, por lo cual estiman que dicho molusco fue de suma importancia para estos primeros pobladores.

Junto con las conchas se descubrió gran cantidad de herramientas de piedra para corte y desgaste (tajadores, percutores, cepillos, raspadores y cuchillos) cuya antigüedad es de 8 mil 600 y 9 mil 300 años, y fueron empleadas para trabajar fibras vegetales y madera, así como para abrir conchas y consumir moluscos.

También, descubrieron gran cantidad de conchas de madre perla (Pinctada mazatlánica), algunas cortadas y pulidas; y tres anzuelos elaborados con este material iguales a otros hallados por la arqueóloga Harumi Fujita en la Covacha Babisuri, en la Isla Espíritu Santo, fechados para los periodos Holoceno Temprano (11mil-8 mil años) y Holoceno Tardío (2 mil-300), con lo que Barajas y Aquino corroboran que la elaboración de estos artefactos para pescar en lo que hoy es la península de Baja California, data de hace 8 mil años.

Sobre el segundo lapso histórico, el periodo Holoceno Tardío (2 mil a 300 años), la mayor parte de utensilios fechados corresponde a diferentes tipos de artefactos bifaciales (instrumento de piedra tallado en sus dos caras); para esta época los especialistas observan un incremento en la manufactura tanto de estos utensilios, como de cuchillos y puntas de proyectil.

"El tipo de herramientas del periodo Holoceno Tardío también revela el grado de organización laboral alcanzado por los primeros habitantes de la península de Baja California, que les permitió montar entrampados para la caza de especies más difíciles de atrapar, como el delfín azul (Stenella coeruleoalba)" del cual se encontraron algunos huesos en los contextos arqueológicos de menor antigüedad y cuya captura marcó un cambio gradual en la explotación de especies marinas, mediante una organización de mayor complejidad.

A la fecha los especialistas del INAH han identificado 51 especies de fauna marina en los puntos explorados en El Coyote, representadas en bivalvos (moluscos con caparazones de dos conchas, como la almeja) y caracoles, además de vértebras de pescado y huesos de mamíferos, como el delfín y el lobo marino, así como restos óseos de fauna terrestre, como el venado, la liebre y diversos tipos de aves.

A decir de los arqueólogos, El Coyote pudo haber sido hace 9 mil años el centro de producción de herramientas de piedra para pesca, caza y consumo de alimentos, el más grande de toda la península de Baja California Sur; "aproximadamente en sus 100 hectáreas, cada 5 o 10 metros se encuentran evidencias de que el hombre trabajó la piedra durante el Holoceno".

Los especialistas señalaron que hasta el momento no se han encontrado esqueletos humanos por lo que es imposible saber a qué grupo étnico pertenecían los habitantes de El Coyote; sin embargo el arqueólogo Isaac Aquino explica que cuando llegaron los primeros exploradores españoles al Cabo, en el siglo XVI, esa región estaba habitada por el grupo pericué, etnia extinta actualmente.

El Coyote abarca alrededor de cien hectáreas, localizadas en la zona costera del Golfo de California o Mar de Cortés, en las cuales se encontraron cientos de herramientas de piedra, conchas y caracoles con huellas de haber sido manipuladas por el humano, como la almeja (Chama buddiana) "cuya dureza sólo permite abrirla al fuego", de la cual se hallaron ejemplares quemados; restos de animales marinos y terrestres que fueron consumidos, además de artefactos de pesca, de los que destacan tres anzuelos elaborados con conchas de madre perla (Pinctada mazatlánica).

Los milenarios objetos se encontraron en diversos puntos que los arqueólogos conocen como campamentos, algunos a cielo abierto (sin techo) y otros en el interior de cuevas; así como en espacios que eran ocupados como talleres primitivos para fabricar herramientas de piedra y concheros (áreas de desechos y consumo de moluscos) , mismos que indican el desarrollo de distintas actividades relacionadas entre sí, como la extracción de riolita (roca) y la fabricación de herramientas para la obtención de recursos terrestres y marinos.

Los materiales descubiertos también indican que los antecesores de los bajacalifornianos ya navegaban para esa época remota, mediante algún tipo de balsa sencilla, con la cual se desplazaba mar adentro para después sumergirse a distintas profundidades, toda vez que los restos de algunas de las especies marinas encontradas sólo se pueden obtener por medio de buceo.

Fuente: eluniversal.com.mx

martes, 18 de octubre de 2011

Notoriedad internacional para los neandertales de Triacastela


Para mediados del mes próximo está prevista la edición de un libro en inglés sobre las investigaciones de los yacimientos paleolíticos del sur lucense que coordina la Universidade de Santiago desde hace cinco años. La obra será publicada por la prestigiosa editorial británica British Archaeological Reports, lo que se le asegura una amplia difusión entre especialistas y aficionados de todo el mundo. Aunque todos los hallazgos realizados en la zona revisten gran interés, los responsables de este proyecto científico creen que uno de los aspectos que más llamará la atención de los lectores de esta obra es el yacimiento neandertal de Cova Eirós, en Triacastela, que ya destaca como uno de los más antiguos de la Península.

Según indica Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones, las industrias neandertales de Cova Eirós -las más antiguas de las cuales tienen 118.000 años- superan ampliamente en antigüedad a la mayoría de los yacimientos de esa etapa de la provincia que se conocen en el territorio ibérico. «La mayor parte de los yacimientos neandertales de la Península tienen más o menos entre 70.000 y 40.000 años y son muy pocos los que cuentan con una antigüedad parecida o superior a la de Cova Eirós», explica. Una de estas pocas excepciones es el yacimiento de Lezetxiki, en Guipúzcoa, cuyos niveles más antiguos se han datado en unos 300.000 años, una época que se se corresponde ya a la transición entre el hombre de Neandertal y su presunto antecesor, el Homo heidelbergensis.

Etapas poco estudiadas

En cualquier caso, el yacimiento de Triacastela ayudará a cubrir importantes huecos en el estudio de la prehistoria peninsular, ya que está proporcionando una gran cantidad de materiales arqueológicos sobre unos períodos de los que todavía hay poca información. Un aspecto muy importante de estos hallazgos -añade De Lombera a este respecto- es que son relativamente fáciles de datar gracias a que el yacimiento se encuentra en el interior de una cueva y en unas buenas condiciones de conservación. «Entre los yacimientos del Paleolítico Medio antiguo no hay muchos que se puedan datar con precisión utilizando métodos radiométricos y eso le da un valor especial a Cova Eirós, porque así sí ha sido posible hacerlo», apunta el arqueólogo.


El interés que ofrece el yacimiento, además, se ve incrementado por el hecho de que por debajo de lo ya excavado hasta ahora quedan otros dos metros de sedimento que pueden encerrar materiales arqueológicos todavía más antiguos. Si fuese así, sería posible remontarse a los inicios del Paleolítico Medio o a finales del Paleolítico Superior. Todo hace pronosticar, por tanto, que la próxima publicación del libro en el que se darán a conocer internacionalmente estas investigaciones ayudará situar a Cova Eirós en la lista de los yacimientos neandertales más conocidos.

Fuente:lavozdegalicia.es

lunes, 17 de octubre de 2011

Domesticacion Del Perro, Mucho Antes De Lo Que Se Sabia.


Un equipo de investigadores ha descubierto los restos fósiles de tres perros del Paleolítico, uno de ellos con un hueso de mamut en la boca, que pudieron ser enterrados siguiendo un ritual típico de la época.

Los fósiles han sido descubiertos en la región de Predmostí, en la República Checa, según recoge la publicación Journal of Archaelogical Science.

Los científicos consideran que los tres animales fueron enterrados siguiendo un ritual y que un humano pudo colocar el hueso de mamut en la boca de uno de estos perros para que "estuviera alimentado y acompañara su alma y la de su dueño en su viaje después de la muerte".

Además, una vez fallecidos, los humanos retiraron el cerebro del cráneo de los perros, lo que puede implicar -según estos rituales- un significado asociado con la liberación de su espíritu.

Muchos pueblos indígenas de estas regiones europeas consideraban que la cabeza y el cerebro contenían el espíritu o el alma, así, los humanos hicieron un agujero en el cráneo del animal muerto para que el espíritu pudiera ser libre.

Otro de los aspectos que ha llamado la atención de los investigadores es que "los cráneos muestran signos claros de domesticación", asegura Mietje Germonpré, paleontóloga del Instituto Belga de Ciencias Naturales, en declaraciones recogidas por Discovery News.

Según la investigadora, los cráneos de estos ejemplares son significativamente más bajos que los de los fósiles que se han encontrado de lobos o de especies modernas de esta especie, e incluso poseen una estructura más ancha y un paladar diferente al de estos animales.

Bestias de carga

Los paleontólgos han señalado que eran animales grandes, que pesaban alrededor de 35 kilos, por lo que eran utilizados como bestias de carga para ayudar a los humanos en el transporte de huesos, carne o leña.

Sus cráneos, explica Germonpré, "son similares al de un Husky siberiano, aunque más grandes y pesados que los ejemplares que conocemos actualmente".

El estudio, explican los investigadores, es "muy convincente", y demuestra "claramente que el proceso de domesticación de los perros se llevó a cabo miles de años antes de lo previsto", considera Rob Losey, otro de los paleontólogos que ha participado en la investigación.

titulo original "Descubren un perro prehistórico con un hueso de mamut en la boca"
Fuente: rtve.es