Para mediados del mes próximo está prevista la edición de un libro en inglés sobre las investigaciones de los yacimientos paleolíticos del sur lucense que coordina la Universidade de Santiago desde hace cinco años. La obra será publicada por la prestigiosa editorial británica British Archaeological Reports, lo que se le asegura una amplia difusión entre especialistas y aficionados de todo el mundo. Aunque todos los hallazgos realizados en la zona revisten gran interés, los responsables de este proyecto científico creen que uno de los aspectos que más llamará la atención de los lectores de esta obra es el yacimiento neandertal de Cova Eirós, en Triacastela, que ya destaca como uno de los más antiguos de la Península.
Según indica Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones, las industrias neandertales de Cova Eirós -las más antiguas de las cuales tienen 118.000 años- superan ampliamente en antigüedad a la mayoría de los yacimientos de esa etapa de la provincia que se conocen en el territorio ibérico. «La mayor parte de los yacimientos neandertales de la Península tienen más o menos entre 70.000 y 40.000 años y son muy pocos los que cuentan con una antigüedad parecida o superior a la de Cova Eirós», explica. Una de estas pocas excepciones es el yacimiento de Lezetxiki, en Guipúzcoa, cuyos niveles más antiguos se han datado en unos 300.000 años, una época que se se corresponde ya a la transición entre el hombre de Neandertal y su presunto antecesor, el Homo heidelbergensis.
Etapas poco estudiadas
En cualquier caso, el yacimiento de Triacastela ayudará a cubrir importantes huecos en el estudio de la prehistoria peninsular, ya que está proporcionando una gran cantidad de materiales arqueológicos sobre unos períodos de los que todavía hay poca información. Un aspecto muy importante de estos hallazgos -añade De Lombera a este respecto- es que son relativamente fáciles de datar gracias a que el yacimiento se encuentra en el interior de una cueva y en unas buenas condiciones de conservación. «Entre los yacimientos del Paleolítico Medio antiguo no hay muchos que se puedan datar con precisión utilizando métodos radiométricos y eso le da un valor especial a Cova Eirós, porque así sí ha sido posible hacerlo», apunta el arqueólogo.
El interés que ofrece el yacimiento, además, se ve incrementado por el hecho de que por debajo de lo ya excavado hasta ahora quedan otros dos metros de sedimento que pueden encerrar materiales arqueológicos todavía más antiguos. Si fuese así, sería posible remontarse a los inicios del Paleolítico Medio o a finales del Paleolítico Superior. Todo hace pronosticar, por tanto, que la próxima publicación del libro en el que se darán a conocer internacionalmente estas investigaciones ayudará situar a Cova Eirós en la lista de los yacimientos neandertales más conocidos.
Según indica Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones, las industrias neandertales de Cova Eirós -las más antiguas de las cuales tienen 118.000 años- superan ampliamente en antigüedad a la mayoría de los yacimientos de esa etapa de la provincia que se conocen en el territorio ibérico. «La mayor parte de los yacimientos neandertales de la Península tienen más o menos entre 70.000 y 40.000 años y son muy pocos los que cuentan con una antigüedad parecida o superior a la de Cova Eirós», explica. Una de estas pocas excepciones es el yacimiento de Lezetxiki, en Guipúzcoa, cuyos niveles más antiguos se han datado en unos 300.000 años, una época que se se corresponde ya a la transición entre el hombre de Neandertal y su presunto antecesor, el Homo heidelbergensis.
Etapas poco estudiadas
En cualquier caso, el yacimiento de Triacastela ayudará a cubrir importantes huecos en el estudio de la prehistoria peninsular, ya que está proporcionando una gran cantidad de materiales arqueológicos sobre unos períodos de los que todavía hay poca información. Un aspecto muy importante de estos hallazgos -añade De Lombera a este respecto- es que son relativamente fáciles de datar gracias a que el yacimiento se encuentra en el interior de una cueva y en unas buenas condiciones de conservación. «Entre los yacimientos del Paleolítico Medio antiguo no hay muchos que se puedan datar con precisión utilizando métodos radiométricos y eso le da un valor especial a Cova Eirós, porque así sí ha sido posible hacerlo», apunta el arqueólogo.
El interés que ofrece el yacimiento, además, se ve incrementado por el hecho de que por debajo de lo ya excavado hasta ahora quedan otros dos metros de sedimento que pueden encerrar materiales arqueológicos todavía más antiguos. Si fuese así, sería posible remontarse a los inicios del Paleolítico Medio o a finales del Paleolítico Superior. Todo hace pronosticar, por tanto, que la próxima publicación del libro en el que se darán a conocer internacionalmente estas investigaciones ayudará situar a Cova Eirós en la lista de los yacimientos neandertales más conocidos.
Fuente:lavozdegalicia.es
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