martes, 30 de junio de 2009

Las mujeres artistas del paleolítico europeo


Llego tarde a esta investigación del 16 de junio, pero no por ello la ignoro. En lo personal, mi confeso interés favorito por el arte rupestre paleolítico ha encontrado fascinación ante esta investigación del arqueólogo Dean Snow de la Universidad del Estado de Pennsylvania en la que se arroja una interesantísima hipótesis.

Entre los maravillosos trabajos de arte rupestre, sus creadores solían insertar marcas de sus manos en forma de esténciles, tal como apreciamos en la fotografía de la cabecera, perteneciente a los trabajos rupestres de la cueva Pech Merle en Francia (25.000 años), específicamente la célebre Caballos Moteados.

Snow analizó las huellas de las manos de los artistas al detalle no sólo en Pech Merle, sino que también en otras cuevas con arte rupestre tales como El Castillo, España, o Maltravieso, España también, comparándolas con las manos de personas actuales con ascendencia europea.

Prestándole atención a las proporciones de las manos de las cuevas, su largo anillo anular en ellas, y el pequeño meñique (por nombrar sólo algunos ejemplos), Snow concluyó que estos trabajos de arte rupestre fueron realizados por mujeres y no por hombres.

Para la arqueología y la antropología, esto es de crucial interés, pues permitiría tener otra visión del rol de la mujer en las sociedades prehistóricas paleolíticas, además de ofrecer un nuevo escenario de interpretación para las mismas pinturas.

Fuente: ojocientifico.com

sábado, 27 de junio de 2009

La resurrección de Orce


Tras cuatro años de parálisis, este verano se excavará de nuevo en la cuenca Guadix-Baza La polémica ha dificultado la explotación de uno de los mejores yacimientos de Europa

En 1982, el paleoan-tropólogo Josep Gibert desenterró cerca de Orce (Granada) un fragmento de cráneo de más de millón y medio de años. Poco después, él y su equipo atribuyeron el fósil a la especie Homo y en 1983 publicaron el hallazgo en Paleontologia i Evolució, la revista del Instituto de Paleontología de Sabadell. El descubrimiento ponía patas arriba las ideas sobre la llegada de los primeros humanos a Europa. Hasta ese momento, el resto más antiguo del continente tenía medio millón de años. En Atapuerca, donde ahora ya hay huesos datados en 1,3 millones de años, sólo se había llegado a los 300.000.

Había nacido el Hombre de Orce. En los medios de comunicación se hablaba de paleoantropología y la región donde se encontró el fósil, deprimida económicamente, vislumbraba días mejores. Pero la fiesta duró poco. Cuando se limpió la cara interna del cráneo para su mejor estudio apareció una cresta no descrita en los tratados de anatomía. Comenzaron las dudas, y muchos de los que habían recibido con alborozo al primer europeo recularon. Entre ellos, Jordi Agustí y Salvador Moyà Solà, los dos investigadores que habían firmado con Gibert el primer artículo sobre el fragmento. El nuevo rasgo hizo pensar a muchos que el Hombre de Orce era, en realidad, un caballo.

En 1995, Gibert organizó un congreso internacional en Granada en el que consiguió el apoyo de científicos como Philip Tobias, uno de los descubridores de Homo habilis o Clark Howell. Sin embargo, en los años siguientes, su posición frente a otros investigadores que trabajaban en Orce y, en particular, ante los responsables de la Junta de Andalucía que deciden quién excava en los yacimientos se fue deteriorando. El conflicto llegó al paroxismo cuando la Administración andaluza inició un expediente sancionador contra Gibert por, presuntamente, haber excavado sin permiso en el verano de 2003 y le impuso una multa de 60.000 euros. Desde entonces, el paleoantropólogo se vio inmerso en un contencioso administrativo con la Junta que le impidió volver a excavar en los yacimientos de Orce hasta su muerte en 2007.

Lastrados por los conflictos por el derecho a trabajar en ellos, los yacimientos de Orce, entre los mejores de Europa según los expertos, no han dado los frutos que se esperan de ellos. Este año, después de cuatro sin excavaciones sistemáticas, la Junta de Andalucía ha anunciado que se volverá a trabajar allí. Entre julio y agosto, un equipo de la administración dirigido por Beatriz Fajardo realizará, con un presupuesto de 60.000 euros, una evaluación de los yacimientos de Venta Micena, Barranco León y Fuentenueva 3. Después, entre septiembre y octubre, con un presupuesto de 200.000 euros, los equipos cuyas solicitudes sean aceptadas por la Junta excavarán en los dos últimos yacimientos.

"El patrimonio que hay allí es impresionante, sabemos que hay presencia humana [en torno a los 1,3 millones de años] por los utensilios líticos y son los mejores yacimientos de fauna del plioceno", afirma Bienvenido Martínez, investigador del instituto catalán de Prehistoria IPHES, uno de los científicos que aspiran a trabajar en Orce este año. "Pero ha habido polémicas que se deberían solucionar", añade. José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, lamenta el potencial desperdiciado por estas polémicas y cree que un reparto equitativo y coordinado es posible. "Mi deseo es que pudiesen trabajar, porque en aquellos yacimientos hay sitio para todos, incluido Luis Gibert", agrega. El hijo del descubridor de Orce, geólogo, parece haber heredado el contencioso de su padre y aún no ha obtenido permiso para trabajar en los yacimientos granadinos. Pedro Benzal, delegado de Cultura de la Junta en Granada, afirma que el hecho de que su padre trabajase allí, "no da más derecho a Gibert". Durante la conversación, Benzal deja caer que Gibert no tiene la titulación necesaria para hacerse cargo de un proyecto y añade un argumento más por el que no pudo trabajar en Orce en el pasado: "Si tú me pones un contencioso, cómo te voy a dar algo".

Exclusión

Gibert, que trabaja en el Centro de Geocronología de Berkeley, cree que, entre otras cosas, la exclusión de Venta Micena de las excavaciones es una muestra del intento de la Junta de dejarle fuera. "En los próximos meses se van a tomar decisiones que van a determinar lo que suceda en los próximos seis años y creo que sería un error excluirnos", apunta. El alcalde de Orce, Juan José Martínez, también cree que la Junta excluye el yacimiento en el que se halló el cráneo de Orce para no dejar a Gibert un espacio que se merece. Martínez, que se muestra satisfecho por la concesión de 200.000 euros para la campaña de este año, se lamenta de que la Junta siga tomando medidas "extrañas", como publicar las convocatorias para excavar en el Boletín de la Junta de Andalucía algo que "no se hace nunca".

Otra de las decisiones que ha extrañado a los científicos es la de realizar una evaluación en un yacimiento en el que ya se ha trabajado mucho. "El yacimiento está suficientemente contrastado. Puede haber errores en algunos niveles, pero en general ha trabajado allí gente muy buena. Se sabe mucho sobre ese sitio", asegura Bermúdez de Castro. Gibert lamenta que no se pida la información a su equipo, que ha trabajado allí durante años, y asegura que ese trabajo es una pérdida de tiempo y dinero. Otro paleontólogo que prefiere no dar su nombre critica la bisoñez de la directora de la evaluación, que ha principios de este año en actividades de la Junta como becaria de investigación.

Benzal asegura que desde la Junta trabajan para que "la normalidad llegue a Orce" y el yacimiento tenga la relevancia que se merece. Si esto es así finalmente, comenzará a verse en los próximos meses. Veintisiete años después del hallazgo del Hombre de Orce, a los yacimientos donde se encontraron sus restos aún les quedan promesas que cumplir.

Fuente: publico.es

jueves, 25 de junio de 2009

Comienza excavación de gran escala en yacimiento del Hombre de Pekín, China.


Un grupo de paleoantropólogos chinos inició el miércoles un proyecto de refuerzo y excavación en las cuevas de Zhoukoudian, ubicadas en los alrededores de Beijing, donde se encontró en los años 20 del siglo pasado el primer cráneo del Hombre de Pekín (Homo erectus pekinensis).

Se trata del primer proyecto a gran escala de los últimos 72 años, durante el cual paleoantropólogos chinos excavarán 20 metros cuadrados a lo largo del muro occidental de la cueva No.1, reveló Gao Xing, subdirector e investigador del Instituto de Paleontología Vertebrada y Paleoantropología (IPVP) de la Academia de Ciencias de China, en una conferencia de prensa celebrada hoy.

La cueva No.1, donde se encontró el primer cráneo completo del Hombre de Pekín, tenía 20 metros de ancho y 140 metros de profundidad hasta que el techo se derrumbó recientemente.

El proyecto iniciado hoy, de cuatro meses de duración, tiene entre otros por objetivo evitar que también se derrumbe el muro occidental de la cueva, dijo Gao. "Encontramos una larga grieta longitudinal y piedras sueltas en el muro. Podría derrumbarse en cualquier momento. Si ocurre esto, podría dañar seriamente las reliquias conservadas en la cueva", explicó Gao.

Esta sección constituye la secuencia más completa de asentamiento de estrato con depósitos de reliquias de gran importancia, añadió.

La erosión natural ha causado considerables daños puesto que la cueva ha estado expuesta al aire durante un largo tiempo y las excavaciones de los años 20 y 30 del siglo pasado no la protegieron adecuadamente, Gao dijo a Xinhua.

Durante el primer mes, los científicos del IPVP se ocuparán de las grietas y trabajarán en el resto de la sección entre agosto y octubre. Esperan que este proyecto ayude a solucionar algunos de los mayores problemas de la investigación.

"No tenemos una cronología precisa para el yacimiento de Zhoukoudian. Las últimas muestras fueron recogidas y fechadas en los años 80 del siglo pasado, cuando las tecnologías de datación todavía no estaban establecidas. Esta vez, recogeremos más muestras de cada estrato geográfico y emplearemos las últimas tecnologías", señaló Gao.

También se realizarán más esfuerzos para explicar el desarrollo de los depósitos de las reliquias en la cueva, dijo Gao. "Los depósitos contienen rastros de seres humanos, animales antiguos y cambios del ambiente natural. El proyecto nos permitirá comprender mejor cuándo los seres humanos se establecieron en la cueva, cuándo comenzaron a usar el fuego y cuándo y qué tipo de cambios climáticos tuvieron lugar", precisó.

Además de investigar las muestras y nuevos objetos desenterrados y reforzar el muro, los paleoantropólogos también instalarán más carteles explicativos detallados para los visitantes.

El grupo de científicos comenzó a prepararse para la evacuación en mayo con el trazado de un mapa de la sección mediante una tecnología de escáner láser en tres dimensiones, que aporta datos altamente fiables, dijo Gao.

Hasta marzo se creía que el Hombre de Pekín, un Homo erectus capaz de servirse de herramientas, vivió entre 400.000 y 500.000 años atrás en las cuevas de Zhoukoudian, pero científicos chinos descubrieron mediante un nuevo método de datación radioactivo, que en realidad habitaron este lugar hasta 700.000 años atrás.

En diciembre de 1929 el arqueólogo chino Pei Wenzhong halló el primer cráneo completo del Hombre de Pekín, junto con numerosas herramientas de piedra y pruebas de que sabía usar el fuego.

En 1936, el técnico que posteriormente se convirtió en arqueólogo Jia Lanpo, desenterró tres cráneos.

En total, se encontraron fósiles pertenecientes a 40 individuos y más de 100.000 herramientas. No obstante las excavaciones a gran escala se detuvieron en 1937 cuando el ejército japonés invadió China.

El yacimiento del Hombre de Pekín fue incluido en la lista de Patrimonios Mundiales de la Humanidad de la UNESCO en diciembre de 1987 .(Xinhua)

Fuente: spanish.peopledaily.com.cn

Hallados instrumentos que demuestran que los Homo sapiens ya tenían una cultura musical avanzada, Alemania.


Nuevamente el yacimiento Aleman de Hohle Fels, nos entrega un nuevo record con el artefacto mas antiguo encontrado, recordemos que el 13 de mayo publicamos la noticia del hallazgo de La figura humana (venus) esculpida más vieja de la historia y ahora nos deja los intrumentos musicales de viento mas antiguo.

Ocho flautas de entre 30.000 y 40.000 años de antigüedad descubiertas en Alemania demuestran que los Homo sapiens que se extendieron por Europa en el paleolítico y desplazaron a los neandertales ya tenían una cultura musical avanzada.

La más espectacular es una flauta de hace 40.000 años fabricada con un hueso de buitre leonado que se presenta hoy en la revista científica 'Nature' y que se convierte en el instrumento musical más antiguo descubierto hasta la fecha. Aunque un extremo de la flauta está roto, "el fragmento que se ha podido recuperar tiene 21,8 centímetros de longitud y cinco orificios para los dedos que permitían tocar melodías complejas", ha informado Nicholas Conard, arqueólogo de la Universidad de Tubingen (Alemania) y primer autor de la investigación, en entrevista telefónica.

La mayoría de las ocho flautas se han encontrado junto a restos de animales cazados, huesos quemados y herramientas líticas, lo que sugiere que los Homo sapiens del paleolítico tal vez tocaban las flautas en actos comunitarios y que la música cumplía una función de cohesión social.

"La música pudo contribuir a mantener redes sociales amplias, yde este modo tal vez pudo facilitar la expansión demográfica y territorial de los humanos modernos frente a las poblaciones de neandertales, que eran culturalmente más conservadores y demográficamente más aisladas", escriben los investigadores en 'Nature'.De las ocho flautas descubiertas en tres yacimientos de la región de Suabia, en el sur de Alemania, cuatro están hechas con colmillos de mamut y las otras cuatro, con huesos de ave (una de buitre leonado, una de cisne y dos de especies no identificadas). La mitad de estas ocho flautas han aparecido en la última campaña de excavación, mientras que la otra mitad habían aparecido en excavaciones realizadas en años anteriores.

La flauta de buitre leonado, descubierta el pasado 17 de septiembre en el yacimiento de Hohle Fels, es una joya de artesanía sorprendente en aquellos Homo sapiens anteriores a las pinturas rupestres, a la agricultura y a la escritura. Llaman la atención no sólo los cinco orificios para los dedos cuidadosamente tallados con lascas de piedras, sino también unas diminutas incisiones en forma de líneas que se aprecian junto a los agujeros. Estas incisiones, creen los investigadores, se hicieron para indicar el punto en que debían tallarse los orificios para que la flauta sonara afinada.

"Hemos construido una réplica con otro hueso de buitre leonado, tallando los orificios en los mismos puntos, y suenan las mismas notas que escuchamos en la música actual", explica Conard. "Se puede tocar cualquier melodía con esta flauta". Pero el timbre del instrumento es peculiar. "Hemos intentado tocar el himno americano y recordaba a la versión de Jimi Hendrix en Woodstock".

Los investigadores también destacan la dificultad técnica de hacer flautas con colmillos de mamut, algo "mucho más difícil que hacerlas con huesos de un pájaro", señala Conard. Hay que tallar el fragmento de colmillo con el que se hará la flauta, cortarlo en dos a lo largo como el pan de un bocadillo, vaciar las dos mitades por dentro, tallar los orificios y volver a juntar las dos mitades de manera que queden selladas. Las flautas halladas en Alemania "no representan el origen de la música", advierte Conard. Antes de estas flautas, propone, tuvieron que existir otras más elementales. Y antes debió existir el canto. Y antes, incluso, el ritmo.

Pero el descubrimiento "ilustra un avance muy importante en la evolución humana", destaca el arqueólogo Eudald Carbonell, codirector de las excavaciones de Atapuerca y gran melómano. "Posiblemente las primeras especies humanas que vivían en Áfricahace más de dos millones de años ya experimentaban con el ritmo. Pero fabricar y tocar estas flautas es algo mucho más avanzado que requiere un cerebro más sofisticado. La percusión es antigua, la melodía es moderna”.

El yacimiento de Hohle Fels, ubicado en el interior de una cueva, se ha excavado de manera intermitente desde 1870. El yacimiento se encuentra en una gran cámara subterránea de 6.000 metros cúbicos –una de las mayores del sur de Alemania– a la que se accede por un túnel de 15 metros. Allí han aparecido en la última década algunas de las formas de arte figurativo más antiguas del mundo.

En la última campaña de excavación, junto a las flautas, se han encontrado huesos de renos, osos, caballos, mamuts y cabras montesas, especies con las que los humanos convivían en Europa en aquella época. No se han hallado restos humanos, aunque los investigadores asumen que las flautas fueron talladas por Homo sapiens, y no por neandertales, ya que sólo los Homo sapiens habían desarrollado la tecnología auriñaciense.

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Un yacimiento excepcional

En el yacimiento de Hohle Fels, donde ahora ha aparecido una flauta de 40.000 años de antigüedad, se han descubierto también algunas de las esculturas más antiguas del mundo.

FIGURAS HUMANAS. Tallada con marfil de mamut, la figura de la izquierda es un híbrido mitad hombre mitad león. Tiene una antigüedad de 30.000 años y, cuando se descubrió el 2003, los investigadores interpretaron que cumplía una función de amuleto. Más recientemente ha aparecido en Hohle Fels una figura femenina de hace 35.000 años que se ha anunciado como la forma de arte figurativo más antigua descubierta hasta la fecha. La llamada Venus de Hohle Fels, presentada el 14 de mayo en la revista Nature,llama la atención por tener unos pechos y una vulva de tamaño grotesco, mientras que otros rasgos de su cuerpo no están exagerados.

AVE ACUÁTICA.La escultura de la imagen superior, también tallada en marfil de mamut, representa un ave acuática y tiene una antigüedad de en 30.000 años. Las aves acuáticas formaban parte de la fauna con la que convivían los humanos que llegaron al sur de Alemania por el valle del Danubio hace unos 40.000 años. De las flautas halladas en Hohle Fels, por lo menos una (y posiblemente dos, aunque la segunda es dudosa), está hecha con un hueso de cisne. Es una flauta más corta que la fabricada con un hueso de buitre, con sólo tres orificios para los dedos y con la que se pueden hacer sonar cuatro notas distintas.

CABEZA DE CABALLO. Los grandes mamíferos que cazaban los humanos del paleolítico ocupan un lugar destacado en representaciones artísticas como las pinturas rupestres de Lascaux o Altamira. La pequeña escultura de la imagen inferior representa una cabeza de caballo. También se han encontrado en Hohle Fels restos de otras grandes presas -aunque no esculturas- como osos, renos y mamuts.



Fuente: lavanguardia.es

miércoles, 24 de junio de 2009

El cerebro humano se desarrolló gracias a la competitividad social.

en la fotografia David Geary

La presión demográfica fue la causa principal de su crecimiento, por encima de otras variables como el cambio climático

En los últimos dos millones de años, el cerebro humano se ha triplicado, un fenómeno que no se ha dado en ninguna otra especie del planeta. Este desarrollo fue debido, según un estudio reciente, a la presión demográfica que obligó a la lucha por los recursos, y también a la formación de grupos sociales cooperativos. La presente investigación, realizada por científicos de la Universidad de Missouri, en Estados Unidos, supone la primera comprobación empírica y rigurosa de la hipótesis del predominio de la presión demográfica en el desarrollo de nuestro cerebro, por encima de otras causas, como el cambio climático. Por Yaiza Martínez.


En los últimos dos millones de años, el tamaño del cerebro humano se ha triplicado, creciendo mucho más rápido que el de otros mamíferos.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Missouri (MU), en Estados Unidos, ha investigado la razón de este aumento desmesurado, en comparación con el de otras especies, descubriendo que existe una causa principal para que se haya producido: la presión demográfica.

Análisis multivariante

Según se explica en un comunicado emitido por dicha universidad, hubo otros factores que también ayudaron al desarrollo del cerebro, pero lo hicieron en menor medida.

En la revista Human Nature, los investigadores han publicado un artículo titulado "Hominid Brain Evolution" (“Evolucion del cerebro homínido), en el que se explica que esos otros factores influyentes fueron las condiciones climáticas y las demandas ambientales.

Mediante un análisis multivariante -herramienta estadística que estudia el comportamiento de tres o más variables al mismo tiempo- los científicos evaluaron simultáneamente variables que representaban a cada una de estas potenciales presiones evolutivas.

Este análisis se realizó sobre datos obtenidos en estudios anteriores: la latitud donde fueron localizados los cráneos, la presencia en éstos de parásitos, las variaciones en las temperaturas anuales registradas, etc.

La densidad de población, explican los científicos, fue medida por la estrecha relación existente entre los patrones de densidad y de migración que han quedado registrados en los fósiles, y que permitieron calcular el número de individuos que vivieron en determinadas áreas en la historia homínido ancestral.

Competir por las ventajas

Para el estudio, fueron recopilados además los datos de 153 cráneos homínidos de entre dos millones de años y 10.000 años de antigüedad.

Los resultados demostraron que, aunque fueron varios los factores que afectaron a la evolución del cerebro homínido, la competitividad social fue la principal causa de esta evolución.

Según declara David Geary, director de la investigación y profesor de ciencias psicosociales en la MU, estos resultados sugieren que el tamaño de nuestro cerebro se incrementó en la mayoría de las áreas con mayor cantidad de población, en las que casi con toda certeza aumentó la intensidad de la competitividad social.

Geary afirma que “cuando los humanos tienen que competir para cubrir sus necesidades y por su estatus social, que proporciona un mayor acceso a los recursos existentes, un cerebro más grande supone una ventaja”.

Los investigadores también descubrieron ciertas pautas que, aunque no tan importantes como la presión demográfica en el desarrollo de nuestro cerebro, otorgan credibilidad a la hipótesis de que el cambio climático influyó en el tamaño del cerebro humano actual.

Esta hipótesis apunta a que el cambio climático global y las migraciones desde el ecuador dieron lugar al desarrollo de la capacidad humana de afrontar los cambios en el clima.


Disminución de recursos

Sin embargo, los científicos aseguran que la importancia de adaptarse a estos cambios fue mucho menor que la de relacionarse con otra gente en este sentido.

Según explica otro de los autores de la investigación, Drew Bailey, el cerebro es costoso desde el punto de vista metabólico, lo que significa que requiere mucho tiempo y energía desarrollarlo y mantenerlo.

Por esta razón, es muy importante comprender por qué nuestros cerebros continuaron evolucionando más rápido que los de otros animales. La presente investigación sugiere que la competitividad, ya fuera saludable o no, generó el escenario necesario para la evolución del cerebro humano.

Este escenario se generó debido a que la expansión de la población dio lugar a una rápida disminución de los recursos ecológicos per cápita, con la consecuente e inevitable lucha por mantener y asegurar dichos recursos frente a los otros o con ellos.

El cerebro debió entonces adaptarse y generar capacidades sociales y cognitivas nuevas, que permitieran a los individuos actuar en grandes grupos cooperativos que, a su vez, compitieran contra otros grupos por el control ambiental y el control de las dinámicas sociales que surgiesen, escriben los científicos en Human Nature.

Cerebro y cultura

Evidentemente, aclaran los investigadores, los factores climáticos, sociales y ecológicos no se excluyen los unos a los otros en el desarrollo del cerebro humano. Pero no todos ellos fueron igual de influyentes.

Los científicos creen que ésta es la primera vez que se comprueba de manera empírica y rigurosa la hipótesis del predominio de la causa de la presión demográfica en el desarrollo de nuestro cerebro hasta su tamaño actual.

Estos resultados recuerdan a los de otra investigación realizada recientemente por la University College London, que combinando simulaciones informáticas y estudios genéticos, estableció que la razón de la aparición de la conducta humana moderna fue la densidad de población.

Características como la capacidad de crear objetos artísticos o tecnología avanzada, que nos hacen una especie única en el planeta, podrían tener su origen no la inteligencia o en el elevado desarrollo de nuestro cerebro, sino en las interacciones humanas intensas, que propiciaron el intercambio de ideas y de habilidades, y el mantenimiento de las innovaciones.

Fuente: tendencia21.net

Un mirador del Paleolítico en el monte de Valverde, Galia, España.

La informática ayuda a reconstruir un hábitat prehistórico de Monforte

El asentamiento paleolítico del monte de Valverde, en Monforte, fue un mirador privilegiado que permitía a los primitivos habitantes de la zona controlar visualmente una gran porción de este territorio. La visibilidad que disfrutaban desde este punto ha podido ser reconstruida con precisión gracias a una técnica que se aplica por primera vez a un yacimiento paleolítico gallego, aunque ya se utilizó para el estudio de algunos yacimientos castreños.

Para delimitar el territorio que puede avistarse desde el monte de Valverde se utilizaron los llamados sistemas de información geográfica (SIG), unos programas informáticos que se emplean para la investigación científica y arqueológica, para la planificación urbanística y para evaluaciones de impacto ambiental, entre otros usos. Con este sistema se confeccionó un mapa en el que se detalla la superficie visible desde el referido asentamiento paleolítico. La imagen situada junto a estas líneas fue elaborada a partir de este mapa, que se publicó dentro de un trabajo editado por la revista científica Cuaternario y Geomorfología -también difundido en Internet-, en el que se resumen las investigaciones de los yacimientos paleolíticos del sur lucense que coordina desde el 2006 la USC.

Seguimiento de rebaños

La amplia visibilidad que proporciona este paraje permitía a sus pobladores seguir de lejos los movimientos de los rebaños de herbívoros, cuya caza era para ellos una fuente principal de subsistencia. El monte de Valverde se halla además estratégicamente situado junto a una vaguada -por la que ahora discurre la carretera LU-546- que constituye el principal paso natural entre las depresiones de Monforte y Bóveda.

El asentamiento, según explica el arqueólogo Arturo de Lombera, responde a un patrón característico de las etapas avanzadas del Paleolítico, una época en la que los grupos de cazadores-recolectores escogían lugares elevados y provistos de gran visibilidad, con peñascos que pudiesen servir de abrigo. «Otros yacimientos más primitivos que se encontraron en la zona, como los de As Lamas, responden a otro patrón de asentamiento muy diferente», señala. «En esos períodos, los grupos humanos no se preocupaban tanto por el control visual del territorio y preferían asentarse sobre todo en las zonas húmedas, cerca de los ríos y lagunas. Es decir, que ocupaban sobre todo tierras bajas», añade.

Los responsables de este proyecto de investigación tienen previsto realizar estudios similares en otros asentamientos del sur lucense. En esta parte de la labor cuentan con la colaboración de científicos de la Universidad de Arizona, que destacan especialmente en el uso de los programas SIG para las investigaciones arqueológicas.

Relaciones con O Xistral

Los arqueólogos creen, por los materiales hallzados, la existencia de posibles relaciones de intercambio entre los antiguos pobladores de esta zona y los de la sierra de O Xistral, donde existen afloramientos de este mineral y donde se conocen numerosos asentamientos del mismo tipo que el de Valverde.

La mayoría de estas piezas, que aún no se pudieron datar con más precisión, aparecieron en la superficie del terreno y seguramente fueron desenterradas hace pocos años debido a la construcción de una pista forestal. El año pasado se efectuó en la zona una pequeña cata arqueológica, pero todavía no se ha realizado una excavación, algo que los arqueólogos esperan llevar a cabo más adelante.

Fuente: lavozdegalicia.es


Desenterrando al Hombre de Orce.


EN 1976 el doctor José Gibert lideró una expedición paleontológica en la depresión de Guadix-Baza donde localizó uno de los yacimientos más prometedores del Pleistoceno inferior europeo, se llama Venta Micena. En 1983 publicó junto a dos colegas un artículo donde se describía un fragmento de cráneo humano excavado en este lugar, se le asignaba una edad de 1,4 millones de años. El descubrimiento supuso una revolución en el ámbito de la paleoantropología europea. Un año más tarde se desató en la prensa nacional una polémica de dimensiones desconocidas que paralizaría un proyecto de investigación muy prometedor. Aunque finalmente las tesis de Gibert fueron demostradas y aceptadas, no se volvería a excavar en Venta Micena de forma normalizada desde mediados de los años ochenta.

Llegué a Venta Micena con mi padre en 1979 y trabajé junto a él hasta su prematura muerte en 2007. Sé, a ciencia cierta, que la polémica sobre la humanidad del cráneo de Orce (VM-0) fue para él un problema menor, comparado con las dificultades para conseguir permisos de excavación, recursos para investigar o defenderse falsas de acusaciones. El ejemplo de Orce es el reflejo de la falta de madurez del sistema científico español, como mínimo en el ámbito de la paleontología. Dudo que una historia como esta fuese posible en otro país donde las academias son capaces de moderar este tipo de debates.

Los acontecimientos de Orce muestran cómo se puede parar un proyecto de investigación innovador por miedo a llegar a conclusiones que obligarían a rectificar a autoridades del staff científico. En 1984, tres catedráticos de paleontología sentenciaron en un artículo en el periódico El País que el cráneo de Orce no era humano, sino de équido. En 1995 Gibert organizó un Congreso Internacional en Orce para llegar a conclusiones sobre la presencia humana antigua en esta región; aquellos que iniciaron la polémica no quisieron participar. Poco después Orce apareció en National Geographic, Science News y Current Antropology como el lugar con presencia humana más antiguo de Europa. Sin embargo, ni el éxito del congreso, ni las promesas del Consejero de Cultura de la Junta de Andalucía facilitaron la investigación a José Gibert.

Que nadie se confunda, el doctor José Gibert nunca pretendió convencer a nadie respecto a la humanidad de un fósil, simplemente quiso aportar al debate nuevos datos objetivos, ese es el camino de la ciencia. Lo que le desgastó fue la lucha contra un aparato político-científico por conseguir un permiso de excavación que nunca llegó.

Sin embargo, ese mismo sistema ofreció permisos y financiación a sus adversarios de paradigma, a aquellos que cambiaron de parecer respecto a VM-0, algunos de ellos utilizaron su posición dentro de la Administración para multarle con la mayor sanción que ha caído sobre un científico en este país. La justicia es lenta y el doctor Gibert no tuvo tiempo de defender su inocencia, sus últimos tres años pendientes de un contencioso administrativo, sin posibilidad de excavar y pagando de su bolsillo un fuerte aval bancario fueron muy difíciles y ¿quién no se desgasta ante este acoso?

Mientras, aquellos que le condenaron disfrutaban de permisos y subvenciones. Paralelamente, en esos tiempos difíciles, el descubridor de los yacimientos de Orce era premiado con la Medalla al Mérito Científico de la Generalitat de Cataluña. Actualmente un equipo de científicos con pensamiento libre, pretendemos continuar el proyecto que José Gibert inició en Orce, confiamos que después de 20 años podamos investigar en yacimientos que él dio a conocer. Esto sería una muestra de que se toma la dirección correcta. Si los permisos y subvenciones vuelven a caer únicamente en manos de los detractores del Hombre de Orce representaría evidentemente lo contrario. Recientemente, el delegado de Cultura en Granada hacía un análisis simple de la nueva situación afirmando que "los yacimientos no se heredan". Sin embargo, lo que no se tendría que heredar es una animadversión hacia los que hemos defendido junto a José Gibert un nuevo paradigma finalmente consolidado. 25 años después de aquel desafortunado artículo en El País, nadie duda de la presencia humana en Orce hace más de 1.3 millones de años y el fragmento de cráneo VM-0 figura como el resto humano más antiguo encontrado en la península Ibérica en el Atlas Cronológico de la Historia de España 2009 (Real Academia de la Historia y ed. SM), Homo hispanicus (2008 ed. Espasa-Calpe), así como en el Human Evolution Source Book (2006 Prentice Hall editores).

Fuente: granadahoy.com

martes, 23 de junio de 2009

Homo floresiensis desciende del Homo erectus, según nuevo estudio


Desde 2004 en que fue dado a conocer, el diminuto homínido Homo floresiensis, concido como el Hobbit de Flores, ha dado mucho que hablar. Sus descubridores dijeron por aquellos tiempos que se trataba de una especie nueva, enana, y que era descendiente directa de Homo erectus.

Pero enseguida dio que hablar, por una especie de robo de los restos fósiles, malos tratos, ocultamiento, etc. Cuando finalmente empezaron a salir a la luz papers, lo tachaban de Homo sapiens enano, o enfermo de microcefalia, por el pequeño tamaño del cráneo del único individuo con cráneo de entre todos los hobbits, el llamado LB1.

Pero luego de diversos estudios, se probó fehacientemente que se trataba de una especie nueva, y no enferma. Pero quedó la disputa sobre sus orígenes.

Hay quienes dicen que ha evolucionado directamente a partir de Australopitecus por lo primitivo de los huesos del cuerpo, y por el cráneo tan pequeño. Pero ahora un nuevo estudio se une a los descubridores al defender a Homo erectus como antecesor directo.

G.A. Lyras, y colegas, de Grecia y Holanda, han realizado un análisis morfométrico a fondo del cráneo de LB1. Lo han comparado con cráneos de Homo sapiens normales, Homo sapiens insulares (hombre de Minatogawa y cráneos neolíticos de Flores), Homo sapiens con microcefalia, Homo erectus asiático, Homo habilis, y Australopithecus africanus.

Y los resultados dieron que el más cercano a Homo folresiensis es H. erectus. No es similar a ningún sapiens, y está alejado de los australopitecos.

Aparte de la forma del cráneo, sus grandes dientes y cambios en las proporciones de los miembros, son más típicos de especies insulares.

Según los estudios estratigráficos, los humanos llegaron a la isla de Flores hace 800 mil años. Entiéndase por humanos algún miembro de la especie Homo. Así que estaría en relación con la expansión de los erectus por las islas asiáticas.

Referencias

* LYRAS, G., DERMITZAKIS, M., VAN DER GEER, A., VAN DER GEER, S., & DE VOS, J. (2009). The origin of Homo floresiensis and its relation to evolutionary processes under isolation Anthropological Science, 117

Fuente: neanderthalis.blogspot.com

lunes, 22 de junio de 2009

La hembra tenía mano en la prehistoria

Una de las manos impresas en la Cueva de El Castillo, en Cantabria. - Consejería de Cultura, Turismo y Deporte/Gobierno de Cantabria

Un estudio indica que el 75% de las impresiones de manos frecuentes en el arte rupestre pertenece a mujeres

Las impresiones están en todos los continentes y se realizaron de una forma similar durante miles de años desde la aparición de los humanos modernos. Manos grandes y pequeñas, esbeltas y toscas, aisladas o en grupo. Gente de todas las edades participaba en el rito, cualquiera que fuese. Apoyaban la palma contra la pared de la cueva y soplaban sobre ella el pigmento. Miles de años después, sus compañeros de especie se devanarían los sesos tratando de entender el significado de aquel código para el que no hay piedra Rosetta.

Ahora, Dean R. Snow, un investigador de la Universidad del Estado de Pensilvania (EEUU), asegura que ha logrado despejar una de las incógnitas que han ocupado a los estudiosos de las pinturas rupestres durante el último siglo. Después de analizar varias imágenes de manos del Pleistoceno, Snow ha concluido que un gran número de esas impresiones fue realizado por mujeres. Este dato, de confirmarse, proporcionaría información sobre el rol social femenino durante la prehistoria y acabaría con el prejuicio (más presente en la cultura popular que entre los estudiosos) de que los hombres eran los protagonistas del arte de las cavernas.

"En las cuevas que he estudiado, en torno al 75% de las manos pertenecían a mujeres", apunta el arqueólogo estadounidense. Aunque por el momento no ha realizado una reflexión profunda sobre el significado de esta mayoría femenina, Snow cree que al menos el dato parece sugerir "un cierto igualitarismo en aquellas sociedades".

Para distinguir las huellas de hombres y mujeres, Snow, que aún no ha publicado sus resultados en una revista científica, empleó un sistema basado en una teoría del psicólogo John Manning. Según él, sería posible distinguir un hombre de una mujer comparando las relaciones de tamaño entre sus dedos índice y anular: las mujeres suelen tener ambos dedos de la misma longitud, mientras los hombres, de media, tienen más largo el anular.

Apoyándose en la hipótesis de Manning, Snow tomó medidas a un grupo de descendientes de europeos como referencia -las diferencias entre distintos grupos étnicos son aún superiores a las que existen entre hombres y mujeres de la misma etnia- y comparó sus resultados con las imágenes de manos tomadas en varias cuevas europeas.

Dudas sobre el resultado

Las conclusiones de Snow serían muy relevantes para el análisis de las pinturas del Pleistoceno y las sociedades que las produjeron. Sin embargo, no todos los expertos son tan optimistas sobre la fiabilidad de sus resultados. "En todas las cuevas hay manos de todos los tamaños y la variabilidad es tal, que no ha sido posible llegar a una conclusión definitiva. Se han realizado estudios y no se han obtenido resultados sólidos", afirma José Antonio Lasheras, director del Museo de Altamira. "A falta de ver el estudio publicado, me despierta dudas bastante serias", añade.

En cualquier caso, Lasheras cree que no hay motivos para creer que las sociedades prehistóricas fuesen machistas ni que los artistas detrás del arte rupestre tengan que ser todos hombres. "La segregación por género o el machismo son relativamente recientes", asevera, "y que nosotros hayamos llegado a minusvalorar algunas actividades que realizan las mujeres no significa que esto haya sido siempre así". "La caza mayor, por ejemplo, era cosa de hombres, pero la aportación al grupo de las mujeres a través de la recolección era aún más importante", concluye.

Dedos, sexo y gays

Sergio Ripoll, profesor de Prehistoria de la UNED, ve potencial en la técnica empleada por Snow, aunque cuestiona algunos aspectos de su forma de trabajar, en particular en el estudio preliminar de 2006 en el que se basa el que ahora ultima el estadounidense. Ripoll fue uno de los expertos que dio su opinión a Antiquity, la revista que lo publicó. "La teoría de Manning parece ser válida, pero en aquel estudio inicial, Snow utilizaba unas fotografías de una calidad muy baja, descargadas de Internet, sin escalas... Para hacer bien este estudio sería necesario fotografiar todas las manos con la misma escala, a la misma distancia, y comparar el mayor número posible", explica.

El propio Ripoll ha puesto a prueba la teoría de Manning y, al menos entre un grupo de alumnos de la UNED, funciona. "Manning tiene otras teorías, como la que relaciona la longitud del dedo anular y la homosexualidad o el cáncer de mama que parecen poco verosímiles, pero con el sexo parece que puede ser útil", indica.

Desde que se comenzaron a estudiar las pinturas rupestres hace algo más de un siglo, las incógnitas sobre su significado y sus autores se han acumulado. "En las cuevas de Maltravieso [Cáceres], a las manos siempre les falta el dedo meñique. Y no es que faltase, es que lo volvieron a pintar después para ocultarlo. ¿Por qué? No se sabe. En otros sitios se repliegan algunos dedos, pero siempre aparece la primera falange. Posiblemente se trata de un código, pero no somos capaces de entenderlo", explica Ripoll.

La presencia de una mayoría de manos femeninas podría sugerir algo sobre el código, pero muchos científicos dudan de las conclusiones firmes. "Se suele decir que la mujer tenía una presencia importante por las venus, esas tallas de mujeres abundantes que se han encontrado y podían indicar un papel importante de la mujer en la sociedad", explica Marcos García, coordinador de Cuevas Prehistóricas de Cantabria.

"El problema es que todas las teorías pueden llegar a ser válidas", añade. "Hay, por ejemplo, una venus checa en la que se han encontrado huellas dactilares y se ha podido determinar que eran de niño. El problema entonces es saber si el niño fue quien la hizo o quien la utilizó, si era un juguete, o si era un elemento de un rito...".
Arte feminista

En Chongoni, Malawi, los Chewa pintaron sobre las rocas con técnicas tradicionales hasta bien entrado el siglo XX y han dejado uno de los vestigios más feministas del arte primitivo. "Ese es el único caso conocido de arte rupestre relacionado con ritos con mujeres", apunta Lasheras. El estudio de Snow dibuja un mundo prehistórico en el que las mujeres tenían una presencia mayoritaria en parte del arte rupestre. Confirmar este dato será complicado; desentrañar su significado puede que nunca sea posible.

Fuente: publico.es

La cueva del Hueso es un referente del inicio del Paleolítico Superior, según los arqueólogos, Pillarno, Asturias, España.

Tres investigadores, en el interior de la cueva del Hueso.

Las investigaciones del yacimiento confirman la ocupación humana del refugio hace al menos 20.000 años

Los investigadores consideran que la cueva del Hueso, situada en Pillarno, es un referente para estudiar la transición entre el Paleolítico Medio y el Superior, en la zona de la costa central de Asturias. La cueva del Hueso, en Pillarno, es uno de los elementos del patrimonio cultural de Castrillón que, junto con el arrecife Devónico y el conjunto histórico industrial de Arnao y el castillo de Gauzón, quiere recuperar el Gobierno local (IU-PSOE). Hace un año se acometió un trabajo de campo de un mes en el que los arqueólogos Alejandro García e Iván Muñiz realizaron un reconocimiento de la zona y recogieron algunos materiales para su estudio. Los primeros resultados de esa investigación desvelan que la cueva tuvo una ocupación hace 20.000 años, tal y como demuestran las dataciones del carbono 14.

«Además es muy importante otro resultado que habla de ocupación hace 32.000 años: investigaremos si son restos asociados a ocupación humana», explica Alejandro García. Y resume: «Conseguir datos es ir juntando las piezas de un puzle».

La cueva del Hueso está siendo estudiada por un amplio equipo de expertos del laboratorio del Cuaternario del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo. Junto con García y Muñiz , Miguel Arbizu, Diego Álvarez-Lao, Pablo Turrero y Gema Adán están analizando el material encontrado en las excavaciones realizadas en la primavera de 2008, en la que se recuperaron 620 restos óseos correspondientes a macromamíferos.

El conjunto paleontológico de la cueva del Hueso pertenece al Pleistoceno Superior (hace entre 120.000 y 10.000 años). También se la conoce por los nombres populares de cueva del Güeso o de la Peña de Tante. Tiene una longitud de 21 metros y consta de dos sectores, un pasillo recto y una sala o camarín, al fondo de la cavidad. El pasillo ha sido una de las zonas más saqueadas por su fácil acceso y en las excavaciones de hace un año, entre los restos encontrados, destacan dientes de rinoceronte de estepa (»Stephanorhinus hemitoechus»); un material que el equipo del laboratorio del Cuaternario de Oviedo considera que tiene «un gran interés dado que esta especie es muy escasa en los yacimientos asturianos». Se han identificado con seguridad restos de rinoceronte en la Cueva del Conde (Santo Adriano). Hay controlados 34 yacimientos en la Península Ibérica con restos de esta especie, seis de los cuales corresponden al Pleistoceno Medio y los 28 restantes al Pleistoceno superior. El ejemplar de la cueva del Hueso, según el equipo de la Universidad de Oviedo, tiene más de 42.650 años.

En un nivel inferior del pasillo se han encontrado también restos de industria lítica, entre ellos una azagaya con monobisel lateral propio de los inicios del Paleolítico Superior, unos materiales que permiten detectar la presencia de humanos, posiblemente cazadores. «Es posible que la ocupación humana de la cavidad fuese estacional, por lo que humanos y carnívoros podrían no haber coincidido», sostiene el equipo de Miguel Arbizu.

En el camerín del fondo de la cueva se han identificado cinco niveles. El de mayor desarrollo, el número tres, acogía restos óseos de lobos, ciervos, caballos y zorros, entre otros mamíferos. Los expertos consideran que era «un cubil de carnívoros y no se han encontrado vestigios de presencia humana». El estudio de la Universidad de Oviedo concluye que «los conjuntos faunísticos presentes en todos los niveles de la cueva indican unas condiciones climáticas reinantes templadas».

«Un yacimiento como el de la cueva del Hueso nos merece prestarle gran atención y vamos a proteger la zona y potenciar los estudios», explicó Ramón Martínez Campo. El concejal de Hacienda y patrimonio de Castrillón destacó que Miguel Arbizu también está realizando un gran trabajo en el estudio del arrecife Devónico de Arnao, de 400 millones de años.

Fuente: lne.es

Los primeros europeos eran caníbales, según los arqueólogos de Atapuerca, España.

Trabajadores e investigadores en una excavación en el yacimiento de Atapuerca.

Restos fosilizados atribuidos a los primeros europeos descubiertos en el yacimiento de Atapuerca (Burgos) revelaron que estos hombres prehistóricos eran caníbales que apreciaban la carne de niños y adolescentes.

"Sabemos por ejemplo que practicaban el canibalismo", dijo a AFP José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, uno de los yacimientos más importantes de Europa, inscrito en 2000 en el patrimonio mundial de la Unesco.

El estudio de los restos también reveló que practicaban la antropofagia para comer y no por ritual, y que comían a sus rivales después de matarlos.

"Es el primer caso de canibalismo bien documentado de la historia de la humanidad, no quiere decir que vaya a ser el más antiguo", explicó sobre unos datos ya difundidos al respecto.

"Los restos de 'Homo antecessor' de la Gran Dolina aparecieron dispersos, rotos, fragmentados, mezclados con los restos de otros animales, caballos ciervos, rinocerontes, todo tipo de animales que son producto de la caza" y consumidos por el ser humano, según De Castro.

Estos restos "están rotos, trinchados con marcas de cuchillos de piedra, marcas de descarnación, todos los elementos que son típicos y característicos de una acumulación de huesos utilizados por seres humanos", explicó.

Los restos fosilizados, encontrados a partir de 1994 en la Gran Dolina, corresponden probablemente a los primeros seres humanos que se desarrollaron en Europa, bautizados como 'Homo antecessor'.

El 'Homo antecessor', que vivió antes del hombre de Neandertal y del 'Homo sapiens', se instaló hace unos 800.000 años en las grutas de Atapuerca, probablemente después de una larga migración desde África y a través de Oriente Medio, el norte de Italia y luego Francia.

Además "tenemos al menos dos niveles con restos de 'Homo antecessor' canibalizado, por lo tanto no se trata de un canibalismo puntual, sino que parece que es algo continuado en el tiempo", según el arqueólogo.

"Luego hay otra circunstancia muy interesante, que es que la mayoría de los 11 individuos identificados son niños o adolescentes".

"Pensamos que hay dos adultos jóvenes, entre ellos posiblemente una mujer, y eso tambien puede tener un significado, es la muerte de la base de la pirámide demográfica del grupo", según el codirector de Atapuerca.

Fuente: AFP.

sábado, 20 de junio de 2009

Viaje al origen del ser humano en los yacimientos de Atapuerca, Burgos, España.

La calavera más completa de un 'Homo heidelbergensis' jamás hallada, en Atapuerca.

Arrodillados a ras del suelo, decenas de investigadores realizan un trabajo de hormigas en los lugares arqueológicos de Atapuerca, en Burgos, que permitió en 2007 el descubrimiento histórico de los restos fosilizados del 'primer europeo'.

Estos apasionados, en su mayoría voluntarios, equipados con un casco amarillo y un pincel, participan en la 'temporada 2009' de excavaciones, que acaban de empezar y duran hasta finales de julio.

Doctores en arqueología, geología o paleontología y otros que aún son estudiantes sueñan con un gran descubrimiento similar a los que hicieron famoso este yacimento cercano a Burgos, uno de los más importantes de Europa.

Atapuerca acaba de festejar sus 30 años y fue inscrito en el año 2000 en la lista del patrimonio universal de la Humanidad de la Unesco.

José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, dos de los codirectores del proyecto, recuerdan grandes etapas de este enclave rico, que dio importantes indicios al mundo sobre la vida del hombre prehistórico.

Dos de los tres codirectores de las excavaciones, José María Bermúdez de Castro (izq) y Eudald Carbonell.

Según estos investigadores, los primeros habitantes de Atapuerca, que llegaron hace más de un millón de años, no habían elegido al azar esta zona del norte de España que se extiende unos 13 kilómetros cuadrados.

Gozaban aquí de una "situación privilegiada", con grutas, un clima agradable, un entorno rico en vegetación y en fauna animal en la confluencia de dos ríos.

Los primeros indicios de las grutas de Atapuerca se remontan a finales del siglo XIX, cuando una franja fue abierta en la montaña para dejar pasar una vía del tren.

"Pero en esta época en España no había conocimiento científico suficiente para hacer excavaciones", explicó Carbonell a AFP.

Las primeras excavaciones tuvieron lugar en 1978 y después en 1984, "cuando encontramos 150 restos humanos pequeños, un buen resultado, pero con un valor emocional más que científico, que fue un incentivo psicológico muy importante", según De Castro.

"En 1992, encontramos restos humanos intactos muy completos, entre ellos el cráneo más completo jamás encontrado de un humano de más de 300.000 años", añadió.

Dos años después, los arqueólogos descubrieron restos que se remontan a más de 800.000 años, correspondientes a los primeros hombres europeos identificados, que son bautizados 'Homo antecessor'.

En 2007 encuentran en el yacimiento llamado 'sima del elefante' una mandíbula de 1,2 millones de años, el resto humano más antiguo jamás encontrado en Europa.

Este hallazgo les vale la portada de la prestigiosa revista científica norteamericana Nature, que entonces tituló: '¿El primer europeo?'

En total, unos 7.000 fósiles humanos fueron hallados en el sitio, que cuenta con 450 yacimientos. Tras la temporada de excavaciones, son estudiados durante todo el año en laboratorios, que arrojan luego sus datos.

"Sabemos que el homo antecessor practicaba el canibalismo", destacó De Castro. "Físicamente, con una estatura no muy inferior a la nuestra y con una morfología muy propia", con trazos a la vez arcaicos y modernos.

Restos de 'Homo sapiens', de su precursor el 'Homo Heidelbergensis' (más de 500.000 años), evolución del 'Homo antecessor', fueron también recogidos.

"Este año esperamos encontrar restos de hace 130.000 años hasta ahora y así tendremos toda la evolución humana desde hace 1,3 millones de años hasta hoy", afirmó Carbonell.

Y el trabajo no ha terminado: "Estamos excavando para encontrar un Neandertal", que tiene entre 300.000 y 30.000 años, concluyó.

Fuente: AFP.

EL ARTE MOBILIAR DEL PALEOLÍTICO. LA ESCULTURA PALEOLÍTICA: CARACTERÍSTICAS Y PRINCIPALES OBRAS.


Se entiende como arte mobiliar las obras realizadas por el homo sapiens sapiens que podía llevar consigo al cambiar de lugar de asentamiento: una figurilla, un bastón de mando, una placa decorativa en hueso...Para ser considerado artístico esta obras deberan tener un referencia figurativa. No incluímos, por tanto, en esta categoría los utensilios de piedra tallados por el hombre desde hace millones de años, siguiendo una técnica de talla u otra, que, aunque son en ocasiones muy bellos (v.g. bifaz achelense), los consideramos tan sólo instrumentos.

Los restos mobiliarios más antiguos que nos han llegado del ser humano son de época relativamente reciente, a lo sumo se remontan a los 40.000 años, y se encuentra en Europa al sur del casquete glacial creado por la glaciación de Würm, que se llegó a extender en algunos momentos desde el Polo Norte hasta latitudes tan bajas como la zona de la actual Paris.

Características

Estos objetos son de pequeño tamaño y están tallados en piedra, marfil y hueso, materiales resistentes al paso del tiempo. No se descarta que el ser humano hubiese realizado sus obras de arte en materiales más blandos y dúctiles como barro o madera, pero si lo hizo esas obras no nos han llegado.

Muchas de las obras se han encontrado en enterramientos junto a otros objetos de adorno, por lo que además de ser objetos que pretendían tener una función de interacción mágica con la naturaleza, también podían tener una finalidad ornamental o de ostentación y prestigio (bastón de mando).

Etapas y obras

Las venus esteatopigias. Son las primeras representaciones plásticas de la humanidad. Las más antiguas aparecen en el Paleolítico Superior, hace unos 30.000 años, en un perodo conocido como Auriñaciense. Se tratan de figuras femeninas en piedra, en bulto redondo o en relieve, con sus atributos sexuales exageradamente marcados. El rostro, sin embargo, apenas está esbozado en un abandono consciente del realismo. Los prehistoriadores opinan que se tratan de ídolos de la fecundidad femenina que los grupos humanos creaban para de esa forma controlar el misterio de la reproducción de su clan. Con ellos querían hacer una especie de "magia simpática" para asegurar que la naturaleza hiciese su voluntad y, de esta forma, poder asegurar la continuación generacional de ese grupo humano. Es el precedente de la representación de una Diosa Madre Tierra de tiempos posteriores.


Se han encontrado unas cien figurillas (de hasta 20 y 30 centímetros) en yacimientos desde la península ibérica hasta Rusia con una asombrosa unidad estilística.

Las obras más conocidas son las venus de Willendorf (Austria), la de Lesplugue, Brassempouy y Laussel en Francia y Grimaldi en Italia. La de Willendorf, que posiblemente sea la más antigua, apenas tiene 11,5 centímetros de altura y es la más paradigmática por sus formas tan voluminosas y porque se aprecia en ella que su autor aplicó un criterio estético como la unidad de líneas, al concebir la figura en formas globulares que afectan a todas las partes de su cuerpo e incluso en los rizos del cabello. La de Laussel es también especial porque está hecha en relieve y porque porta en una de sus manos un objeto que se ha identificado con un cuerno de bisonte, relacionandolo con el mito del cuerno de la abundancia.


Los grandes herbívoros cazados por el hombre. Las representaciones de los animales de caza del hombre son abundantes en la pintura, donde podían cumplir una función mágica, pero no son tan frecuentes en la escultura. Cuando aparecen aquí son en objetos de hueso y asta que tienen una finalidad práctica u ornamental. Los motivos cumplen la ley de adaptación a la forma del objeto, ya sea una aguja, un arpón, un cuchillo, un bastón perforado, un propulsor...

Las representaciones más importantes de esta temática las tenemos en el Magdaleniense, el periodo final del Paleolítico. A diferencia de las "venus" tienen un caracter más realista y proporcionado. Se conservan miles de estos objetos entre los que vamos a destacar el propulsor de Bruniquel, por el detallismo del caballo al que se le aprecia crines y cascos y un deseo de captarlo en movimiento y la naturalidad del bisonte sobre asta de reno que se lame el lomo de la cueva de La Madeleine, Dordoña.


Fuente: algargosarte.lacoctelera.net

viernes, 19 de junio de 2009

Lothar Bergmann descubre una nueva cueva con arte rupestre en Tarifa, Cádiz, España.


La bautizada como Cueva del Caminante contiene dibujos paleolíticos de dos caballos, de color rojo, e industria lítica · El abrigo ofrece la posibilidad de realizar excavaciones y estudios estratigráficos

Lothar Bergmann, incansable investigador y prueba palpable de que un tarifeño de pro puede haber nacido en cualquier parte del mundo, ha hecho un nuevo descubrimiento de una cueva paleolítica aumentando así el valioso patrimonio de arte rupestre existente en el municipio.

Como falta una protección oficial por parte de las administraciones con competencias en la materia, indicar el lugar de localización supone el mayor daño que se le puede hacer a este tipo de yacimientos arqueológicos. Por ello se reserva su localización, aunque se puede apuntar que se encuentra dentro del término municipal tarifeño.

La bautizada como la Cueva del Caminante representa una cavidad en cuyo interior se encuentra, aparte de un derrumbamiento, arte rupestre e industria lítica. En ella existe la posibilidad de realizar excavaciones y estudios estratigráficos.

En el abrigo se puede observar arte rupestre paleolítico (Solutrense) en forma de dos équidos. El estado de conservación de estas pinturas no es muy bueno. La característica principal de las figuras consiste en la manera de su ejecución: al realizarlas de color rojo se aprovechó unos resaltes naturales del panel.

En algunos de los dibujos que la decoran se ha dibujado sólo la parte delantera, la crinera, la cabeza (mirando hacia la derecha) y el cuello. Se puede apreciar el rasgo estilístico 'Pico de Pato' y la microcefalia. Parte del pecho, donde arranca la pata, está afectado por unos desconchones naturales de la piedra. De la barriga queda sólo un pequeño trazo. Parte de la crinera posterior y la línea cervico-dorsal está formada, además, por un resalte natural. Aquí no se observa ningún pigmento.

El segundo caballo cuya forma se reconoce en el abrigo rupestre se encuentra en peor estado que el primero referido. Se puede observar la cabeza mirando hacia la izquierda abajo. También este équido muestra el rasgo estilístico 'Pico de Pato' y está realizado junto a unos resaltes naturales. A causa de desconchones se ha perdido parte del morro.

Por otro lado, la existencia de industria lítica musteriense en el mismo refugio natural -donde son fácilmente reconocible evidencias de ocupación posterior por el hombre moderno, en forma de arte rupestre- conduce forzosamente a dos preguntas según el investigador: ¿Es posible que la desaparición de los Neandertales se produjera porque la nueva especie le expulsó de los lugares estratégicamente importantes para la supervivencia? ¿El arte rupestre, un medio de comunicación, utilizado en paralelo al habla y el lenguaje corporal, inventado por el hombre moderno justo en aquellos tiempos cuando todavía existieron poblaciones de neandertales, jugó algún papel en este hipotético proceso?

Se trata de incógnitas por descubrir que son hoy más fáciles de estudiar gracias al trabajo desinteresado del investigador Lothar Bergmann.

Fuente: europasur.es

Los orangutanes son los ancestros más cercanos del hombre, según estudio


Los orangutanes, no los chimpancés, son los ancestros más cercanos del hombre, según un estudio de antropólogos estadounidenses publicado hoy en la revista Journal of Biogeography.

Los científicos afirman que, según los análisis de ADN y la evidencia fósil, es "problemática" la idea de que los chimpancés sean los primates con mayor parentesco al hombre.

Jeffrey Schwartz, profesor de antropología de la Universidad de Pittsburgh, y John Grehan, presidente de la Academia de Artes y Ciencias, analizaron centenares de características físicas de chimpancés, gorilas y orangutanes.

Después de seleccionar 63, determinaron que los seres humanos compartían 28 rasgos únicos con los orangutanes, pero sólo dos con los chimpancés y siete con los gorilas.

Por otra parte, compararon 56 características que comparten los seres humanos modernos, los homínidos fósiles (como el australopitecos) y los fósiles de otros primates.

Ese análisis determinó que los orangutanes compartían ocho rasgos con los primeros seres humanos y el australopitecos.

Según los científicos, la presencia de características de orangutanes en el australopitecos contradice la expectativa generada por el análisis del ADN en el sentido de que los hombres primitivos debían tener similitudes con los chimpancés.

Schwartz y Grehan reconocen que los primeros seres humanos y los primeros primates aparecieron primero en África, en tanto que los orangutanes modernos se encuentran en el sudeste asiático.

Como explicación, señalan que los ancestros comunes de hombres y orangutanes migraron entre África, Europa y Asia hace entre 12 millones y 13 millones de años.

Fuente: adn.es

jueves, 18 de junio de 2009

Parto con dolor. ¿Desde cuándo?

Según las teorías vigentes, la adaptación de los animales al medio cambiante hizo que algunos primates comenzaran a adoptar posturas bípedas, dando lugar a los primeros homínidos hace unos 6 millones de años. Para ser efectivo, el bipedismo exigió cambios estructurales importantes a nivel esquelético, los cuales son hoy visibles en los restos fósiles de aquellos seres.

A través de los restos fósiles, los antropólogos han sido capaces de trazar una historia cada vez más completa y coherente sobre los distintos cambios que han sufrido los primates hasta llegar a ser lo que somos hoy en día. En esta historia, se observa que la pelvis femenina del homo sapiens actual es mucho más compleja y estrecha que la de sus antecesores. Y es esta complejidad la que hace el parto tan doloroso y complicado en nuestra especie.

El parto humano es de tipo rotacional. Esto quiere decir que debido a la relación de tamaños que existe entre la cabeza ósea y hombros del feto y el anillo óseo de la pelvis materna, la cabeza y los hombros del bebé deben realizar una serie de giros complejos que dificultan la tarea del parto y lo hacen tan doloroso para la madre. Para entenderlo bien, aquí os pongo un vídeo muy completo.

Si observais bien el vídeo, notaréis que la cabeza del bebé sale mirando hacia la espalda de su madre. Por el contrario, en los primates no humanos actuales, la cría sale mirando a los ojos de la madre, lo que permite que ésta pueda limpiarle las vías respiratorias y pueda tirar de ella para facilitar la expulsión.

En los humanos la madre no puede limpiar las vías del bebé ni puede arriesgarse a tirar de éste para ayudarlo a salir, pues podría ocasionarle graves lesiones en el cuello. El parto por rotación de los humanos, por tanto, ha sido forzado por el bipedismo y ha sido posible gracias a nuestro comportamiento social. Sin sociedad, sin ayudarnos unos a otros, seguramente nos habríamos extinguido por ser estructuralmente ineficientes.

En el artículo del antropólogo R.G. Franciscus , de la Universidad de Iowa, publicado la semana pasada en PNAS, se hace un repaso del conocimiento actual sobre las características de la pelvis en los homínidos haciendo énfasis en la posibilidad de determinar con cierta precisión cuándo surgió el parto con rotación.

Los restos estudiados hasta el momento, indican que el parto en el australopitecus era de tipo no rotacional. El patrón de parto rotacional actual tuvo que surgir más tarde, cuando se alcanzó un tamaño cerebral crítico añadido al patrón de hombros anchos y rígidos de los homínidos.

Hasta ahora, el consenso era que el parto rotacional no había surgido durante el pleistoceno temprano ni medio. Esto se ha confirmado recientemente con el descubrimiento de una pelvis femenina de entre 1.4 y 0.9 millones de años de antigüedad. Otros estudios, basados en la reconstrucción de una pelvis a partir de restos incompletos, indican que los neandertales retuvieron este patrón de parto hasta el pleistoceno tardío.

El parto rotacional, parece haber sido identificado en el Homo sapiens arcaico a partir de restos pélvicos parciales de tres especímenes más recientes: una hembra española de hace 600.000 años, una hembra china de hace 260.000 años y un macho neandertal de 60.000 años.

Usando técnicas informáticas para reconstruir la pelvis y caderas a partir de restos incompletos, se ha confirmado que los neandertales tenían un patrón de parto distinto del de los humanos modernos. En lugar de rotar de tal manera que la cabeza se orienta mirando hacia la espalda de la madre, en los neandertales el bebé saldría mirando a la madre.

¿Qué implican estos patrones distintos de parto entre humanos modernos y neandertales? Los estudios indican que las tendencias de desarrollo encefálico en el Pleistoceno medio resultaron en problemas obstétricos tanto en neandertales como en humanos modernos, pero evolucionaron de modos distintos. Los neandertales incrementaron las dimensiones transversales del canal del parto, con pocas diferencias entre machos y hembras en determinadas zonas. Los humanos modernos sufrieron una expansion anteroposterior del canal del parto (fijaos que en el vídeo el bebé gira la cabeza 90º antes de salir, lo que muestra que el canal del parto es más ancho de atrás a adelante [anteroposterior] que de izquierda a derecha).

A pesar de las diferencias entre humanos modernos y neandertales, ambos linajes tuvieron partos difíciles y con asistencia obligada, lo que seguramente tuvo muchas otras implicaciones sociales

Mas informacion:gentedigital.es/blogs/cienciadepapel/47/blog-post/1967/parto-con-dolor-desde-cuando/

Fuente: gentedigital.es

miércoles, 17 de junio de 2009

El primer humano de Asia era en realidad "un simio misterioso", Sichuán, China.

Russell Ciochon y una recreación de 'Gigantopithecus'.

Uno de los descubridores de la mandíbula de Longgupo, atribuida a un Homo habilis de 1,9 millones de años, niega ahora la humanidad de la quijada

En la década de 1980, dos paleontólogos chinos hicieron un descubrimiento revolucionario en la cueva de Longgupo, muy cerca del río Yangtsé a su paso por la provincia de Sichuán. En el yacimiento, junto a restos de mastodontes, osos panda prehistóricos y Gigantophitecus, el mayor de los primates que ha pisado el planeta, apareció una misteriosa mandíbula de apariencia humana rodeada por rudimentarias herramientas de piedra. Tras muchas deliberaciones, científicos chinos y de EEUU anunciaron al mundo en 1995 que aquella quijada perteneció a un Homo habilis que se paseó por Asia hace 1,9 millones de años.

Su estudio, publicado en la revista Nature, prácticamente talaba el árbol evolutivo contemplado en la época. Hasta entonces, se pensaba que los primeros humanos que llegaron a Asia oriental desde su refugio africano no lo hicieron hasta hace un millón de años, y se suponía que fueron Homo erectus, los homininos más viajeros hasta la llegada de los Homo sapiens.

El hallazgo fue espectacular, pero incorrecto. La mandíbula que supuestamente perteneció al primer humano asiático conocido fue, en realidad, de un mono. "He cambiado de opinión. Ahora estoy convencido de que el fósil de Longgupo y otros similares no corresponden a un humano anterior al Homo erectus, sino, más bien, a uno o varios misteriosos simios indígenas de los bosques asiáticos del Pleistoceno", escribe hoy en Nature el paleoantropólogo Russell Ciochon, uno de los científicos que proclamaron el descubrimiento hace casi 15 años.

Su marcha atrás se apoya en la comparación de los huesos del supuesto primer asiático con restos de otros primates desenterrados desde entonces. Sin embargo, ¿cómo explicar la presencia de útiles de piedra en la cueva? "Posiblemente fueron añadidos más tarde al yacimiento", se responde el propio Ciochon.

Para la paleoantropóloga María Martinón-Torres, el escepticismo hacia la humanidad de la mandíbula de Longgupo "no descarta que haya restos humanos en Asia con 1,9 millones de años". La científica, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, en Burgos, lleva siete años repartiendo su tiempo entre el yacimiento de Atapuerca y el de la aldea georgiana de Dmanisi. En este último, ya han aparecido fósiles humanos de 1,8 millones de años. "Asia es un continente que no ha sido explorado por la ciencia. Con la visión africocentrista que existe en la paleoantropología, todo lo que aparece fuera de África es una sorpresa, nunca encaja en el esquema", explica.

Para Martinón-Torres, hay que tener en cuenta que "las dispersiones no son siempre de África a Asia", por lo que pudieron surgir nuevas especies de homininos en Asia, como se pensaba de los supuestos Homo habilis deLonggupo, y colonizar otros puntos del planeta.

Fuente: publico.es

¿Nos comimos a todos los Neandertales?

publicado en el Journal of Anthropological Sciences, Fernando Rozzi

Hace 30.000 años desaparecían los últimos Neandertales de la faz de la Tierra. Durante décadas, los antropólogos buscaron la causa de este suceso en los cambios climáticos, falta de adaptación o, incluso, en alguna clase de epidemia que los diezmó, sin encontrar una explicación convincente. Sin embargo, hay un experto que asegura que sabe que ocurrió: simplemente nos los comimos a todos.

Los antropólogos han vagado por el mundo – a menudo desconcertados- buscando pruebas que certifiquen el motivo de la desaparición total de los Neandertales. Buscan una explicación casi desde que se inventó la antropología. Se sabe que estos primos cercanos de los Homo Sapiens -que hoy atestan la Tierra- se extinguieron hace unos 30 mil años. Fue un suceso extraño ya que no eran radicalmente diferentes al hombre actual pero, por algún motivo, no lograron sobrevivir hasta nuestros días. Se han ensayado varias hipótesis para explicar este hecho, algunas de las cuales cuentan con el beneplácito de muchos expertos, pero ninguna de ellas termina de conformarlos a todos. Es por eso que se sigue trabajando para descubrir la verdad.

Sin embargo, Fernando Rozzi, un experto del Centre National de la Récherche Scientifique (París), cree que tiene la respuesta: no hay Neandertales entre nosotros porque nos los comimos a todos. El trabajo ha sido publicado en el Journal of Anthropological Sciences y –como era de esperar- ha levantado gran revuelo en la comunidad científica. Pero Rozzi parece tener pruebas irrefutables de que –hace 300 siglos- cenábamos Neandertales a la luz de la hoguera en nuestras confortables cavernas. Su conclusión se basa en las marcas se existen en una mandíbula de Neandertal encontrada en Les Rois, un sitio del suroeste de Francia. Los cortes que presenta este (¿apetitoso?) hueso coinciden al detalle con otros encontrados en osamentas de ciervos y demás animales que sirvieron de alimento a los seres humanos de esa época. “Ese Neandertal tuvo un final violento en manos de un antepasado nuestro, que luego se lo comió", dice Rozzi en su artículo.

El maxilar en cuestión, que ha obligado a modificar radicalmente el “libro de cocina” básico del Homo Sapiens, fue hallado durante excavaciones efectuadas hace bastante tiempo. Inicialmente se pensó que pertenecía a un humano, pero exámenes posteriores confirmaron que su dueño era Neandertal. “Durante años los expertos han tratado de ocultar las evidencias de canibalismo prehistórico, pero creo que tenemos que aceptar que tales practicas se llevaron a cabo”, dice Rozzi. Además, añadió que los dientes del maxilar podrían haber sido utilizados para hacer un collar: no solo nos los zampábamos, sino que además hacíamos artesanías con los restos.

La conclusión de Rozzi, a pesar de lo controvertida que resulta, tiene muchas probabilidades a su favor. Existen una gran cantidad de pruebas circunstanciales que abonan la idea de que los Neandertales fueron aniquilados por los seres humanos. Se sabe que las tribus de estos homínidos abundaban en la Europa de hace unos 300.000 años, y la gran mayoría se las ingenió para sobrevivir varias edades de hielo antes de desaparecer hace unos 30.000 años. Puede ser una coincidencia, pero esa es aproximadamente la fecha en que los seres humanos llegaron al continente, provenientes de África. Es posible (y solo posible) que el largo viaje nos haya abierto el apetito, y los Neandertales nos hayan servido de aperitivo.

Las teoría barajadas hasta hoy básicamente proponían que la razón por la que no existen Neandertales entre nosotros eran la escasez de alimento por la competencia que suponían los Homo Sapiens, o que murieron porque estaban peor adaptados que nosotros a los cambios climáticos. Y si bien todo eso probablemente sea cierto, ahora se le suma otra posible causa a su desaparición: sirvieron de alimento a nuestros antepasados.

Fuente: neoteo.com

martes, 16 de junio de 2009

Los homínidos de Atapuerca eran diestros hace medio millón de años, España.

Un rasgo típicamente humano

Un estudio de 163 dientes fósiles pertenecientes a 20 de los 28 individuos de la Sima de los Huesos, en el Yacimiento de Atapuerca (Burgos), ha revelado que los homínidos de hace 500.000 años, de la especie Homo heidelbergensis, ya eran totalmente diestros.

Los dientes anteriores (incisivos y caninos) de estos individuos presentan unas estrías orientadas de manera oblicua, fruto de utilizar la dentición como una tercera mano en diversas tareas. "Los individuos de la Sima de los Huesos sujetarían algún tipo de material (carne, vegetales...etc) entre los dientes anteriores y lo tirarían con una mano, y con la que quedara libre cortarían estos materiales utilizando una herramienta lítica.

En este proceso se producirían pequeños cortes accidentales en el esmalte dentario, que son las estrías o marcas analizadas", comenta Marina Lozano, investigadora del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social).

Para llegar a esta conclusión, "se han replicado de manera experimental este tipo de estrías con el objetivo de saber si una persona diestra y otra zurda producen marcas con la misma orientación", señala.

Con esta finalidad se han utilizado 23 dientes procedentes de extracciones quirúrgicas actuales que han sido divididas en dos grupos. Cada grupo de dientes se ha enganchado en un protector bucal como el que utilizan los deportistas, con el fin de simular el prognatismo facial de los individuos de Homo heidelbergensis.

"Una persona habitualmente diestra hizo cortes en los dientes con la mano derecha, mientras que un individuo zurdo hizo cortes en los dientes con la mano izquierda. El análisis de las marcas resultantes ha indicado que la orientación mayoritaria de las marcas es diferente, según la mano utilizada. Una persona diestra las hace oblicuas hacia la derecha y una persona zurda las produce oblicuas hacia la izquierda", declara Marina Lozano.

La comparación de estos resultados con las marcas encontradas en los dientes de los homínidos de la Sima de los Huesos ha permitido concluir que 15 de los 20 individuos utilizaban de manera preferente la mano derecha.

CARACTERÍSTICAMENTE TÍPICAMENTE HUMANA

El hecho de que hace 500.000 años ya se utilizara la mano derecha preferentemente a la izquierda para realizar diversas tareas como cortar pieles, carne o fibras vegetales demuestra que una característica típicamente humana como el uso preferente de una mano ya estaba presente en otras especies de Homo.

Los resultados de esta investigación se dan a conocer ahora en la revista Evolution and Human Behaviour (en prensa, publicado on-line, http://www.ehbonline.org/inpress), que firman Marina Lozano, Marina Mosquera y Eudald Carbonell, investigadoras y director del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social), con Juan Luis Arsuaga y José Maria Bermúdez de Castro, codirectores éstos dos últimos del Proyecto Atapuerca con Carbonell.

La Sima de los Huesos pertenece al complejo cárstico de Cueva Mayor-Cueva del Silo. Para acceder hay que bajar hasta un pozo de 13 metros de profundidad, en cuyo fondo se encuentra uno de los depósitos de fósiles más importante del mundo y contiene la mayor acumulación de restos humanos, con una cronología de 500.000, nunca antes documentada.

La especie Homo heidelbergensis es un antepasado directo de los neandertales. Vivió en Europa entre hace 500.000 y 250.000 años. Los individuos eran altos y robustos, con una capacidad craneal de unos 1.350 cm3.

Fuente: europapress.es

Hallado el primer fósil de neandertal del Mar del Norte, Holanda.

Se trata de la primera vez que es recuperado de las aguas un resto de esta especie humana

El primer fósil de neandertal hallado en el Mar del Norte ha sido presentado este lunes en sociedad en Holanda, en cuyo Museo de la Antigüedad permanecerá expuesto hasta finales de septiembre. Se trata de un fragmento del cráneo de un varón joven, con una dieta basada en la carne, típica de los neandertales, y que mostraba marcas de una lesión -tal vez un tumor congénito- en el hueso.

Fechado hace unos 40.000 años, fue encontrado en las costas de Zelanda, al suroeste del país. En la misma zona, rica en fósiles de mamíferos, habían aparecido antes restos de mamut y herramientas de piedra. La porción ahora desvelada es, además, la primera de su clase recuperada del fondo marino en el mundo. Descubierto por Luc Anthonis, un paleontólogo aficionado belga, el fósil fue enviado para su estudio al Instituto alemán de Antropología Evolutiva de Leipzig. En Holanda, hizo lo propio un equipo científico de la universidad de Leiden.

Según los expertos, hace medio millón de años el nivel del Mar del Norte era mucho más bajo que ahora y había grandes partes secas. Habitadas por especies de la Edad del Hielo, el hombre de Neandertal "debió ser una rareza comparado con los animales que le rodeaban", señalan fuentes universitarias de Leiden. Repartido por Europa y Asia, el Neandertal era un cazador bajo y fuerte que caminaba erguido. Enterraba a sus muertos y fabricaba utensilios, algunos de los cuales han sido recuperados en esta ocasión junto con el trozo de cráneo.

Fuente: elpais.com / foto de arqueologia viva