jueves, 26 de agosto de 2010

La UC descubre en El Mirón el primer enterramiento paleolítico de la Península


Secuencia estratigráfica y trabajos de excavación en la cueva del Mirón, en Ramales de la Victoria. :: UC

La Arqueología es una de las ciencias más impredecibles y sorprendentes, capaz de cambiar hipótesis y planificaciones. Este año, el equipo que dirigen Manuel R. González Morales (catedrático de Prehistoria -UC- de la Universidad de Cantabria y director del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria) y Lawrence G. Strauss (Univ. de Nuevo México) tenían previsto poner fin al proyecto de investigación en la cueva del Mirón (Ramales de la Victoria).

Por detrás quedan 15 años de trabajos de campo y de laboratorio, «muchísima información acumulada» gracias a las campañas de dos o tres meses; por delante, el horizonte permite vislumbrar muchas horas de estudio, de preparación de memorias, de elaboración de publicaciones y de gestión de nuevos proyectos a partir de los materiales. Pero..., un hallazgo sobresaliente, el primer enterramiento del Paleolítico descubierto en la Península Ibérica, es capaz de romper los esquemas, incluso de los propios arqueólogos acostumbrados a que cada unidad estratigráfica proporcione datos de interés.

En los primeros días del pasado mes de julio, la estrategia de la excavación determinó poner la mirada de nuevo en una zona ubicada en el fondo de la cueva, donde ya se actuó en 2001. Se trataba de ir cerrando áreas y descartar sorpresas. No fue así, la sorpresa se produjo y, en este caso, fue agradable. Los arqueólogos identificaron los restos de un enterramiento secundario tras un bloque de grandes dimensiones donde en su momento se descubrieron grabados y bajo otra piedra de unos 40 cm de lado.

«Se trata de un depósito funerario», como señala González Morales que ayer compareció en rueda de prensa junto al director general de Cultura del Gobierno de Cantabria, Justo Barreda, para hacer público el hallazgo. Y añadió: «Probablemente se trate de un adulto joven y grácil, de pequeña talla, pudiera ser una mujer, pero estos datos tendrán que ser confirmados con los oportunos estudios de laboratorio donde se harán los análisis y se facilitarán las dataciones. A partir de ahí, podremos, en un plazo aproximadamente un mes o un mes y medio, disponer de datos genéticos, saber más quién era, su sexo, su alimentación...».

No obstante, por el contexto arqueológico en el que se documenta el depósito, «bien sellado», González Morales apunta a un «momento avanzado del Magdaleniense», fechas por radio carbono que nos remontan a hace 13.000-12.000 años.
Escasos paralelos y ritual

Hasta la fecha, según asevera González Morales, en la Península Ibérica no se han encontrado enterramientos fechables en el Paleolítico, ni en concreto en su periodo final, el Magdaleniense Superior. «Sólo se conocen algunos restos óseos dispersos, piezas de cráneos, hallazgos antiguos, pero nunca un enterramiento con ritual como éste, porque en El Mirón, asociado estratigráficamente al depósito de huesos se ha identificado en la zona inmediata una serie de pequeñas hogueras contemporáneas».

El esqueleto no se ha encontrado ni mucho menos completo en una zona resguardada de la cueva, como si se tratara de un escondite. Los investigadores han localizado, en primera instancia, una tibia, la mandíbula completa, huesos postcraneales, vértebras, costillas, fragmentos de los huesos de la mano y del pie... Ahora toca reconstruir el puzzle y confirmar que todos pertenecen a un mismo individuo, algo que por el momento no se pone en duda.

Éstos, aparecen recubiertos de ocre, práctica que era común en el Paleolítico como ha confirmado el propio Morales, a raíz de hallazgos que décadas atrás se han documentado sobre todo en Inglaterra y Francia, en excavaciones antiguas no realizadas con técnicas actuales. En este caso, «parece que se produjo una recogida de los restos humanos y posteriormente depositados allí y recubiertos con ocre. Ahora tenemos que investigar por qué la tibia aparece con mordeduras aparentemente de animal, y si fue descarnada intencionadamente o por animales».

No fue frecuente el enterramiento en las cuevas, lugares donde sin embargo siempre se ha refugiado el hombre, como en El Mirón, hasta la Edad del Bronce. Precisamente una de las primeras sorpresas en los años noventa para los investigadores fue comprobar que toda la parte superior del depósito del Mirón estaba integrada por restos de cabañas y acampadas que iban desde los inicios de la Edad de Bronce hasta los momentos más antiguos del Neolítico regional (entre 3.500 y 5.700 años atrás). Por debajo de estos depósitos, una secuencia de ocupación humana casi sin interrupción hasta el Paleolítico Superior.

Ahora, con este hallazgo, todo parece indicar que el próximo año habrá una nueva campaña en El Mirón. Quizá la última. ¿Quién sabe?

Fuente: eldiariomontanes.es

miércoles, 25 de agosto de 2010

Descubren 13.000 nuevos fósiles en el yacimiento neandertal del Abric Romaní


La campaña estival de excavación en el yacimiento neandertal del Abric Romaní, situado en Capellades (Barcelona), ha permitido extraer 13.000 nuevos fósiles que confirman la importancia de uno de los enclaves idóneos para conocer mejor la forma de vida de las sociedades que habitaron el lugar, hace unos 55.000 años.

La excavación, dirigida por un equipo del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes), ha permitido también poner al descubierto una zona concreta más resguardada, que los arqueólogos creen que sirvió exclusivamente como habitación, para el descanso de los hombres prehistóricos.

El arqueólogo, antropólogo y paleontólogo Eudald Carbonell ha señalado que un lugar tan protegido como el descubierto en el Abric Romaní podría corresponder a una "zona de ocupación intensa" de los neandertales, algo muy poco documentado hasta la fecha.

El yacimiento neandertal de Abric Romaní mantiene un grado de conservación similar al de la ciudad italiana de Pompeya, sepultada por la erupción del Vesubio en el siglo I, gracias a la rápida acumulación de sedimentos, según publicó en diciembre la revista científica 'Science'.

Durante el centenar de años desde su descubrimiento y las dos décadas de trabajo que se han realizado, los investigadores han constatado la existencia de poblaciones de neandertales durante más de 20.000 años, además de que éstos organizaban su espacio en función de la distribución de sus hogueras, de las que se han descubierto los restos de unas 200.

La presente campaña de excavación, que finaliza esta semana, ha servido para extraer numerosas piezas líticas en el mismo nivel 0 del yacimiento, al mismo nivel que las áreas de habitación, lo que según los expertos "obliga a redefinir la extensión" de cara al próximo año.

Los fósiles descubiertos suponen un "cambio tecnológico importante", según el Iphes, respecto a campañas anteriores, puesto que se ha hecho más generalizado el hallazgo de herramientas talladas siguiendo la técnica Levallois --que consiste en la extracción de muescas a partir del núcleo de la piedra--.

Además, los investigadores han señalado que el mayor número de estas herramientas de sílex de pequeñas dimensiones se ha encontrado dentro de los lares sin quemar, lo que evidenciaría que muchas de las tallas se habrían producido en el interior de la misma cueva.

La campaña de excavación ha contado con la participación de 67 personas, procedentes de distintas universidades de España, Argelia, Italia, Francia y Estados Unidos.

Fuente: europapress.es / Imagen: IPHES

México rescata de una cueva sumergida un esqueleto prehistórico de más de 10.000 años de antigüedad

El hallazgo data de la época histórica del Pleistoceno, 12 mil años antes de Cristo.

Los restos de uno de los esqueletos humanos más antiguos hallados nunca en el continente americano, perteneciente a un joven que vivió durante la Era de Hielo hace más de 10.000 años, han sido rescatados de una cueva submarina situada en la península de Yucatán, en el este de México, informó este martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mexicano.

El joven 'Chan Hol', como ha sido bautizado por el nombre de la cueva submarina en la que se encontraba, fue hallado hace más de tres años por una pareja de buceadores alemanes y es el cuarto ejemplar encontrado en América de uno de los más remotos predecesores del hombre, apuntó el INAH en un comunicado.

Su rescate no ha sido sencillo debido a que fue "rescatado" en el interior de una caverna en la que abundan estalagmitas y a la que sólo se puede llegar por intrincados laberintos inundados y completamente oscuros, a una profundidad de 8,3 metros. No obstante, "el esqueleto de 'Chan Hol' fue colectado en un 60 por ciento de su totalidad, con huesos representativos de las cuatro extremidades, vértebras, costillas y cráneo, así como varios dientes", señaló el INAH.

Normalmente, de los restos arqueológicos de tanta antigüedad sólo se puede recuperar entre un 20 ó 30 por ciento, por lo que los expertos encargados de estudiar el esqueleto de 'Chan Hol' han expresado su satisfacción.

Los antropólogos físicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que lo analizaron en superficie piensan que el cuerpo fue colocado en la cueva durante una ceremonia funeraria realizada al final del Pleistoceno, cuando el nivel del mar era 150 metros inferior y la cueva en la que se hallaba formaba parte de la superficie terrestre.

POBLADORES PROCEDENTES DE ASIA OCUPABAN LA ZONA HACE 10.000 AÑOS

Según Arturo González, especialista en paleobiología del INAH, el descubrimiento fortalece la hipótesis de que el continente americano se pobló a partir de varias migraciones procedentes de Asia al final de la Edad de Hielo. Y es que en la misma zona de cuevas submarinas del estado mexicano de Quintana Roo se habían encontrado desde 2002 otros tres esqueletos del mismo periodo.

"Las osamentas colectadas en estas cuevas pertenecen a individuos de grupos 'preclovis' y se enmarcan dentro de los escasos restos humanos del Pleistoceno Terminal americano, cuyas características físicas se asemejan a la gente del centro y sur de Asia, lo que sugiere diversas migraciones hacia el continente", señaló González.

El primer dictamen de antropología física, practicado por los antropólogos físicos Alejandro Terrazas y Martha Benavente, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, indica que se trata de un adulto joven posiblemente de sexo masculino.

La posición en la que se encuentra, piernas flexionadas a la izquierda y brazos extendidos a ambos lados del cuerpo, suponen una de las "novedades más interesantes por estudiar", ya que hasta ese momento no se había encontrado un esqueleto en postura similar, señalaron las investigadoras.

Arturo González señaló que en la Edad de Hielo la península del Yucatán debió ser un pastizal desértico que con los cambios climáticos se convirtió en selva. Los hombres que convivían con 'Chan Hol' acudían a las cuevas a refugiarse de la intemperie y a buscar agua, añadió en el comunicado emitido por el INAH.

Fuente: europapress.es / Imagen EFE.

martes, 24 de agosto de 2010

'Piercings' en el pene hace 30.000 años


En el falo de marfil de Vogelherd los autores ven varias hileras de 'piercings'.

Es un sofocante día de verano. Con el sudor chorreando por encima de sus tatuajes, un chaval melenudo camina nervioso bajo el sol. Franquea un umbral y se encuentra con un colega. Le mira a los ojos y le pide, con un hilo de voz, una escalera de Jacob, varias hileras de piercings en el dorso de su pene. La escena, ficticia, pudo ocurrir ayer en una gran ciudad, pero también hace 30.000 años en la cueva de Vogelherd, escondida entre la maleza en un valle alemán.

Al menos, esta es la tesis de un grupo de investigadores españoles que intenta demostrar que el origen de la decoración fálica, hoy de moda, se pierde en la noche de los tiempos. Los científicos publicarán próximamente un estudio en The Journal of Urology en el que muestran evidencias de que las perforaciones, los tatuajes y las escarificaciones eran habituales en los penes de los hombres del Paleolítico superior. Sus conclusiones son controvertidas, pero creen que las pruebas que han rastreado por Europa, en un periodo que abarca desde los 38.000 a los 11.000 años antes del presente, son consistentes.

Según su investigación, 42 piezas con inequívoca morfología fálica han sobrevivido hasta nuestros días en Europa. Y 30 de ellas, el 71,4%, presentan incisiones o agujeros con un presunto "propósito decorativo". A su juicio, "estos diseños eran muy probablemente representaciones de escarificaciones, cortes, piercings y tatuajes".

Tatuajes congelados

Uno de los autores del trabajo, el urólogo especializado en prehistoria Javier Angulo, del Hospital Universitario de Getafe, defiende sus hipótesis observando las costumbres de algunos pueblos actuales. "Ahora hay tribus indias que se deforman la piel del pene", argumenta. "En el Paleolítico superior eran Homo sapiens igual que nosotros, también les gustaba engalanarse", explica.

Otros expertos ajenos al estudio, como el catedrático de Prehistoria Javier Baena, de la Universidad Autónoma de Madrid, son más escépticos. "Estos temas se mueven en el ámbito de la conjetura. Las decoraciones en el arte mueble pueden representar tatuajes y piercings, o puede que no. Parece que las comparaciones etnográficas están más de moda ahora, pero no se puede basar todo en eso", opina.

Como sugieren las palabras de Baena, para poder validar la hipótesis habría que encontrar un pene incorrupto de más de 10.000 años, tatuado y perforado, en un yacimiento. Parece imposible, pero no lo es del todo. En 1991, en un glaciar de los Alpes, apareció Ötzi, un cadáver humano congelado desde hace unos 5.300 años. El hombre de los hielos tenía varios tatuajes, en el torso, en las rodillas, en los talones y en las muñecas. Y las orejas perforadas. Como subraya Angulo, Ötzi, uno de los cuerpos humanos más antiguos entre los conservados con piel, ya presentaba piercings y tatuajes, posiblemente elaborados con objetos punzantes embadurnados en una pasta de carbón. Y no es una excepción. Otro de los hombres rescatados de los hielos, que vivió en Siberia hace 2.500 años, también presenta un tatuaje en el hombro.

Y hay más. Otro de los indicios que hacen pensar a los investigadores que la decoración fálica era habitual hace miles de años es un cubrepene de oro hallado en la tumba 43 de la necrópolis de la Edad del Cobre de Varna, en la costa búlgara del Mar Negro. El nicho, de unos 6.000 años de antigüedad, guarda los restos de un hombre de unos 45 años que fue enterrado entre pequeños objetos de oro y armas de cobre y sílex. Bajo su pelvis, los arqueólogos hallaron una capucha de oro que recubriría el falo del difunto.

Modestos cirujanos

Angulo no duda de la pericia de los hombres de hace 30.000 años, con un físico y una capacidad cerebral similares a las actuales, para llevar a cabo estas operaciones de tatuaje, escarificación o perforación del pene. Muchos de los órganos viriles tallados o pintados en las cavernas aparecen en erección. Y, como subraya Angulo, habituado a ver patologías del falo en su consulta, muestran que "o se llevaba a cabo la circuncisión o había una cultura de retracción del prepucio".

Otro de los autores del estudio, Marcos García Díez, insiste en que los animales representados en el arte paleolítico están repletos de detalles realistas. Y sabe de lo que habla. Este científico es el coordinador de las cuevas prehistóricas en el Gobierno de Cantabria. Cavernas como El Castillo, con casi 300 figuras animales y humanas, o Covalanas, conocida como la cueva de las ciervas rojas, están bajo su supervisión. Si aquellos dibujos se corresponden con la anatomía de las bestias, es lógico pensar que las representaciones fálicas también son realistas.

El arte de hace más de 10.000 años es como un manual de urología. Hay de todo: penes con fimosis, con el prepucio retraído o circuncidados, flácidos, erectos, con parafimosis. Los seres humanos de la época tenían una tecnología suficientemente avanzada como para llevar a cabo pequeñas operaciones. Las líneas y puntos en las piezas con morfología fálica se corresponderían, entonces, con tatuajes, piercings y escarificaciones.

Una estatuilla con forma de pene hallada en la cueva de Vogelherd es, posiblemente, el falo decorado más antiguo, con 30.000 años. En sus filas de perforaciones, los autores ven una escalera de Jacob. Otro pene de marfil adornado con rayas, procedente de la cueva de Mas d'Azil, en los Pirineos franceses, sería un buen ejemplo de tatuaje genital, si los artistas optaron por el realismo, como sospechan los autores. Y, finalmente, el tercer claro modelo, en su opinión, sería el doble falo tallado hace 12.000 años en un asta de ciervo y encontrado en la cueva francesa de Gorge d'Enfer. En su ornamentación, los investigadores ven posibles escaras, costras realizadas con fuego u objetos ardiendo sobre el pene.
"Un ente estúpido"

La mayor parte de las piezas analizadas ha aparecido en Francia, pero también hay unas pocas muestras en España en yacimientos como El Pendo y El Rascaño, en Cantabria, o Cueto de la Mina, en Asturias y algunos casos excepcionales en Alemania y Ucrania. Para los autores del estudio, entre los que también se encuentra el prehistoriador Marc Martínez, conservador de la gruta francesa de Pair-non-Pair, todos estos ejemplos sugieren que algunas de estas decoraciones en el pene "se pusieron de moda, especialmente en Francia en el Magdaleniense superior", hace poco más de 8.000 años.

La función de estos adornos es un enigma. En el caso del hombre de los hielos alpino, los tatuajes aparecieron sobre articulaciones con artrosis, por lo que, como recuerdan Angulo y García Díez, algunos investigadores plantearon la hipótesis de que las marcas tuvieran una función supuestamente medicinal. Más cerca en el tiempo, los científicos mencionan que el tatuaje corporal en algunas tribus de la Polinesia tenía una alta carga erótica. Una persona sin tatuar era "un ente estúpido". Las mujeres se tatuaban todo el cuerpo, desde las orejas a la vulva. Y los grabados en la piel eran incluso más extensos en los hombres. Sin embargo, tras siglos de tradición, los misioneros cristianos llegaron a las islas en 1797 y prohibieron de manera radical esta práctica.

Los maoríes de Nueva Zelanda creían, incluso, que sus tatuajes atrapaban la energía cósmica. En otros casos, las marcas en el cuerpo anunciaban la pertenencia a un grupo. "Las raíces del tatuaje son espirituales, como las supersticiones animistas, basadas en la creencia de que la tinta y el arte corporal pueden proteger del demonio", dicen en su artículo. "Posiblemente, el tatuaje prehistórico y otras formas de decoración corporal seguían patrones de comportamiento similares. Por lo tanto, en el Paleolítico, la ornamentación genital pudo no ser meramente cosmética", hipotetizan.

Sin embargo, Angulo deja caer otra opción. "Siempre se habla de espiritualidad, pero es muy posible que, simplemente, a aquellos hombres les gustara adornarse. Los habría coquetos o friquis. Eran como nosotros".

Fuente: Publico.es

jueves, 19 de agosto de 2010

El Homo antecessor gozó de un clima similar al actual que le proporcionó caza

El Homo antecessor de Atapuerca (Burgos) gozó de un clima cálido similar al actual que le proporcionó una diversidad de grandes mamíferos para cazar, según un estudio de un equipo científico encabezado por Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca, cuyo principal autor es Hugues-Alexandre Blain.

El estudio, publicado en el "Quaternary Science", asegura que la especie Homo antecesor, que habitaba entonces, gozó de un clima cálido similar al actual y establece similitud entre los paisajes de la Sima del Elefante y Gran Dolina de Atapuerca (Burgos) y los de Fuente Nueva 3 y Barranco León de Orce (Granada), todos ellos yacimientos de una cronología similar.

Del mismo modo, según estos científicos, se puede afirmar que los homínidos de hace un millón de años sabían adaptarse tanto a zonas más secas del sur de la Península Ibérica como a las áreas más lluviosas y húmedas del norte.

En este nuevo estudio "se han analizado, por primera vez, 12.000 restos óseos de anfibios y reptiles de los niveles inferiores de la Sima del Elefante", en Atapuerca, según ha señalado en una nota de prensa Hugues-Alexandre Blain.

Como estas especies no difieren de las que se encuentran hoy en día en la Península Ibérica, permiten reconstruir y cuantificar el paisaje y el clima del Pleistoceno inferior, utilizando una comparación directa con su distribución en los ecosistemas actuales, ha concretado.

"Los resultados apuntan a que las temperaturas eran iguales o ligeramente más cálidas que actualmente, en la zona de Burgos, para los niveles donde están presentes los homínidos y que las precipitaciones eran más abundantes", ha resumido.

El estudio incluye que el paisaje estaba constituido por zonas abiertas con la presencia de unos humedales próximos a las cuevas de la Sierra de Atapuerca y el predominio de praderas húmedas y de bosques abiertos.

Si se compara los yacimientos de la Sima del Elefante y Gran Dolina de Atapuerca con los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva 3, ubicados en la Cuenca de Guadix-Baza de Orce (Granada), que han proporcionado unas industrias líticas consideradas como las más antiguas de Europa, de aproximadamente 1.3 millones de años, "se observan similitudes con los lugares frecuentados por estos primeros europeos, teniendo en común una buena representación de espacios boscosos y de zonas de ribera de ríos o lagos.

Por otro lado, esta comparación entre Atapuerca y Orce, según precisa Hugues-Alexandre Blain, pone de manifiesto la capacidad de adaptación de estos homínidos a entornos variados, por sobrevivir tanto en los paisajes más secos del sur de la península ibérica como en áreas más húmedas y lluviosas del norte peninsular.

"Eran paisajes caracterizados por zonas abiertas, tanto secas como húmedas, pero siempre próximas a áreas boscosas y a puntos de aguas importantes", ha señalado el científico.

"Podemos suponer que estos entornos constituían unas condiciones muy favorables para mantener una alta diversidad de grandes mamíferos, lo cual implicaba buenos territorios de caza, y también que la proximidad de los bosques les permitía esconderse y escapar de los grandes carnívoros", ha concluido Blain.

Fuente: EFE

Exhiben en México huesos de humanos de la Era del hielo al siglo XX


Ciento cincuenta piezas óseas de pobladores de América, desde la Era del hielo al siglo XX, son expuestas a partir de hoy y hasta enero próximo en el Palacio de la Escuela de Medicina, en Ciudad de México.

"La huella en los huesos. Un acercamiento a la antropología física" reúne vértebras, cráneos, costillas, mandíbulas, radios y cúbitos que formaron parte de esqueletos de los primeros pobladores de América (hace 14.000 años) y hasta el siglo XX.

Algunas piezas pertenecen a poblaciones extintas como las de la Era de Hielo, entre las que destacan las osamentas de dos de los humanos más antiguos del continente, La Mujer del Peñón y el Hombre de Chimalhuacán, indicó en un comunicado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

"Los huesos son como libros o papel fotográfico, porque en ellos queda impresa la historia de un ser humano; quienes se dedican a 'leer' esas huellas son los antropólogos físicos y descifrándolas han descubierto información sobre enfermedades de otras épocas", explicó el INAH.

La muestra revela padecimientos, evolución y las técnicas que siguieron diferentes culturas para tratarlas, informó el antropólogo físico José Concepción Jiménez, curador de la muestra.

Dijo que la antropología física interviene no sólo en estudios de poblaciones pasadas sino también actuales para analizar aspectos de violencia, nutrición, enfermedades y aclarar causas de fallecimiento.

Las piezas son parte de la Colección Osteológica resguardada por la Dirección de Antropología Física del INAH que cuenta con un total de 22.000 partes óseas que datan de la época de los primeros pobladores del continente al siglo XX, de los cuales en esta muestra se presentan algunas de las más significativas.

El montaje de esta muestra se visualizó como un recorrido por el quehacer de esta ciencia que tiene más de 170 años de desarrollo en México y se ambienta un laboratorio con los instrumentos más utilizados, así como la reconstrucción de un entierro en el que se aprecia la manera como son hallados los restos en un contexto arqueológico.

Fuente: EFE / Imagen: EPA

Exhiben en México huesos de humanos de la Era del hielo al siglo XXCiento cincuenta piezas óseas de pobladores de América, de

martes, 17 de agosto de 2010

Nuevas huellas del hombre de Neandertal en Triacastela

Un aspecto de los sondeos que se realizan en la cueva

La nueva campaña de excavaciones en el yacimiento paleolítico de Cova Eirós (Triacastela), iniciada la semana pasada, ya ha proporcionado un buen número de materiales arqueológicos y restos de fauna. Los responsables de los trabajos confiaban empezar a realizar nuevos hallazgos tan pronto como se reanudasen los sondeos y sus previsiones se han cumplido. De momento se han hallado en torno a 150 piezas y aunque entre ellas no hay por ahora ninguna de carácter excepcional, en conjunto presentan un gran interés para reconstruir los diversos períodos prehistóricos que dejaron sus huellas en la cueva.


Según indica Arturo de Lombera, codirector de los trabajos, en torno a un 60% de las nuevas piezas son artefactos de piedra, mientras que el resto son fragmentos de fósiles de diversos animales. La mayor parte de estos materiales pertenecen al yacimiento neandertal descubierto en la cueva en el 2008. También se han realizado diversos hallazgos en los demás niveles arqueológicos de la gruta, mucho más recientes, que corresponden a diversas etapas del Paleolítico Superior. En todos los casos, los nuevos materiales son coherentes con los hallados anteriormente en este lugar.

El equipo que lleva a cabo las excavaciones -encuadrados en el proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno Medio en la cuenca media del Miño», coordinado desde el 2006 por la Universidad de Santiago»- espera seguir realizando nuevos hallazgos, ya que la campaña seguirá hasta fin de mes. Pero el yacimiento está seguramente lejos de agotarse, ya que los sondeos con georradar indican que el subsuelo de la cueva tiene una profundidad de más de tres metros. En las anteriores campañas solo se había llegado a poco más de un metro.

Fuente: lavozdegalicia.es /Imagen:USC

viernes, 13 de agosto de 2010

Restos de choza de nómadas europeos de hace 11.000 años


Boceto difundido por la Universidad de Manchester el miércoles 11 de agosto de 2010 que muestra a cazadores nómadas construyendo una vivienda junto a un cuerpo de agua hace unos 11.000 años.

Los arqueólogos creen haber descubierto el lugar de la casa más antigua de Gran Bretaña: una choza de cazadores nómadas a la orilla de un lago, que data de hace unos 11.000 años.

La vivienda con techo de paja y características muy originales para su época, precede por alrededor de 6.000 años al monumento más famoso del país, el monumento de piedras de Stonehenge. Fue construido en un tiempo en el que Gran Bretaña no era un archipiélago, sino que estaba conectada con Europa continental a través de lo que hoy es el Canal de la Mancha.

Varios equipos de las universidades de York y Manchester que trabajan en el lugar creen que el hogar, de planta circular, fue construido alrededor del año 8.500 a.C. junto a un antiguo lago en Star Carr, cerca de Scarborough, en el noreste de Inglaterra.

Los descubrimientos hechos en el sitio indican que la casa tenía unos 3,5 metros de ancho (11 pies, 6 pulgadas) y que fue construida con postes de madera, probablemente con un techo de cañas y paja. El sitio probablemente estuvo habitado durante 200 a 500 años y posiblemente había varias casas construidas en la zona.

Los arqueólogos también descubrieron los restos del tronco de un árbol de 11.000 años, con su corteza intacta. Encontraron rastros de una plataforma de madera, tipo embarcadero, en la margen del antiguo lago que podría ser la primera evidencia de la carpintería en Europa.

La casa sería unos 500 a 1.000 años más antigua que una construcción en Howick, en el norte de Inglaterra, que hasta ahora se creía era la más antigua del país.

"Esto cambia nuestras ideas sobre la vida de los primeros pobladores que regresaron a Gran Bretaña después de concluir la última Edad de Hielo. Solíamos pensar que se movían constantemente y que dejaban poca evidencia atrás. Ahora sabemos que construyeron estructuras grandes y que estaban muy apegados a determinados lugares del paisaje", dijo Chantal Conneller, una arqueóloga de la Universidad de Manchester.

Los artefactos encontrados en el sitio _parte de un remo, puntas de flecha y cráneos de venado_ ofrecen pistas sobre la vida de los residentes. Se cree que tenían perros domesticados, cazaban venados, jabalíes y alces, pescaban en el lago y tenían rituales que incluían el uso de tocados fabricados con cráneos de animales.

Fuente: AP

jueves, 12 de agosto de 2010

Nuevas evidencias sobre el Neandertal convivio en el mismo tiempo que el Homo Sapiens, ademas habrian decendientes


El hombre de Neandertal, la especie homínida extinta presumiblemente hace 30.000 años, convivió con los primeros hombres modernos y, de esa relación, hubo descendientes, según un estudio del Instituto Max-Planck de Leipzig (este de Alemania) que adelanta la revista "P.M. Magazin".

La publicación divulga una investigación iniciada hace cuatro años por el Instituto y que establece que el Homo Neanderthalensis, que habitó principalmente en Europa y algunas zonas de Asia occidental, no desapareció repentinamente como aseguraban hasta ahora los expertos y que se mezcló con el Homo Sapiens.

En 2006 expertos en evolución antropológica del Max-Planck, liderados por el genetista paleontólogo Svante Pääbo, localizaron huesos en una cueva en Croacia que compararon con restos hallados en Asturias (España) y el sur de Rusia.

La novedad llegó para los investigadores al comparar el genoma de los neandertales con el del hombre actual. Así aclararon que parte de la genética de aquella especie homínida de aspecto robusto, 1,65 metros de altura máxima y extremidades cortas aún permanece en el homo sapiens.

"Es seguro que tuvimos hijos con los neandertales", declara Gerd Schmitz, del equipo de investigación del Instituto Max-Planck de Leipzig.

El pasado año, Pääbo y su equipo del Max-Planck anunciaron que habían conseguido descifrar en torno al 63 por ciento de los datos genéticos del neandertal.

Los investigadores de Leipzig lograron secuenciar más de 3.000 millones de bases de ADN, tomando como material de partida muestras óseas de seis hombres de Neandertal.

La mayor parte del material procedía de un yacimiento en la cueva de Vibndija, en Croacia, de donde se utilizaron los restos de tres neandertales.

También se emplearon para el estudio muestras de la cueva de El Sidrón, en Asturias (España), de un yacimiento en Mezmaiskaya, en el sur de Rusia, así como el esqueleto de 40.000 años de antigüedad hallado en el propio valle de Neandertal (Alemania), que dio nombre a la especie.

El grupo de Päabo evitó la contaminación del material genético del Neandertal con material genético humano durante el proceso de secuenciación.

Las investigaciones alemanas parten además del supuesto de que el Homo Sapiens y el Homo Neandertalis tienen origen en linajes que se separaron hace por lo menos 400.000 años.

Otra de las cuestiones que podrían resolverse, una vez se logre descifrar el genoma completo, es el enigma de la desaparición del hombre de Neandertal hace unos 30.000 años.

el titulo original del articulo es :"Hombre de Neandertal llegó a convivir y tuvo descendientes con Homo Sapiens"

Fuente: EFE imagen: educa.madrid.org

Los homínidos utilizaban herramientas hace más de tres millones de años


Los homínidos utilizaban herramientas para cortar la carne y separarla de los huesos desde hace más de tres millones de años, según ha concluido un grupo internacional de científicos tras el hallazgo de dos fósiles de huesos con marcas realizadas por un instrumento afilado.

Las herramientas más antiguas aparecidas hasta ahora databan de hace 2,6 ó 2,5 millones de años, pero los científicos creen que hace más de tres millones de años los homínidos ya usaban herramientas, según publica esta semana la revista "Nature".

El hallazgo en Etiopía de una costilla de un animal del tamaño de una vaca y el fémur de un antílope del tamaño de una cabra con marcas realizadas por un objeto afilado sugieren que hace unos 3,4 millones de años, fecha en la que se cree que vivieron los animales a los que pertenecen los huesos, los homínidos ya empleaban herramientas, tales como piedras afiladas, para separar la carne de los huesos o extraer el tuétano.

Hasta ahora se pensaba que el género homo, que incluye al ser humano moderno y a sus parientes más cercanos, había sido el primero en usar herramientas, pero dada la fecha de los fósiles, se ha establecido que los primeros en utilizarlas podrían haber sido el Australopithecus afarensis.

Sin embargo, aún no se ha determinado si estos homínidos se limitaban a utilizar piedras cortantes que encontraban en su entorno o si eran ellos mismos los que afilaban cantos para utilizarlos como herramientas.

Zeresenay Alemseged, de la Academia de Ciencias de California (Estados Unidos), afirma que el descubrimiento ha "cambiado abruptamente" el marco temporal establecido para determinar el comportamiento de los antepasados del ser humano.

Según Zeresenay, urge "revisar la historia de la evolución" ante el hallazgo de estos fósiles ya que hasta ahora se pensaba que "sólo las especies más próximas al hombre en términos evolutivos habían sido capaces de utilizar herramientas, lo que les permitió comer más tipos de alimentos y explorar nuevos territorios".

"Supone un cambio en la historia de la humanidad", defiende este experto, que explica que el uso de herramientas habría puesto a los primeros homínidos en competición directa y peligrosa con otros animales carnívoros en busca de alimento, lo que les habría llevado a trabajar en equipo, algo que habría repercutido en el desarrollo de la inteligencia de la especie.

Fuente: EFE /imagen : EPA

lunes, 9 de agosto de 2010

Hallan puntas de flecha y utensilios paleolíticos en una cueva de Xàtiva


Hallan puntas de flecha y utensilios paleolíticos en una cueva de Xàtiva s. argente

Cazadores del paleolítico se refugiaron alguna vez en una de la pequeñas cuevas rocosas del cerro del Puig de Xàtiva. Incluso despellejaron en su interior alguno de los animales que luego les sirvió de sustento y abrigo.

La aparición de puntas de flecha y otros utensilioso tallados en una de estas pequeñas simas ha permitido llegar a estas conclusiones a los dos profesores de Xàtiva que casi se tropezaron con estas tallas de sílex y cuarzo cuando visitaban una de las cuevas del Puig: "encontramos los útiles sobre la superficie, los recogimos porque nos parecían piedras curiosas y cuando las analizamos vimos que estaban talladas y tenían distintas formas nos sorprendimos", ha explicado el biólogo Salvador Argente, que está realizando un estudio botánico sobre el Puig y que ese día estaba acompañado por su hermano.

Fue el historiador Manuel Argente el que se dio cuenta de la importancia del hallazgo. Puntas de flecha de sílex, raspadores para trabajar la piel de los animales muertos y convertirla en indumentaria para vestir y otros utensilios tallados forman este "humilde tesoro prehistórico", como lo ha calificado Argente.

Las cuevas del Puig no han sido objeto de ninguna campaña de arqueológica. Sólo se conoce una primera prospección superficial, realizada por el Servicio de Investigaciones Prehistóricas de la Diputación de Valencia en los años 70, en la que se encontraron algunos restos de la Edad del Bronce, según explicaron ayer desde el Museu de Prehistòria de València, donde han sido depositadas las piezas encontradas. Las mismas fuentes han indicado que se ha abierto un expediente para poder clasificar los restos y, en un futuro, analizarlos para conocer con exactitud sus características.

El arqueólogo municipal, Ángel Velasco, destacó que sería "interesante" iniciar algún tipo de prospección arqueológica en el Puig, "pero lo recursos son los que son". Velasco explicó que el cerro del Puig, por su ubicación y sus cabidades poco profundas, debió ser "un punto de asentamientos temporales" de grupos de personas nómadas. Es posible que al final del Paleolítico pudiera haber asentamientos más prolongados, "pero por las dimensiones de estas cuevas es poco probable", apunta.

Fuente:levante-emv.com

Hallan tres esqueletos del hombre Neanderthal de más de 50.000 años en la Sima de las Palomas (Torre Pacheco)



El director general de la Promoción de la Cultura y el Libro, Francisco Giménez, presentó hoy, junto con el alcalde de Torre Pacheco, Daniel García, y el doctor de la Universidad de Murcia Michael J. Walker, la XIX Campaña de Excavaciones Paleontropológicas y Arqueológicas de la Sima de las Palomas, ubicada en el Cabezo Gordo de la pedanía de Dolores de Pacheco, cuya excavación científica ha puesto de relieve importantes descubrimientos sobre el Hombre de Neanderthal.

En concreto, según informaron fuentes regionales y municipales, en esta campaña se han encontrado tres esqueletos, con cráneos y mandíbulas de dos adultos y un chaval joven, de la especie extinta del Hombre de Neanderthal de más de 50.000 años.

La Sima de las Palomas es el yacimiento del Hombre de Neanderthal más importante del arco mediterráneo español y el segundo en importancia sobre el Hombre Fósil en la Península Ibérica.

Diez años de excavaciones paleoantropológicas han sacado a la luz la presencia de al menos ocho individuos del Hombre de Neanderthal representados por un centenar de huesos y dientes, después del hallazgo del primer fósil humano por un espeleólogo en 1991.

La labor científica de excavación paleoantropológica e investigación del Cuaternario está siendo realizada por el profesor Michael Walker y sus colaboradores científicos nacionales e internacionales.

La campaña que se ha llevado a cabo en 2010 se ha dedicado en primer lugar al desmantelamiento del conglomerado interior, que ha aportado restos significativos, entre ellos una punta gruesa de sílex blanco, implemento característico del Hombre de Neanderthal.

PRÓXIMAMENTE, MUSEO PALEONTOLÓGICO

En este sentido, Daniel García, ha adelantado que próximamente se va realizar el Museo Paleontológico para albergar todos los restos arqueológicos de la Región de Murcia, "con el fin de que los ciudadanos puedan disfrutar durante todo el año de los restos de nuestros antepasados, y puedan conocer más de cerca de donde provenimos".

Por su parte, el profesor Michael Walker ha agradecido al Ayuntamiento de Torre-Pacheco su colaboración y confianza en este proyecto, y se ha mostrado feliz con la iniciativa del próximo museo.

La Sima de las Palomas ha proporcionado más fósiles del Hombre de Neanderthal que cualquier otro yacimiento del arco mediterráneo español, lo que muestra su importancia para el estudio de la Evolución Humana. En las excavaciones realizadas en este asentamiento prehistórico del litoral murciano se han hallado unos 120 huesos y dientes correspondientes a ocho individuos de Homo sapiens neanderthalensis.

Esta especie humana fósil habitaba Europa hasta hace 30.000 años, cuando fue sustituida por el Homo Sapiens Sapiens, que provenía de África ya con conformación moderna. Los Neanderthales habían evolucionado en Europa, y entre sus precursores estuvieron aquellos seres humanos extintos que hace 300.000 años dejaron sus restos en otra sima, la Sima de los Huesos, en la cueva burgalesa de Atapuerca, y que han sido designados como Homo heidelbergensis, es decir, los pre-Neanderthales.

Los Neanderthales de la Sima de las Palomas del Cabezo Gordo pertenecen al periodo del Pleistoceno Superior, de hace entre 150.000 y 300.000 años, y aparecen junto con los típicos utensilios paleolíticos de sílex y muchos huesos quemados procedentes de la caza.

El pasado domingo 8 tuvo lugar una exitosa jornada de puertas abiertas con la presencia de más de 500 personas, de distintos puntos de la Región de Murcia, destacando el número de extranjeros que acudieron a la cita anual mostrando gran interés en conocer en primera persona la ardua labor de los excavadores. Los visitantes conocieron los trabajos de excavación, subiendo hasta la gruta y recibiendo las explicaciones de los expertos.

Fuente: que.es

miércoles, 4 de agosto de 2010

Un análisis 'descubre' en Suiza los fósiles de perro más antiguos


La mandíbula canina encontrada en la gruta de Kesslerloch, en el norte de Suiza.

Un fragmento de mandíbula descubierto en 1873 en una cueva de Kesslerloch, en el norte de Suiza, había pasado más de un siglo prácticamente olvidado hasta que el año pasado unos paleontólogos alemanes apreciaron en él algo extraño y decidieron analizarlo. Los resultados, que se acaban de publicar en la revista International Journal of Osteoarchaeology, han sido sorprendentes: los restos no solo corresponden a un perro, como ya se suponía, sino que son los fósiles caninos más antiguos que se conocen. Según sostienen los autores de la investigación, se trata de un perro doméstico con una antigüedad de entre 14.100 y 14.600 años.

La atribución del hueso a un animal doméstico no es un detalle baladí. Hace dos años, otro equipo de arqueólogos anunció el descubrimiento en Goyet (Bélgica) de un cráneo de un supuesto perro de hace 30.000 años, pero Hannes Napierala y Hans-Peter Uerpmann, de la Universidad de Tubinga, sostienen ahora que aquel hueso correspondía a un lobo. Los perros son herederos genéticos de los lobos silvestres, pero obviamente no son lo mismo.

La cueva de Kesslerloch es un destacado yacimiento de la cultura magdeleniense, característica de las postrimerías de la última glaciación. Probablemente sirvió de cuartel de verano a cazadores, como confirma el hallazgo en la misma gruta de puntas, proyectiles e incluso piedras decoradas.

DIFERENCIAS MORFOLÓGICAS / Los expertos alemanes basan su atribución en el hecho de que los colmillos y los premolares de la mandíbula son apreciablemente más pequeños que los de los lobos primitivos hallados también en la misma cueva. Asimismo, se observan diferencias apreciables en la forma del maxilar. La datación se ha efectuado mediante la técnica del carbono 14.

Para despejar todas las dudas, los investigadores pretenden ir más lejos y analizar genéticamente un fragmento de la mandíbula «que se encuentra en un buen estado», escribe Napierala.

Los expertos insisten en que sigue abierto el debate sobre en qué región los humanos domesticaron a los lobos por primera vez. Las dos hipótesis principales sostenían hasta ahora que los perros aparecieron en el Sureste asiático y en Oriente Próximo a partir de diversas subespecies de Canis lupus, pero Napierala y Uerp- mann aseguran que no es descartable que el proceso tuviera lugar de forma independiente en distintas regiones de Eurasia.

Unos restos caninos casi coetáneos, pero un poco más recientes, se han descubierto en Eliseevich (Rusia). También hay evidencias muy viejas en China. En cualquier caso, el perro sería siempre el primer animal salvaje en ser domesticado, por delante de cabras, ovejas, gatos y cerdos.

Fuente: elperiodico.com / fotografia EFE

Los gays paleolíticos salen de la caverna

Una exposición en Atapuerca romperá el tabú y mostrará indicios de prácticas homosexuales en época prehistórica

La placa de Gonnersdorf conocida como 'Las bailarinas', grabada hace 12.000 años, muestra dos mujeres en actitud cariñosa.

La libertad sexual llega a la prehistoria. Tras más de un siglo de mojigatería, una exposición en la cuna de la paleoantropología española, los yacimientos de Atapuerca, sacará del armario los indicios que sugieren que el sexo homosexual era habitual en el Paleolítico.

Las pruebas parecen consistentes. Un grabado en una placa de piedra de la cueva francesa de La Marche muestra lo que parece una mujer dedicada a hacerle un cunnilingus a otra. En otra piedra caliza del abrigo rupestre de Laussel, en Dordoña, alguien talló hace unos 27.000 años a dos mujeres con las piernas entrelazadas, en la postura conocida como la tijera. Y en Gonnersdorf, un yacimiento alemán en la orilla del Rin, decenas de placas muestran parejas de mujeres. Una de ellas, de 12.000 años y bautizada las bailarinas, muestra dos hembras frotando sus pechos en actitud cariñosa. Y también hay un coito anal entre dos hombres en La Marche.

Sin embargo, el estudio de la prehistoria está sometido a un dogma desde el siglo XIX: la sexualidad de los mal llamados hombres y mujeres de las cavernas sólo estaba orientada a la reproducción. El lesbianismo y la homosexualidad masculina son tabú. El estudio de la prehistoria ha sido, en cierto modo, homófobo. "Apenas hay estudios y en los congresos no se habla de la sexualidad en el Paleolítico. Pero los primeros Homo sapiens que llegaron a Europa eran anatómica y cerebralmente iguales a nosotros, les gustaba lo mismo", explica Marcos García Díez, coordinador de las cuevas prehistóricas de Cantabria para el Gobierno autonómico y uno de los comisarios de la exposición.

Un verdadero 'kamasutra'

La muestra, llamada Sexo en piedra, aireará el kamasutra paleolítico: sexo con animales, tríos, consoladores, voyeurismo, masturbación, sexo oral. Y, por fin de manera abierta, relaciones homosexuales. "Podríamos hablar de una homofobia hasta ahora, pero no me atrevo a entrar ahí", admite García Díez. "Si lo vinculamos a la etnografía, y miramos los grupos primitivos actuales, la homosexualidad existe, por supuesto. Y en el Paleolítico también existía, pero no se ha estudiado por una cuestión de mentalidad, porque llevamos siglos con la idea de la familia en la cabeza. Yo creo que dentro de 10 o 15 años se hablará de ello con naturalidad", vaticina el prehistoriador.

La exposición abrirá sus puertas a finales de septiembre en la sede de la Fundación Atapuerca en Ibeas de Juarros (Burgos) y estará en marcha hasta enero de 2011. El padrino de la muestra es uno de los codirectores de los yacimientos burgaleses, Eudald Carbonell. "Me sorprende el silencio que rodea a la homosexualidad en el Paleolítico. Imagino que hay que atribuirlo a la cultura dominante, que es la judeocristiana", opina.

El paleoantropólogo acaba de publicar El sexo social (editorial Now Books), un libro en el que analiza el papel del sexo en la evolución del ser humano. "En los mamíferos y, en concreto, en los primates, se da la homosexualidad. Y nosotros hemos heredado toda la variabilidad del comportamiento sexual del género Homo", expone Carbonell, director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social. "No conozco ningún equipo científico en el mundo que trabaje de manera específica en la sexualidad en el Paleolítico. Y es muy extraño, porque el sexo es fundamental en el comportamiento del Homo sapiens", lamenta.

Los dos comisarios de la exposición, García Díez y el urólogo Javier Angulo, del hospital Universitario de Getafe, escribieron un libro en 2005 con el mismo título que la muestra, Sexo en piedra. En sus páginas destacaba un bastón tallado hace 13.000 años en un asta de reno en la cueva francesa de Gorge d'Enfer. Posee una curiosa coronación: dos penes. Y hay muchas más piezas con morfología fálica en otros yacimientos franceses y cantábricos. Su función es un enigma. "Son todo hipótesis", explica Angulo. En un artículo publicado en 2006 en la revista Actas urológicas españolas, ambos autores comentaban que "de ningún modo todos los bastones de mando pueden ser interpretados exclusivamente como soportes para la masturbación femenina o para la práctica de sexo anal pero, por el contrario, se debe aceptar que la forma de alguno de ellos permitiría su uso en este tipo de prácticas sexuales".

¿Ornamento o consolador?

El doble falo de Gorge d'Enfer mide 9,5 centímetros de ancho y 11,5 de alto, si se observa como si fuera una L. Si se confirmara que se utilizó como juguete sexual para dos mujeres, sería otra patada a la interpretación clásica y rancia de la sexualidad en el Paleolítico. Sin embargo, es imposible demostrarlo.

"Hablar de un doble dildo quizá sea rizar el rizo, aunque en el Museo Nacional de Prehistoria de Francia, en Dordoña, hay una colección de falos de entre 20 y 30 centímetros que sólo pudieron emplearse como decoración o como consolador", interpreta Angulo.

Este médico especializado en prehistoria subraya que los arqueólogos son "demasiado descriptivos a veces". Y pone un ejemplo muy ilustrativo: "Dicen que en un dibujo aparece un pene con una mano al lado y que salen rayas del glande. Y no interpretan nada más. Pues yo ahí veo una masturbación".

Fuente: publico.es