Un estudio genético determina la existencia de un nuevo tipo de humano desconocido, el denisovano, que habitó gran parte de la Eurasia central.
Un tipo de humano desconocido -el denisovano- probablemente deambuló por Asia durante miles de años, mezclándose ocasionalmente con humanos como usted y yo, afirma un nuevo estudio genético.
De hecho, los habitantes actuales de las islas de Papúa Nueva Guinea, en el Pacífico, podrían ser descendientes lejanos de estos apareamientos prehistóricos, según un nuevo análisis de ADN del dedo meñique de una niña de 40.000 años de antigüedad, encontrada en la cueva siberiana de Denisova, Rusia.
Este "nuevo giro" en la evolución humana aporta novedosa y abultada evidencia en el sentido de que distintos tipos de humanos -los así llamados humanos modernos y neandertales, humanos modernos y denisovanos e, incluso, tal vez denisovanos y neandertales- se aparearon y produjeron descendencia, afirman los expertos.
"No creemos que los denisovanos hayan ido a Papúa Nueva Guinea", ubicada en el extremo noroccidental de la región del Pacífico llamada Melanesia, explica Bence Viola, coautor del estudio y antropólogo del Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck, en Leipzig, Alemania.
"Creemos que la población denisovana habitó gran parte de Eurasia oriental de la misma forma en que los neandertales habitaron la mayoría de Eurasia occidental", destaca. "Nuestra idea es que los ancestros de los melanesios se toparon con los denisovanos en el sureste asiático y se reprodujeron, y que los ancestros de los melanesios se mudaron posteriormente a Papúa Nueva Guinea", precisa.
¿Era común la cruza entre varios tipos de humanos?
Combinado con el estudio de ADN de mayo que encontró que los neandertales también se cruzaron con ancestros de los humanos modernos, el descubrimiento del denisovano sugiere que había más hibridación entre distintos tipos de humanos de lo previamente pensado, afirma Brenna Henn, genetista de la Universidad de Stanford.
"La gente ha estado hablando del tema desde hace mucho con base en el registro arqueológico real ... Pero hasta hace seis meses, no había evidencia genética de alguna mezcla entre los humanos arcaicos y los modernos", destaca Henn, coautora de un artículo que acompaña el estudio en la revista Nature.
"Entonces, después salen estos dos estudios, y no diré que han puesto de cabeza el campo pero ciertamente apoyan una perspectiva no muy reconocida durante años" por los genetistas, señala Henn, quien no formó parte del estudio.
Brian Richmond, paleoantropólogo de la Universidad George Washington, dice esperar que el nuevo estudio genere gran interés y emoción.
"Nada es más fascinante que enterarse de nuevos giros en nuestros orígenes", considera Richmond, quien tampoco participó en la investigación genética del denisovano. "Y éste es aún otro giro nuevo", precisa.
Dedo fósil
La pieza central del estudio de ADN es un fósil de hueso de dedo denisovano descubierto en 2008. Se piensa que pertenece a una niña -apodada Mujer X- que tenía entre 5 y 7 años cuando murió.
En un estudio previo publicado en Nature en marzo de 2010, el equipo había obtenido y secuenciado ADN mitocondrial, o mtADN, del dedo de la Mujer X. Pero éste -heredado únicamente de las madres- contiene mucho menos información sobre la constitución genética de una persona que el ADN encontrado en el núcleo de una célula, o ADN nuclear.
En su nuevo estudio, el equipo informa haber extraído y secuenciado exitosamente ADN nuclear del hueso.
Después, utilizando técnicas de comparación de ADN, los científicos pudieron determinar que los denisovanos eran distintos a los humanos modernos y a los neandertales, aunque más cercanos a estos últimos.
El equipo calcula que los denisovanos se separaron del grupo de los neandertales hace aproximadamente 350.000 años.
Dientes enormes
Junto con el hueso de dedo, los arqueólogos de la Academia de Ciencias de Rusia, encargados de la excavación del sitio, descubrieron un diente perteneciente a un adulto denisovano.
El molar en cuestión es más grande que cualquier diente de humano moderno e incluso más grande que el diente más grande de neandertal. Esto podría sugerir que los denisovanos "se comparaban en tamaño con los neandertales, incluso tal vez un poco más grandes", dice Richmond.
Sin embargo, advierte que el tamaño de los dientes no siempre es buen indicador del tamaño corporal. Un homínido "puede tener dientes grandes y no ser gigante", precisa.
¿Los denisovanos son una especie nueva?
Cuidadosamente, el equipo ha evitado decir que los denisovanos son una especie nueva, optando por etiquetarlos como "grupo hermano" de los neandertales.
Si los humanos modernos y los humanos denisovanos eran especies distintas, su descendencia híbrida probablemente no hubiera podido reproducirse. Pero los híbridos aparentemente pudieron tener bebés, o de lo contrario el ADN denisovano no hubiera podido pasarse a los habitantes actuales de Papúa Nueva Guinea. Por tanto, razona Viola, los denisovanos y los humanos modernos probablemente no eran especies separadas.
Científicamente, empero, tiene poca importancia si al denisovano se le reconoce finalmente como nueva especie, dice Terry Brown, genetista de la Universidad de Manchester, Reino Unido, que no participó en el estudio.
"Todo este asunto de la especie es un distractor, algo que sirve como buen titular pero que, bajo mi perspectiva, no contribuye mucho al debate científico", afirma Brown a través de un correo electrónico.
"Realmente desconocemos cómo igualar las diferencias en las secuencias genómicas con el concepto de especie", precisa. "Podríamos tener dos especies genuinas cuyos miembros no pueden mezclarse pero cuyos genomas sean muy similares", apunta.
"Entonces, realmente el ADN nuclear no nos ayuda a decidir si los denisovanos son una nueva especie, aunque la evidencia de su mezcla con los humanos modernos sugiere que no", subraya.
Dada la creciente evidencia de que los humanos modernos se mezclaron con los neandertales, y ahora con los denisovanos, algunos biólogos evolutivos incluso han sugerido abandonar la designación de especie para los neandertales y los humanos modernos.
Conforme los científicos "producen evidencia de que los denisovanos se cruzaron con los humanos modernos (como los neandertales), entonces se implica que los humanos modernos, los denisovanos y los neandertales son todos subespecies del Homo sapiens", acusa.
Es indiscutible, empero, que cada uno de estos grupos es genéticamente distinto, afirma Richmond.
"Ya sean especies o subespecies, es claro que los humanos modernos, los neandertales y ahora los denisovanos, estaban separados por cientos de miles de años y fue al último cuando algunos se encontraron y cruzaron", agrega.
De hecho, los habitantes actuales de las islas de Papúa Nueva Guinea, en el Pacífico, podrían ser descendientes lejanos de estos apareamientos prehistóricos, según un nuevo análisis de ADN del dedo meñique de una niña de 40.000 años de antigüedad, encontrada en la cueva siberiana de Denisova, Rusia.
Este "nuevo giro" en la evolución humana aporta novedosa y abultada evidencia en el sentido de que distintos tipos de humanos -los así llamados humanos modernos y neandertales, humanos modernos y denisovanos e, incluso, tal vez denisovanos y neandertales- se aparearon y produjeron descendencia, afirman los expertos.
"No creemos que los denisovanos hayan ido a Papúa Nueva Guinea", ubicada en el extremo noroccidental de la región del Pacífico llamada Melanesia, explica Bence Viola, coautor del estudio y antropólogo del Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck, en Leipzig, Alemania.
"Creemos que la población denisovana habitó gran parte de Eurasia oriental de la misma forma en que los neandertales habitaron la mayoría de Eurasia occidental", destaca. "Nuestra idea es que los ancestros de los melanesios se toparon con los denisovanos en el sureste asiático y se reprodujeron, y que los ancestros de los melanesios se mudaron posteriormente a Papúa Nueva Guinea", precisa.
¿Era común la cruza entre varios tipos de humanos?
Combinado con el estudio de ADN de mayo que encontró que los neandertales también se cruzaron con ancestros de los humanos modernos, el descubrimiento del denisovano sugiere que había más hibridación entre distintos tipos de humanos de lo previamente pensado, afirma Brenna Henn, genetista de la Universidad de Stanford.
"La gente ha estado hablando del tema desde hace mucho con base en el registro arqueológico real ... Pero hasta hace seis meses, no había evidencia genética de alguna mezcla entre los humanos arcaicos y los modernos", destaca Henn, coautora de un artículo que acompaña el estudio en la revista Nature.
"Entonces, después salen estos dos estudios, y no diré que han puesto de cabeza el campo pero ciertamente apoyan una perspectiva no muy reconocida durante años" por los genetistas, señala Henn, quien no formó parte del estudio.
Brian Richmond, paleoantropólogo de la Universidad George Washington, dice esperar que el nuevo estudio genere gran interés y emoción.
"Nada es más fascinante que enterarse de nuevos giros en nuestros orígenes", considera Richmond, quien tampoco participó en la investigación genética del denisovano. "Y éste es aún otro giro nuevo", precisa.
Dedo fósil
La pieza central del estudio de ADN es un fósil de hueso de dedo denisovano descubierto en 2008. Se piensa que pertenece a una niña -apodada Mujer X- que tenía entre 5 y 7 años cuando murió.
En un estudio previo publicado en Nature en marzo de 2010, el equipo había obtenido y secuenciado ADN mitocondrial, o mtADN, del dedo de la Mujer X. Pero éste -heredado únicamente de las madres- contiene mucho menos información sobre la constitución genética de una persona que el ADN encontrado en el núcleo de una célula, o ADN nuclear.
En su nuevo estudio, el equipo informa haber extraído y secuenciado exitosamente ADN nuclear del hueso.
Después, utilizando técnicas de comparación de ADN, los científicos pudieron determinar que los denisovanos eran distintos a los humanos modernos y a los neandertales, aunque más cercanos a estos últimos.
El equipo calcula que los denisovanos se separaron del grupo de los neandertales hace aproximadamente 350.000 años.
Dientes enormes
Junto con el hueso de dedo, los arqueólogos de la Academia de Ciencias de Rusia, encargados de la excavación del sitio, descubrieron un diente perteneciente a un adulto denisovano.
El molar en cuestión es más grande que cualquier diente de humano moderno e incluso más grande que el diente más grande de neandertal. Esto podría sugerir que los denisovanos "se comparaban en tamaño con los neandertales, incluso tal vez un poco más grandes", dice Richmond.
Sin embargo, advierte que el tamaño de los dientes no siempre es buen indicador del tamaño corporal. Un homínido "puede tener dientes grandes y no ser gigante", precisa.
¿Los denisovanos son una especie nueva?
Cuidadosamente, el equipo ha evitado decir que los denisovanos son una especie nueva, optando por etiquetarlos como "grupo hermano" de los neandertales.
Si los humanos modernos y los humanos denisovanos eran especies distintas, su descendencia híbrida probablemente no hubiera podido reproducirse. Pero los híbridos aparentemente pudieron tener bebés, o de lo contrario el ADN denisovano no hubiera podido pasarse a los habitantes actuales de Papúa Nueva Guinea. Por tanto, razona Viola, los denisovanos y los humanos modernos probablemente no eran especies separadas.
Científicamente, empero, tiene poca importancia si al denisovano se le reconoce finalmente como nueva especie, dice Terry Brown, genetista de la Universidad de Manchester, Reino Unido, que no participó en el estudio.
"Todo este asunto de la especie es un distractor, algo que sirve como buen titular pero que, bajo mi perspectiva, no contribuye mucho al debate científico", afirma Brown a través de un correo electrónico.
"Realmente desconocemos cómo igualar las diferencias en las secuencias genómicas con el concepto de especie", precisa. "Podríamos tener dos especies genuinas cuyos miembros no pueden mezclarse pero cuyos genomas sean muy similares", apunta.
"Entonces, realmente el ADN nuclear no nos ayuda a decidir si los denisovanos son una nueva especie, aunque la evidencia de su mezcla con los humanos modernos sugiere que no", subraya.
Dada la creciente evidencia de que los humanos modernos se mezclaron con los neandertales, y ahora con los denisovanos, algunos biólogos evolutivos incluso han sugerido abandonar la designación de especie para los neandertales y los humanos modernos.
Conforme los científicos "producen evidencia de que los denisovanos se cruzaron con los humanos modernos (como los neandertales), entonces se implica que los humanos modernos, los denisovanos y los neandertales son todos subespecies del Homo sapiens", acusa.
Es indiscutible, empero, que cada uno de estos grupos es genéticamente distinto, afirma Richmond.
"Ya sean especies o subespecies, es claro que los humanos modernos, los neandertales y ahora los denisovanos, estaban separados por cientos de miles de años y fue al último cuando algunos se encontraron y cruzaron", agrega.
Fuente: losandes.com.ar
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