Canguro gigante - Apokryltaros.
Un estudio demuestra que fue él y no el cambio climático quien pudo haber terminado con la megafauna de Australia.
Hasta ahora se creía que la extinción de la megafauna en todo el mundo se debía o a factores ecológicos o ambientales, o a una cacería desmesurada llevada a cabo por el hombre. La teoría apuntaba a que la megafauna se había desarrollado como respuesta a las glaciaciones que tuvieron lugar en la era conocida como Pleistoceno, y que al darse el cambio climático que terminó con ellas y dio paso a temperaturas más cálidas, estas especies desaparecieron.
Entre los ejemplares de la megafauna que se creían extinguidos por factores ecológicos, se encontraba el canguro gigante, que vivió en Australia.
Un estudio hecho por investigadores australianos
Ahora se ha desvelado, con un estudio llevado a cabo por Susan Rule, de la Universidad Nacional de Australia, y por Christopher Jonhson, de la Universidad de Tasmania, que los canguros gigantes de Australia (como también pudo suceder con otros especímenes supergigantes) se extinguieron debido a la caza a la que fueron sometidos por el hombre a su llegada a estas regiones.
Los datos de la investigación reflejan que la llegada de los humanos a Australia fue un factor decisivo en la extinción de los animales que la habitaban, debido a la caza masiva que se hizo de ellos. Aunado a la caza, factores como la deforestación (que trajo consigo un cambio de vegetación y con ella un aumento de los incendios en la región), fueron determinantes en la extinción de tales animales.
El estudio, que ha sido publicado por le revista Science, explica que estos canguros gigantes (y la megafauna en general) necesitaban muchos años para alcanzar las dimensiones a las que deben su nombre, así como para alcanzar la reproducción, cosa que la caza impidió.
Para refutar que la teoría del cambio climático no se aplica a estos canguros gigantes, han expuesto, gracias al estudio de las esporas Sporormiella (un hongo que vivió al mismo tiempo que los canguros y que se extinguió casi al mismo tiempo que ellos), demostrando que los cambios climáticos que afectaron a la Tierra en aquel entonces, al parecer no contribuyeron a la desaparición de la megafauna (ni a la del hongo).
Sin embargo, este estudio tiene también sus detractores, quienes hablan de que la relación entre tales esporas y la megafauna, no está demostrada, como tampoco está del todo demostrada la coexistencia de los humanos con la megafauna, y menos aún la cacería que se supone llevó a la extinción a estos animales de grandes dimensiones.
Entre los ejemplares de la megafauna que se creían extinguidos por factores ecológicos, se encontraba el canguro gigante, que vivió en Australia.
Un estudio hecho por investigadores australianos
Ahora se ha desvelado, con un estudio llevado a cabo por Susan Rule, de la Universidad Nacional de Australia, y por Christopher Jonhson, de la Universidad de Tasmania, que los canguros gigantes de Australia (como también pudo suceder con otros especímenes supergigantes) se extinguieron debido a la caza a la que fueron sometidos por el hombre a su llegada a estas regiones.
Los datos de la investigación reflejan que la llegada de los humanos a Australia fue un factor decisivo en la extinción de los animales que la habitaban, debido a la caza masiva que se hizo de ellos. Aunado a la caza, factores como la deforestación (que trajo consigo un cambio de vegetación y con ella un aumento de los incendios en la región), fueron determinantes en la extinción de tales animales.
El estudio, que ha sido publicado por le revista Science, explica que estos canguros gigantes (y la megafauna en general) necesitaban muchos años para alcanzar las dimensiones a las que deben su nombre, así como para alcanzar la reproducción, cosa que la caza impidió.
Para refutar que la teoría del cambio climático no se aplica a estos canguros gigantes, han expuesto, gracias al estudio de las esporas Sporormiella (un hongo que vivió al mismo tiempo que los canguros y que se extinguió casi al mismo tiempo que ellos), demostrando que los cambios climáticos que afectaron a la Tierra en aquel entonces, al parecer no contribuyeron a la desaparición de la megafauna (ni a la del hongo).
Sin embargo, este estudio tiene también sus detractores, quienes hablan de que la relación entre tales esporas y la megafauna, no está demostrada, como tampoco está del todo demostrada la coexistencia de los humanos con la megafauna, y menos aún la cacería que se supone llevó a la extinción a estos animales de grandes dimensiones.
Fuente: suite101.net
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