Maxilar con tres dientes descubierto en una cueva en Devon (Reino Unido) en 1927 y ahora identificado como el resto de la especie humana moderna más antiguo de la Europa noroccidental.- CHRIS COLLINS (NATURAL HISTORY MUSEUM, LONDON) / TORQUAY MUSEUM
Unas cuantas piezas dentales procedentes de dos yacimientos, uno en el sur de Italia y otro en el Reino Unido, descubiertas hace años pero datadas de nuevo ahora con técnicas avanzadas, se han convertido en los restos de la especie humana moderna más antiguos que se conocen. Los de Italia tienen entre 45.000 y 43.000 años. Además, estos dientes se clasificaban hasta ahora como neandertales y, como están asociados a restos de una cultura de piezas de adorno personal, se venía adjudicando ciertas características cognitivas de aquella especie desaparecida cuando ahora se ha visto que en realidad son fósiles de la humanidad moderna, nuestros antepasados directos. "Los resultados aportan pruebas fósiles de un período más largo [de lo que se creía] de coexistencia en Europa entre neandertales y humanos modernos", escriben Stefano Benazzi (Universidad de Viena) y sus colaboradores en su artículo publicado en la revista Nature. Otro equipo, liderado por Tom Higham (Universidad de Oxford), presenta los análisis de las piezas dentales británicas, ligeramente más modernas.
El período en la prehistoria europea en que los neandertales fueron sustituidos por los Homo sapiens sapiens es uno de los más controvertidos y misteriosos que abordan los paleoantropólogos, puesto que en el plazo de unos pocos miles de años los primeros fueron sustituidos en el territorio (hasta extinguirse hace casi 30.000 años) por los segundos. Y no se ha identificado una causa determinante de esta sustitución y desaparición de una de las especies. En este escenario, los descubrimientos presentados ahora acerca de los restos más antiguos de la especie moderna no aclaran definitivamente las incógnitas, pero determinan quién es quién -y cuándo- en yacimientos clave, y ayudan a ir comprendiendo aquellos oscuros procesos.
El período en la prehistoria europea en que los neandertales fueron sustituidos por los Homo sapiens sapiens es uno de los más controvertidos y misteriosos que abordan los paleoantropólogos, puesto que en el plazo de unos pocos miles de años los primeros fueron sustituidos en el territorio (hasta extinguirse hace casi 30.000 años) por los segundos. Y no se ha identificado una causa determinante de esta sustitución y desaparición de una de las especies. En este escenario, los descubrimientos presentados ahora acerca de los restos más antiguos de la especie moderna no aclaran definitivamente las incógnitas, pero determinan quién es quién -y cuándo- en yacimientos clave, y ayudan a ir comprendiendo aquellos oscuros procesos.
Hasta ahora se consideraba documentada la presencia de la humanidad moderna en Europa hace entre 44.000 y 42.000 años, pero exclusivamente por vestigios como objetos hechos por nuestros antepasados y no por los neandertales. Sin embargo, los restos fósiles más antiguos tendrían entre 41.000 y 39.000 años. Por ello, Benazzi y su grupo afirman que, al determinar ahora una edad de entre 45.000 a 43.000 años para las piezas del sur de Italia, estas se convierten en "los restos humanos anatómicos modernos más antiguos que se conocen en Europa", confirmando una rápida dispersión de la especie en el continente antes de la desaparición de los neandertales.
Se trata de dos dientes infantiles, de leche, que fueron descubiertos, en 1964, en el yacimiento de Grotta del Cavallo, en el Sur de Italia, y que se clasificaron entonces como neandertales. Las dos piezas estaban en niveles arqueológicos de lo que se conoce como la cultura Uluciense, caracterizada por ornamentos personales, herramientas de hueso y pigmentos típicamente asociados con el comportamiento humano moderno, explica la Universidad de Oxford en un comunicado. La atribución neandertal de los fósiles, por tanto, ha estado en el centro de la argumentación que sostenía que la cultura Uluciense les correspondía.
Benazzi y sus colegas han utilizado técnicas de escáner avanzadas para analizar los dos dientes de nuevo y concluyen que son de Homo sapiens sapiens. Además, han hecho nuevas dataciones del yacimiento y establecen su antigüedad de entre 45.000 y 43.000 años.
La coexistencia ahora documentada entre neandertales y humanos modernos durante varios miles de años más de lo que se pensaba "tiene importantes implicaciones en el entendimiento del desarrollo del comportamiento humano completamente moderno. Si la colonización del continente europeo fue en una o varias oleadas de expansión, así como las rutas que se siguieron, está aún por determinarse", señala el investigador del CSIC Michael Coquerelle, que trabaja en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, uno de los miembros del equipo de Benazzi .
También el fósil británico se conoce desde hace tiempo. Es un fragmento de mandíbula superior con tres dientes, descubierta, en 1927, cerca de Torquay, en el Reino Unido, y asociada a herramientas de corte típicas de la cultura del hombre moderno, no neandertal. Esa mandíbula estaba identificada ya como perteneciente a la especie actual, pero las dataciones realizadas por radiocarbono en 1989 indicaban una antigüedad de unos 35.000 años. Ahora Higham y sus colegas explican que han aplicado una técnica más refinada y que la mandíbula, que efectivamente es de humano moderno, tiene entre 44.200 y 41.500 años. "Es, por lo tanto, el fósil anatómico conocido más antiguo del Noroeste de Europa", escriben los investigadores. Además, señalan que esta pieza "demuestra lo rápida y amplia que fue la dispersión de los primeros humanos modernos por Europa hace más de 40.000 años". Es descubrimiento significa que "los primitivos humanos modernos debieron coexistir con los neandertales en esta parte del mundo [noroeste de Europa], cosa que algo que muchos investigadores han dudado".
Los hallazgos de estos dos equipos son significativos más allá de adelantar en el registro fósil la presencia documentada de la especie humana moderna. Numerosos yacimientos atestiguan el cambio desde la cultura típica neandertal (Muesteriense) tardía a la tecnología de la especie moderna (Auriñaciense), caracterizada por determinadas herramientas, ornamentos y artefactos de hueso, explican los científicos liderados por Higham. Sin embargo, continúan, son escasos los fósiles de hombre moderno asociados son los restos auriñacienses primitivos , por lo que adquiere especial relevancia la mandíbula ahora datada en más de 40.000 años.
Fuente: elpais.com
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