El paleontólogo del IPHES Jordi Agustí, en un momento de la entrevista. JOSÉ COLÓN
Jordi Agustí (Barcelona, 1954) es paleontólogo, coordinador del Área de Investigación del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES). Experto en micromamíferos y su relación con el cambio climático de los últimos 10 millones de años, investiga en el yacimiento de Dmanisi (Georgia). El codirector de Atapuerca Juan Luis Arsuaga decía que Agustí le debía un libro que reflejara sus ideas sobre la evolución. La respuesta a esa petición es su obra El ajedrez de la vida (Crítica, 2010).
¿En qué se parece el ajedrez a la evolución?
Ambos llegan a resultados muy complicados a partir de cosas relativamente sencillas.
En su libro, la teoría de Darwin parece cuestionada. ¿Es demasiado simplista?
No es que sea simplista, sino que intervienen factores complicados y se ha ido enriqueciendo con la genética mendeliana, la teoría de la mutación y en los últimos tiempos la ontogenia [estudio del desarrollo de un organismo].
¿Qué es más verosímil: la evolución gradual de las especies (según Darwin) o la teoría de los equilibrios puntuados (las especies aparecen de forma abrupta y luego se estabilizan)?
Como siempre, la verdad está en el punto medio. Gould y Eldredge, autores del modelo de equilibrios puntuados, fueron muy estrictos al inicio, al no contemplar la evolución gradual. Pero, cuando se cumplieron los 20 o 25 años de su teoría, Gould hizo un balance y dio una puntuación del 50% a su teoría y otro 50% a la evolución gradual.
¿Qué piensa usted?
Soy partidario del modelo alopátrico de Mayr, según el cual las especies se producen por azar y la selección natural actúa menos. Luego, una vez nacen las especies, sí actúa.
Darwin hablaba de extinción y reemplazo continuo de especies y Cuvier de extinción masiva. ¿Cuál es su opinión?
Hemos descubierto grandes episodios de extinción masiva de hasta el 50% de las especies. Frente a estos, existen periodos de extinción de fondo, como sugería Darwin.
Dice usted que el ritmo actual de extinción es comparable al de las extinciones en masa.
Estamos en el seno de una nueva extinción masiva, sólo que ahora no será debido a anoxia en los océanos, vulcanismo o meteoritos, sino al Homo sapiens, una especie invasora que está teniendo un efecto devastador por la extinción de especies y el calentamiento global. La diferencia respecto a otras extinciones en masa es la velocidad vertiginosa a la que se está produciendo, en centenares o miles de años. El Homo sapiens causó la extinción de los neandertales, la desaparición de especies debido a la agricultura y la ganadería con la revolución neolítica, y tras la revolución industrial estamos en la tercera, por la deforestación que afecta a zonas tropicales, que son grandes almacenes de biodiversidad. Dentro de esos bosques puede haber microbios patógenos con gran capacidad de infectar si se desplazan al desaparecer su hábitat.
¿El 'Homo sapiens' causa su propia extinción?
Somos sapiens, pero no prudentes. Nuestra gran arma es el pensamiento simbólico, que nos ha dado un éxito extraordinario como especie, pero que se puede volver en contra de nosotros. Lo que puede pasar es que los humanos muramos de éxito. Hay una parte del daño que ya está hecha y de la que nadie puede afirmar cuáles serán sus consecuencias reales, porque es un experimento único. Lo que sí podemos es aminorarlo. Si un coche va mal, al menos deberíamos quitar el pie del acelerador.
Pero, como dice usted, "somos hijos de la crisis". ¿Saldremos de esta?
Ante el cambio climático, las primeras víctimas son las personas, pero es difícil que se extinga nuestra especie. Podría ocurrir por un agente patógeno, pero incluso así, es posible que el 1% de la población fuera resistente.
¿En qué se parece el ajedrez a la evolución?
Ambos llegan a resultados muy complicados a partir de cosas relativamente sencillas.
En su libro, la teoría de Darwin parece cuestionada. ¿Es demasiado simplista?
No es que sea simplista, sino que intervienen factores complicados y se ha ido enriqueciendo con la genética mendeliana, la teoría de la mutación y en los últimos tiempos la ontogenia [estudio del desarrollo de un organismo].
¿Qué es más verosímil: la evolución gradual de las especies (según Darwin) o la teoría de los equilibrios puntuados (las especies aparecen de forma abrupta y luego se estabilizan)?
Como siempre, la verdad está en el punto medio. Gould y Eldredge, autores del modelo de equilibrios puntuados, fueron muy estrictos al inicio, al no contemplar la evolución gradual. Pero, cuando se cumplieron los 20 o 25 años de su teoría, Gould hizo un balance y dio una puntuación del 50% a su teoría y otro 50% a la evolución gradual.
¿Qué piensa usted?
Soy partidario del modelo alopátrico de Mayr, según el cual las especies se producen por azar y la selección natural actúa menos. Luego, una vez nacen las especies, sí actúa.
Darwin hablaba de extinción y reemplazo continuo de especies y Cuvier de extinción masiva. ¿Cuál es su opinión?
Hemos descubierto grandes episodios de extinción masiva de hasta el 50% de las especies. Frente a estos, existen periodos de extinción de fondo, como sugería Darwin.
Dice usted que el ritmo actual de extinción es comparable al de las extinciones en masa.
Estamos en el seno de una nueva extinción masiva, sólo que ahora no será debido a anoxia en los océanos, vulcanismo o meteoritos, sino al Homo sapiens, una especie invasora que está teniendo un efecto devastador por la extinción de especies y el calentamiento global. La diferencia respecto a otras extinciones en masa es la velocidad vertiginosa a la que se está produciendo, en centenares o miles de años. El Homo sapiens causó la extinción de los neandertales, la desaparición de especies debido a la agricultura y la ganadería con la revolución neolítica, y tras la revolución industrial estamos en la tercera, por la deforestación que afecta a zonas tropicales, que son grandes almacenes de biodiversidad. Dentro de esos bosques puede haber microbios patógenos con gran capacidad de infectar si se desplazan al desaparecer su hábitat.
¿El 'Homo sapiens' causa su propia extinción?
Somos sapiens, pero no prudentes. Nuestra gran arma es el pensamiento simbólico, que nos ha dado un éxito extraordinario como especie, pero que se puede volver en contra de nosotros. Lo que puede pasar es que los humanos muramos de éxito. Hay una parte del daño que ya está hecha y de la que nadie puede afirmar cuáles serán sus consecuencias reales, porque es un experimento único. Lo que sí podemos es aminorarlo. Si un coche va mal, al menos deberíamos quitar el pie del acelerador.
Pero, como dice usted, "somos hijos de la crisis". ¿Saldremos de esta?
Ante el cambio climático, las primeras víctimas son las personas, pero es difícil que se extinga nuestra especie. Podría ocurrir por un agente patógeno, pero incluso así, es posible que el 1% de la población fuera resistente.
Fuente:publico.es
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