sábado, 26 de marzo de 2011

Gastronomía paleolítica de 15.000 años


Caballo salvaje, el uro (toro), ciervo, cabra, conejo y moluscos terrestres formaban la gastronomía más antigua de los primeros pobladores de la comarca. Los restos de esta fauna han sido localizados en un lugar recóndito de Benidorm: el Abric de la Cantera de Serra Gelada.

Pero hay más. Los estudios preliminares llevados a cabo en el yacimiento arqueológico de esta zona han permitido datar a los primeros pobladores a finales del Paleolítico Superior, entre los años 15.000 y 11.000 antes de Cristo. El director de Investigación y Desarrollo de la empresa Arpa Patrimonio, Javier Fernández, junto al concejal de Patrimonio Jaime Llinares, dieron ayer a conocer los primeros datos recabados que permitirán conocer más a fondo la historia benidormense y de la Marina Baixa.

Los análisis definitivos llegarán en cuatro semanas tras la prueba del Carbono 14 que se les está realizando en un laboratorio americano. Si los datos aseguran esta datación, los restos de Serra Gelada se convertirían en los más antiguos de la comarca.

Si la zona ya fue descrita como el primer complejo hotelero existente en la ciudad por el propio edil hace meses, los restos encontrados ahora podrían definir perfectamente cuál era la dieta que seguían los pobladores que cazaban en estas montañas.

Los trabajos de campo y excavación comenzaron en el mes de enero y se desarrollaron durante catorce días. Así, los expertos localizaron vestigios de esta fauna entre las rocas y restos de la cueva del Abric de la Cantera, situado sobre la Depuradora del municipio.

Entre los trozos hallados destacan perfectamente por su forma una pezuña de un caballo salvaje o la mandíbula de un toro, además de moluscos como los que actualmente se conocen.

Pero el trabajo también ha llevado a los expertos a analizar los restos de polen para determinar la flora que poblaba esta zona de montaña en esa época. Los descubrimientos han llevado a localizar especies que actualmente no se encuentran en la comarca como el pino negral que se desarrolló en la glaciación.

Sin embargo, durante las excavaciones lo que más ha preocupado a los investigadores es el estado de conservación del yacimiento que ha sufrido a lo largo de los años diversas agresiones tanto por el expolio continuado de furtivos, de excursionistas y por el uso tradicional ganadero de la zona.

Por ello, la Concejalía se ha propuesto proteger este espacio que empieza por el proyecto de conocimiento y conservación del patrimonio y empezar a trabajar en un plan para conseguir salvaguardar esta riqueza arqueológica que asegure el conocimiento de la misma para generaciones futuras.

Con todo, los estudios llevados a cabo también han establecido que la línea de costa en aquella época se encontraría alejada varios kilómetros del litoral que se conocer actualmente lo que le daría otro aspecto a la geografía. Llinares destacó que este yacimiento presenta «un gran interés no sólo para conocer la historia» de Benidorm, sino también para «definir los episodios finales» del Paleolítico Superior en la Comunitat. Fernández, añadió que la intervención en el yacimiento ha permitido «documentar la secuencia de ocupación» de la zona y proporcionar «un contexto paleoambiental y cronológico» de esa ocupación. El concejal del área agradeció también la labor desarrollada por la Fundación Adendia, que ha sufragado los trabajos, y por la empresa Arpa Patrimonio, así como la del grupo de científicos que ha participado en la excavación.

Fuente:lasprovincias.es

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