lunes, 10 de mayo de 2010

Cova Eirós puede contener restos anteriores al hombre de Neandertal


Una de los sondeos arqueológicos realizados en la cueva, en los que se alcanzó una profundidad de un metro


Los sondeos con georradar efectuados en Cova Eirós el pasado marzo han revelado que los sedimentos acumulados en el piso de la cueva de Triacastela tienen una profundidad de más de tres metros. Este hallazgo abre importantes posibilidades para el estudio del yacimiento paleolítico descubierto en esta gruta, ya que el subsuelo podría contener objetos y vestigios biológicos de épocas muy remotas.

En las excavaciones realizadas hasta ahora en Cova Eirós -las últimas fueron en agosto del pasado año- se llegó a una profundidad de en torno a un metro por debajo de la superficie. Esto fue suficiente para alcanzar un nivel de unos 85.000 años de antigüedad -período cronológico correspondiente al Paleolítico Medio-, en el que se halló en el 2008 el mejor yacimiento del hombre de Neandertal de Galicia. En caso de que las capas inferiores se hayan formado con la misma regularidad y sean igualmente ricas en restos arqueológicos, los investigadores tienen la posibilidad de descubrir materiales mucho más antiguos, que podrían remontarse hasta las últimas etapas del Paleolítico Inferior.

Los responsables del proyecto arqueológico impulsado desde el 2006 por la Universidade de Santiago, en el que se encuadran estas excavaciones, señalan que la profundidad del sedimento -lo que se conoce como potencia- es la mayor que se ha registrado en Galicia en un yacimiento paleolítico ubicado en una cueva. «Un potencial de más de tres metros puede contener una secuencia cronológica muy larga, parecida a las que se conservan en algunas cuevas del área cantábrica y mayor que las que se conocen en Galicia», señala Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones de Cova Eirós.

Posibilidades

El arqueólogo puntualiza que no es seguro que la parte inferior del subsuelo de la gruta tenga una estructura similar a la de las capas superiores, ni que encierre restos arqueológicos. Según explica, «también cabe la posibilidad de que esas capas de sedimento sean estériles, es decir, que no contengan ningún material arqueológico, o bien que se hayan formado a una velocidad mucho mayor que las capas superiores, de manera que no reflejarían de la misma forma las etapas cronológicas».

Todo esto no podrá saberse mientras no se realicen nuevos sondeos. Pero el hecho de saber con certeza que por debajo de lo que se ha excavado hasta ahora aún hay más de dos metros de sedimentos -con posibles rastros de ocupaciones humanas muy antiguas- ha incrementado considerablemente el interés de este yacimiento, que ya figuraba entre los más notables del Paleolítico gallego.

Fuente: lavozdegalicia.es

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