El último pariente común entre sapiens y neandertales es el doble de viejo de lo que se creía, según un trabajo realizado por investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en Burgos. Los investigadores lo sitúan hace un millón de años. Mientras, el primer genoma neandertal publicado la semana pasada lo databa hace unos 350.000 años.
"Estas conclusiones han sido uno de mis mayores quebraderos de cabeza y yo he sido la primera sorprendida", explica a Público Aida Gómez, quien ha realizado la investigación como parte de su tesis doctoral bajo la supervisión de María Martinón, investigadora de Atapuerca, y José María Bermúdez de Castro, director del CENIEH.
Los datos se desprenden del análisis morfológico de unas 1.500 piezas dentales de toda la familia humana (neandertales, sapiens, erectus, habilis o antecessor) y de australopitecos de hace hasta cuatro millones de años, de África, Asia y Europa. Se han analizado con una herramienta informática que compara puntos en los dientes de las especies y calcula su divergencia evolutiva.
"La evidencia real de los fósiles nos dice que el ancestro común de sapiens y neandertales vivió mucho antes de lo que dicen los genes", explica Martinón.
Guerra de cifras
Martinón dice que los neandertales que vivieron hace 600.000 años en Atapuerca ya eran una especie diferenciada de los sapiens. Eso hace imposible que su último ancestro común viviese 300.000 años después, como propone el equipo que ha obtenido el genoma neandertal. Los dientes de otros homininos de la Gran Dolina de Atapuerca, de hace 900.000 años, ya presentaban rasgos que los hacían más neandertales que ancestros del sapiens, añade Gómez.
El ancestro común se ubicaría 100.000 años antes, lo que demuestra que ninguno de los fósiles encontrados hasta hoy es el del ansiado ancestro, ya que no hay fósiles de Homo de esa antigüedad, concluye Martinón.
Fuente: publico.es
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